Desde la aparición de ómicron, en noviembre del año pasado, los científicos han intentado descifrar las particularidades de la variante y cómo se comporta al infectar nuestro organismo. ¿Por qué el virus es menos grave que sus variantes anteriores? ¿Por qué es más contagioso? ¿Qué rol cumplen las vacunas en todo esto?

Una serie de estudios de distintos lugares del mundo publicados en las últimas semanas, que aún no han sido sometidos a la revisión de sus pares, obtuvieron resultados similares.

La Organización Mundial de la Salud afirmó que la variante ómicron provoca síntomas más leves que las anteriores. Y los científicos están relacionando cada vez con más fuerza esta afirmación con la idea de que la enfermedad se presenta principalmente en las vías respiratorias superiores.

A fines de diciembre pasado, científicos japoneses y estadounidenses hicieron estudios en ratones y hámsteres: algunos fueron infectados con ómicron y otros, con una de las variantes que surgieron antes, como por ejemplo delta. Aquellos infectados con ómicron tuvieron un daño mucho menor en los pulmones.

En un estudio en Bélgica, también infectaron a hámsteres con ómicron. Los científicos reportaron que en estos animales “no había signos de inflamación peribronquial ni bronconeumonía”. En cambio, ese mismo tipo de hámsteres habían sufrido infecciones graves en pruebas hechas con otras variantes.

La Universidad de Hong Kong publicó resultados en el mismo sentido, con la diferencia de que en lugar de infectar animales, probaron con pulmones ex vivo, es decir, extracciones de partes de pulmones fuera de un cuerpo humano. La investigación arrojó dos conclusiones mayores: que ómicron se extendió más rápido que delta en la región de los bronquios y que esta infección no continuó en el resto del tejido pulmonar, donde sí avanzó delta. Sin embargo, advierten que las causas que determinan la severidad de la enfermedad son multifactoriales.

Ventaja

“Es una ventaja que esta variante tienda a no dar cuadros pulmonares severos, ya que la gran proporción de internaciones de casos severos y de mortalidad se asocian a compromiso pulmonar, lo que ocurre mucho menos en este caso”, afirma Martín Hojman, médico infectólogo del Hospital General de Agudos Bernardino Rivadavia.

Los científicos creen que la razón por la cual esta variante no se reproduce en los pulmones es por la proteína TMPRSS2, que es la que les permite a los coronavirus ingresar e infectar los pulmones. “La proteína S de la variante ómicron no sería cortada o clivada fácilmente por la proteína TMPRSS2, por lo que no es efectiva la fusión del virus con la membrana celular y, por ende, no penetra fácilmente en las células pulmonares. Si no penetra en la célula, el virus no se puede replicar (ya que no tiene la maquinaria propia para hacerlo)”, explica a la nacion Martín Stryjewski, miembro de la comisión directiva de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI).

En otro estudio hecho en Dinamarca, elaborado por investigadores de la Universidad de Copenhague, Statistics Denmark y Statens Serum Institut (SSI), los investigadores intentan explicar por qué esta variante es tanto más contagiosa que las anteriores. Reportaron que ómicron tiene una mutación genética que puede evadir la “inmunidad innata”, es decir, la barrera de defensas que activa el organismo contra los patógenos microbianos invasores. Pero todavía faltan más experimentos para saber si esta es la forma en la que se contagia y otras hipótesis podrían surgir a partir de nuevos estudios.

Elena Obieta, infectóloga y miembro de la SADI, apunta a que lo más probable es que sea más transmisible porque al haber mutado tanto, tenido tantos cambios en los aminoácidos de la proteína S, tiene evasión inmune, y eso la hace ser más contagiosa. “Ganó en transmisibilidad y perdió en letalidad”, precisa.

En investigación

Sin embargo, podría haber otras razones por las que el virus es más contagioso: podría tener que ver con la carga viral en la vía aérea superior, por ejemplo, o con cómo se comportan los aerosoles del virus en el ambiente.

“Dada la explosión de contagios actual [en verano], es probable que también haya que plantearse otros factores, además de su capacidad de adherirse y la rápida réplica en la vía aérea superior. Por ejemplo, que las características químicas de la proteína S de esta variante y su interacción con algunas proteínas de nuestras secreciones respiratorias hagan que sea más transmisible por aerosoles, aunque esto es especulativo”, reflexiona Stryjewski.

El mismo estudio también reveló que es menos probable que las personas vacunadas con una dosis de refuerzo transmitan el virus, independientemente de la variante. “Por ahora, vacunarse, ir por tres dosis y continuar los cuidados son las únicas respuestas con certidumbre científica”, opina Stryjewski.

En la Argentina

En Sudáfrica, país donde la variante se registró por primera vez, los casos están en baja desde el 17 de diciembre y se mantuvieron así luego del pico de contagios. Los datos de este y otros países, como Dinamarca y Noruega, dan esperanza de que la curva de contagios sea tan pronunciada como corta, por la alta transmisibilidad que tiene el virus.

En la Argentina, también se vio una diferencia entre la rápida suba de contagios, pero no en los casos de hospitalización. Hasta ahora, a pesar de tener más de 100.000 contagiados por día, la cantidad de pacientes en cuidados intensivos no aumentó de manera drástica. Los datos muestran que, con esta variante, la mayoría de las personas transitan la enfermedad en sus hogares, sin necesidad de asistencia médica.

Fernán Quirós, ministro de Salud de la ciudad de Buenos Aires, aseguró que esto se debe a la combinación de una variante que provoca síntomas más leves y la alta tasa de vacunación del país. Asimismo, declaró que el 65% de los que ocupan las camas de terapia intensiva son personas no vacunadas. Según la infectóloga Obieta, la baja tasa de internaciones está indudablemente relacionada con la vacunación.

En relación con las hipótesis sobre la levedad de ómicron y lo que se vio en la Argentina, Stryjewski analiza: “Hay evidencia creciente que muestra que dos dosis de vacuna no generan un nivel adecuado de anticuerpos neutralizantes contra la variante ómicron. Por lo tanto, es probable que si las vacunas tienen un efecto en evitar la enfermedad grave sea más por las características de la variante en sí (menos infección pulmonar) o por un nivel de inmunidad en las células T (que no se mide con anticuerpos)”.

En ensayos en animales, no hubo signos de inflamación peribronquial ni bronconeumonía

En pulmones ex vivo, ómicron avanzó más rápido que delta en la zona de los bronquios pero no continuó en el resto del tejido pulmonar