Las tecnologías de sensores, acopladas a la genómica, llegaron para revolucionar los sistemas de producción y generar un cambio de paradigma en el manejo reproductivo, sanitario y nutricional del rodeo lechero.
Desde el inicio de la lechería, el tambero conocía, ayudado por el reducido tamaño de las explotaciones, la producción de sus vacas y su estado de salud y reproductivo. Sin embargo, el incremento del tamaño de los rodeos y de las producciones individuales requirió una gran cantidad de tecnologías en equipamiento y procesos que fueron cambiando el manejo del tambo.
Hoy la incorporación de tecnología de sensores (dispositivos electrónicos generalmente ubicados en collares o caravanas que envían datos a una PC o a un smarthphone), permite la medición de la actividad de cada animal, el tiempo que los animales están comiendo, la rumia, la temperatura, el peso corporal, la producción y la calidad de la leche. Algunos llegan a medir hasta la concentración de metabolitos y hormonas en la sangre. Todo en tiempo real. Estos sensores generan enorme cantidad de información, precisa e inteligente, para una mejor toma de decisiones en el negocio lechero.
“En los sensores de movimiento, que permiten determinar actividad, rumia, tiempo de consumo de alimento y temperatura corporal, hay numerosas opciones en collares y caravanas electrónicas que posibilitan determinar el patrón para cada uno de estos aspectos. Estos datos permiten detectar las vacas en celo y las horas de inactividad, y hacer diagnóstico de enfermedades posparto”, afirma Julián Bartolomé, Responsable de Reproducción en Select Sires & Juan Debernardi.
Sin pretender describirlos a todas por cuestiones de espacio, se puede decir que las empresas más importantes proveedoras de máquinas de ordeñe como DeLaval, GEA, Lely, Boumatic, etc. tienen soluciones de este tipo, acopladas a la medición de la producción diaria de leche y al manejo automatizado de la alimentación. Los collares MSD también permiten detectar rumia y actividad, y pueden estar acoplados a medidores de flujo de leche y puertas de aparte. En la versión caravana electrónica, CowManager (Select Sires Inc.) consta de módulos de fertilidad, salud, nutrición y uno muy particular denominada “Find my cow”, que permite localizar la vaca en el establecimiento con ventajas para realizar tareas como inseminación artificial, tratamientos sanitarios, etc. El sistema Affimilk también permite automatizar todos estos aspectos con su programa de soluciones avanzadas para la lechería.
Al hacer un poco de historia sobre estos temas, Gabriel Calderón, gerente de producto de MSD Animal Health Intelligence para Argentina y Chile, recuerda que los líderes de los sistemas de monitoreo animal fueron los israelíes. “Comenzaron midiendo cuantos pasos daba cada vaca y eso se relacionaba con la actividad diaria y con la producción de celo. Con el correr del tiempo se lograron otros desarrollos que incluyeron la identificación electrónica de la hacienda, las tecnologías de monitoreo del comportamiento animal en el campo y luego las herramientas que controlan el proceso de ordeño para hacerlo más sencillo y eficiente y evitar el sobreordeño lesivo para los animales”, sintetiza.
Otro capítulo importante es la automatización de la alimentación en los galpones. “Hay tecnologías que permiten hacer más eficiente el trabajo en los patios de comida y en la preparación de las raciones, su administración y el manejo de los comederos”, afirma Bartolomé. Existen robots que permiten acercar la comida a las vacas en los sistemas de compost barn o free-stall, así como mantener limpias las calles y los comederos. A su vez, los sistemas voluntarios de ordeñe (con robots), permiten suministrar alimento balanceado para complementar los requerimientos del animal de acuerdo a su producción diaria de leche.
Ordeñe
En los últimos años, en la sala de ordeñe también se ha incorporado tecnología que facilita y mejora la calidad del ordeñe. Las empresas proveedoras de este equipamiento más conocidas tienen disponibles sistemas con medición producción de leche diaria, indicadores de flujos de leche, evaluación de la calidad del ordeñe y de las características de la leche. Los sistemas robotizados agregan la posibilidad de ordeñe voluntario, donde todos estos procesos están automatizados.
Para la medición de producción diaria de leche -sin lugar a dudas una herramienta fundamental en la evaluación de la performance del rodeo lechero- existen alternativas para adoptar en sistemas de ordeñe convencional y robotizado. La posibilidad de medir la producción de cada vaca en cada ordeñe, y también algunas características de la leche, es una gran herramienta para la toma de decisiones. Estos sistemas no solo miden la producción de leche, sino que permiten evaluar su flujo por minuto y el tiempo que tarda cada vaca en ordeñarse. Algunos sistemas, además de los retiradores automáticos de pezoneras, han incorporado la preparación de la ubre, la estimulación y el sellado automático en la búsqueda de una excelente rutina de ordeñe.
Además, las máquinas de ordeñe pueden estar equipadas con sensores que permiten detectar casos de mastitis. Uno de ellas da la posibilidad de detectar el cambio en la conductividad eléctrica, que posibilita detectar las modificaciones en la permeabilidad capilar sanguínea que se produce durante la mastitis. Otros sensores detectan enzimas (por ejemplo, I-Lactato deshidrogenasa) o cambios de color (reflexión o generación de luz) que aparecen como respuesta a la infección. Recientemente se han desarrollado sensores que detectan el aumento en el conteo de células somáticas, tanto midiendo en la formación de gel (comparable al popular California Mastitis Test), como por medidas físicas del flujo de leche o por fluorescencia.
La evaluación automática en línea de la composición de la leche es otra tecnología de mucho interés en países especializados en la producción de quesos. Permite individualizar animales con alta y baja calidad de leche, monitorear la salud de la vaca, y en particular, separar leches, en tiempo real, de diferentes calidades con propiedades para producir quesos de determinadas características dentro de un mismo tambo.
Pero la tecnología va más allá. Carlos Calleri, gerente de Software de Manejo del Rodeo de DeLaval, dice que “hay herramientas que permiten predecir la posibilidad de desarrollo de varias enfermedades en las vacas lecheras. El proceso es así: se parte de una buena identificación de cada animal, que se complementa con sensores que recolectan información sobre la salud de las vacas. Estos datos son compartidos por todos los integrantes del equipo de trabajo del tambo a través de redes locales de wi-fi. Luego, mediante algoritmos, se puede predecir la posibilidad de desarrollo de cetosis o de fiebre de leche, por ejemplo, a través del seguimiento de distintos parámetros que consideran la producción y flujo de leche, entre otros indicadores.
Los sensores miden el tiempo que pasan los animales comiendo
Hoja de ruta
Para la incorporación de estas nuevas tecnologías lecheras se requiere una hoja de ruta con un orden de prioridades en las inversiones a realizar. “Para producir mucha leche de calidad hay que controlar todo el proceso productivo, no solo el ordeño; se debe partir de una correcta identificación de cada animal y luego se deben incorporar tecnologías progresivamente”, aconseja Carlos Calleri, gerente de Software de Manejo del Rodeo de DeLaval.
En la decisión práctica, algunos factores que van a influir en la adopción son la evaluación del costo-beneficio en cada caso, la complejidad de instalación y de uso, y el servicio técnico y de entrenamiento de los usuarios. “Otra clave en la incorporación es la integración con interfases entre cada uno de los sensores, las puertas de aparte y los softwares de manejo para simplificar la tarea del productor y de sus operarios”, sostiene Julián Bartolomé, de Select Sires &JuanDebernardi.
“Es importante que el productor se asesore en forma integral para tomar la decisión correcta al momento de incorporar este tipo de tecnologías pensando en el corto, mediano y largo plazo”, recomienda Bartolomé. La información que generan estos sensores, añade, deberá ser integrada y, a partir de algoritmos, conformar la llamada Inteligencia Artificial. Esta innovación tecnológica, explica el especialista, “permite mejorar la toma de decisiones para conducir a un mejor bienestar animal, a mayor rentabilidad del sistema y a la sustentabilidad de los tambos a largo plazo”.
Implementación en otros países
- La incorporación de tecnologías de última generación en el tambo requiere un esfuerzo económico para el productor, que hay que planificar muy bien para no cometer en errores. En ese sentido, puede ser útil conocer el proceso desarrollado en otros países
- En un trabajo publicado en el Journal of Dairy Sciences hace unos años, se informó la incorporación de estas tecnologías en Estados Unidos. La medición de la producción diaria de leche había sido adoptada por el 52,3% de los productores
- La actividad de la vaca era medida con sensores por el 41,3%; la detección de mastitis era utilizada por el 25,7%; la composición de la leche era medida por el 24,8% y la detección de celo era aprovechada por el 21,1%.
- Las determinaciones de consumo de alimento, temperatura y peso corporal eran utilizadas por el 10-12% de los tamberos. En menor medida, se aprovechaban las mediciones de actividad ruminal y comportamiento durante el descanso.
- Las determinaciones de masticación, salud de pezuñas y rengueras, frecuencia cardiaca, condición corporal, emisión de metano, frecuencia respiratoria y pH ruminal fueron menos instrumentadas
- En nuestro país, la adopción de estas tecnologías se encuentra en etapas iniciales. Para no errar el camino, hay que establecer un orden de prioridades y aceptar el apoyo de veterinarios, ingenieros agrónomos, nutricionistas, consultores especializados y productores con experiencia, con el auxilio de las empresas