A partir de ahora se podrán producir implementos o repuestos para el instituto rosarino, soluciones innovadoras y más económicas
Por Patricia Martino
16 de febrero 2022 · La Capital
Celina Mutti Lovera
Máquinas. El nuevo espacio está equipado con una impresora de deposición y otra de fotopolimerización.
El Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR) ahora cuenta con un nuevo espacio equipado con impresoras 3D de usos múltiples. El flamante laboratorio de fabricación digital se enfocará en la producción de implementos o repuestos para el equipamiento del instituto, soluciones innovadoras y más económicas para el hacer científico. De esta manera, la ciencia rosarina sigue dando pasos firmes en su camino de crecimiento.
La investigadora Eleonora García Vescovi, presidenta de la Fundación IBR, explicó durante el lanzamiento del lab digital que se realizó ayer con una jornada de cooperación —organizada por la Fundación IBR & la Fundación Bunge y Born— que el espacio estará abierto a investigadores de otros institutos en proyectos específicos.
Durante el encuentro se expusieron todas las posibilidades que abre el nuevo espacio tanto para la producción de elementos estándar de laboratorio como para la búsqueda de nuevas soluciones. El director general de Che3D, Tomás Chernoff, brindó una charla introductoria sobre las tecnologías de fabricación digital. El laboratorio contará con una impresora de deposición (FDM) Prusa MK3S+ y la impresora de fotopolimerización de resina Creality LD 02R.
Durante la inauguración del espacio Nora Calcaterra, vicedirectora del IBR, agradeció a la Fundación Bunge y Born por el acuerdo de colaboración y también a las autoridades de UNR por acompañar el proyecto. La investigadora destacó el trabajo que se lleva adelante en el instituto, en el que 250 personas desarrollan sus actividades y es reconocido por la calidad de la ciencia en las diferentes líneas de investigación como bioplantas, biomedicina y la microbiología.
También mencionó que desde IBR se desarrollan muchas actividades de educación. “Se graduaron más de 200 doctores y así IBR es una gran contribución al ambiente educativo”, dijo. Además, “desde el campo productivo se impulsaron la mayor parte de los emprendimientos biotecnológicos de la región, ya que están siendo liderados por ex miembros del instituto”, subrayó y en ese sentido, remarcó: “Este acto trasciende la creación de un laboratorio de impresión 3D, es un acto fundacional para promover aún más el desarrollo y la ciencia de la educación y la innovación que terminaría beneficiando a toda la sociedad. Es un punto de inicio de colaboraciones futuras”.
García Vescovi detalló que el laboratorio digital tendrás tres finalidades específicas. Una tiene que ver con la construcción económica de implementos para la actividad científica: fabricación, reposición y reparación de instrumental o de pequeñas partes componentes de equipamiento científico. “Esta producción será única a demanda o a pequeña escala, y se podrá incrementar progresivamente su capacidad en función del equipamiento de impresión disponible”, detalló.
Por otra parte, destacó que se pensó el espacio para el diseño de equipamiento o instrumental científico innovador, con características y prestaciones no contempladas por el existente, generado “a medida” y destinado a proyectos específicos.
Además, se pondrán en marcha talleres de capacitación de personal científico, tanto para investigadores, becarios, personal de apoyo técnico y profesional como para docentes de universidad y escuelas de la región. También se contempla utilizar para dictar talleres de “Libre ciencia” destinados a alumnos de nivel secundario.
“El impacto de la concreción de este proyecto alcanzará no sólo a la comunidad del IBR, ya que se propone como un nodo capacitador de recursos humanos jóvenes en Steam (ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), con potencial salida laboral”, remarcó la presidenta de la Fundación IBR durante el lanzamiento que se puede ver en el canal de YouTube de la Universidad Nacional de Rosario (UNR).
El director general de Che3D viajó especialmente a Rosario para la puesta a punto de los equipos y se entusiasmó al conocer el IBR y los potenciales usos que se le podrá dar a las impresoras 3D. “Hoy vimos que había un dispositivo de barrido electrónico que originalmente sale 2 mil dólares y el técnico se volvió loco cuando le dijimos que tenían disponible estás máquinas para hacer repuestos. Algunos venían haciendo pruebas con equipos prestados, hogareños, hoy tienen disponible una equipo profesional, más fiel”, contó Chernoff, quien bromeó: “los argentinos somos los reyes de atarlo con alambre, ahora atará con filamentos”.
Para el también fundador de la firma que ensabla las impresoras 3D el éxito del proyecto será cuando “la maquina esté funcionando todo el día”.
Contentos con el protagonismo que tomó la impresión 3D en pandemia, muchos se volcaron a realizar objetos como hobby y otros en forma comercial elaborando, por ejemplo, máscaras faciales.
Chernoff se entusiasma con el poder de esta tecnología que “evoluciona y democratiza” gracias a su acceso a bajo costo. Advierte que se vienen proyectos más complejos. “Los equipos podían costar u$s 20 mil, después se liberan las patentes y pasaron a valer u$s 3 mil y hoy se puede conseguir una maquina a 35 mil pesos. Hay mucho para avanzar en proyectos de biotecnología como tejido humano a partir de células madres”, dijo.