El gobierno de China aprobó la variedad de soja tolerante a sequía HB4 de la compañía argentina Bioceres, que ya estaba autorizada a nivel nacional y en otros países del mundo, lo que habilitará la comercialización de este desarrollo biotecnológico al principal importador y consumidor de la oleaginosa.
La soja HB4 tolerante a sequía fue aprobada en 2015 por Argentina y luego también por los países de mayor producción mundial de este cultivo como Estados Unidos, Brasil y Paraguay en el año 2019 y Canadá en 2021.
La tecnología HB4 se desarrolló a partir de un descubrimiento realizado por profesionales de la Universidad Nacional del Litoral y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet) liderados por la doctora Raquel Chan. En las etapas tempranas de este proyecto, Bioceres, obtuvo la licencia para desarrollar la tecnología en especies de interés agronómico, iniciar estudios a campo y realizar todos los procesos necesarios para que los distintos cultivos modificados alcancen el mercado.
Esta tecnología, la única de este tipo a nivel mundial para el cultivo de soja, brindará la posibilidad estabilizar los rendimientos en áreas que experimentan problemas recurrentes de estrés hídrico, al mejorar hasta en un 20% los resultados, con respecto a las variedades de soja tradicionales, según ensayos realizados en 9 campañas y en más de 50 ambientes.
Para que la soja HB4 llegue a los campos argentinos restaba la aprobación de China como mercado de consumo. “Es necesario para el lanzamiento en Argentina, pero no así en Brasil y Estados Unidos. El único país que nos impuso la aprobación es Argentina, siguiendo usos y costumbres, y una vez que eso ocurra se pueden comercializar libremente en los tres países”, detalló el presidente de Bioceres, Federico Trucco en el año 2019 durante una entrevista con La Capital.
“Fue como un sueño cumplido ver de que una tecnología que salió de la provincia de Santa Fe, de la Universidad Nacional del Litoral, fue subiendo y primero logró la aprobación local, después en Brasil y finalmente en la meca de la biotecnología mundial que es el mercado norteamericano”, agregó.
La compañía apuntó a resolver un problema que viene aquejando a la agricultura argentina en los últimos años con períodos de ciclos Niña, caracterizados por fuertes sequías. También para apuntalar la tecnología hacia un cultivo que viene en retroceso en el país y para el cual hay menor cantidad de desarrollos disponibles en los últimos años. En la campaña 2020/21 la producción de soja llegó a las 45 millones de toneladas, mientras que este nivel se redujo a 41,2 millones en el ciclo 2021/22.
Esta información repercutió inmediatamente en el mercado bursátil. Las acciones del Grupo Bioceres en el Nasdaq de los Estados Unidos llegaron a experimentar una suba del 26%.
Bioceres integra el grupo Bioceres Crop Solutions (Biox), donde participan capitales argentinos. Está formado en un 50% por Bioceres, donde confluyen unos 300 productores agropecuarios y empresarios reconocidos como Hugo Sigman y Gustavo Grobocopatel. El otro 50% está en manos del mercado.
Trucco planteó en su momento que “esta tecnología puede ser utilizada en casi 80 millones de hectáreas de soja, el 80% de lo que es la superficie mundial, y es sorprendente” y detalló que “no hay antecedente de compañías de Latinoamérica o que no sean de Norteamérica que hayan logrado ese lugar”.
La tecnología argentina que llegará al mercado de la mano de Bioceres, permitirá estabilizar los rindes en zonas con estrés hídrico recurrente. Los ensayos demuestran que mejora los resultados en un 13% en promedio en condiciones de estrés pudiendo alcanzar hasta un 30% en condiciones de sequía severa.
Emprendedores
Bioceres es una de las fundadoras de SF500, el fondo de inversión que apoya a proyectos y emprendedores de base científico tecnológicas. La iniciativa que cuenta con la participación de otras empresas e integra la provincia de Santa Fe busca crear 500 nuevas start up de base científica tecnológica en los próximos 10 años.