La mayoría son personas con más de una comorbilidad y mayores de 60 años. Hay un niño en cuidados críticos
Los números reflejan lo que los terapistas vienen observando durante la tercera ola de Covid: los internados con complicaciones severas a causa del virus son muy pocos en relación a la primera y segunda ola.
Las altas tasas de vacunación marcaron la diferencia en la Argentina y los demás países con buena cobertura.
Aunque Ómicron fue menos “agresiva” que las anteriores variantes, lugares del mundo donde la vacunación solo alcanza al 30% o 40% de la población tuvieron una cantidad relevante de pacientes en cuidados críticos.
Hoy en Rosario permanecían en terapia intensiva de sanatorios privados y hospitales públicos solo 25 personas, en su mayoría con neumonía bilateral.
También hay enfermos internados con problemas digestivos severos (hemorragia intestinal) o que sufrieron un accidente cerebrovascular y cuya condición se agravó a causa del Covid.
Según datos que brindó el Ministerio de Salud de Santa Fe, este jueves en toda la provincia son 36 los internados en cuidados críticos, 15 de ellos están en efectores de Rosario y zona.
Se suman, en la ciudad, otros 10 que están siendo asistidos en el ámbito privado, de acuerdo a datos brindados por la Asociación de Clínicas y Sanatorios.
Salvo un paciente en edad pediátrica que está en terapia, quienes se encuentran internados con complicaciones graves causadas por Covid son adultos y en su mayoría superan los 60 años.
En toda la provincia, de acuerdo a los registros oficiales, 30 de los 36 internados en terapia intensiva tienen factores de riesgo.
El 20% no está vacunado. El 13% tiene colocada una dosis, el 43% dos dosis (muchos de los cuales superaron los cinco meses de la segunda) y el 24% tiene las tres dosis.
“Son muy pocos los pacientes graves, considerando que hemos tenido 250 mil contagios en dos meses y medio en Santa Fe. El hecho de que la mayoría de los ingresados en UTI tenga al menos una dosis de vacuna se relaciona con que el porcentaje de vacunados santafesinos es muy alto. El 92% de la población tiene al menos una vacuna y 85% dos. Los no vacunados son realmente una minoría y eso se refleja también de manera proporcional en las terapias. Sin vacunas el panorama hubiese sido otro, sin dudas“, dijeron desde el Ministerio de Salud.
“Que tengamos tan pocos pacientes en terapia en la tercera ola es resultado de las vacunas que cambiaron el escenario que vimos en la primera y la segunda ola. Además Ómicron fue menos patogénica”, dijo Carlos Lovesio, encargado de Terapia Intensiva y Clínica Médica del Sanatorio Parque, formador de varias generaciones de especialistas con más de 50 años de profesión, quien no dejó la unidad de cuidados críticos desde que llegó el primer paciente con Covid a esa institución.
“Aun con una tasa de infección muy alta por Ómicron los casos fueron leves. En el sanatorio, tuvimos días de 800 consultas en la parte ambulatoria y el 60% daba positivo, pero pocos se internaron”, recordó el médico sobre lo que pasó hace aproximadamente un mes, en el momento de mayor cantidad de contagios por la nueva variante.
Respecto del perfil de los internados al día de hoy, también es distinto a lo que se vio en los picos anteriores de la pandemia.
“El comportamiento de la primera y segunda ola fue similar en cuando a la cantidad de personas que llegaban diariamente a terapia. Hemos tenido 40 pacientes intubados al mismo tiempo, algo nunca visto. Ahora, en la tercera ola, en el momento más álgido fueron 8 pacientes los que pusimos en respirador”.
“Lo que vemos actualmente es que los internados son personas con muchas condiciones de riesgo previas. Pacientes obesos mórbidos, con deterioro neurológico, con diabetes, personas con inmunosupresión. En estos individuos con tantos problemas de salud las vacunas ayudan pero por supuesto no logran atenuar todos los cuadros”, reflexionó el médico.
Marcadas diferencias
“Creo que las vacunas se van a instalar como una constante en la pandemia. Ya se está hablando de cuarta dosis y considero que es la manera de sobrellevar esto”, mencionó Lovesio. Y añadió: “Ojalá ya no tengamos situaciones como las de las primera o segunda ola, más allá de que no se puede predecir con certeza”.
Carina Balasini, subtitular de la regional CABA y Gran Buenos Aires de la Sociedad Argentina de Terapia Intensiva, médica en el Hospital Pirovano y el Hospital San Martín de La Plata, dijo a La Capital que “en esta etapa estamos viendo pacientes más añosos en terapia que no están vacunados, y entre los vacunados realmente son individuos con muchas comorbilidades”.
En las salas de cuidados críticos “la mayoría está internado por neumonía bilateral, que es la gran complicación que genera el Covid, pero en sala general -agregó- hay personas con problemas gastrointestinales por el virus, por ejemplo”.
Faltan terapistas en todo el país
Respecto a la situación que vive el personal de salud de las terapias intensivas de todo el país, la médica volvió a manifestar algo que los intensivistas reclaman desde hace más de una década: falta personal capacitado para cubrir la demanda, algo que quedó completamente expuesto en la pandemia.
¿Las razones? Una especialidad de enorme dedicación y esfuerzo con bajos salarios. Por ende, quienes se reciben de médicos no suelen elegir este camino.
“Ahora, en la tercera ola, la situación no es mejor porque si bien tenemos menos pacientes hay menos gente para asistirlos. Luego de las dos primeras olas muchos especialistas se retiraron de esta actividad y se fueron a otras áreas porque el desgaste fue inmenso: a nivel gubernamental no se nos reconoció ese esfuerzo. Siempre faltaron médicos que se dediquen a los pacientes más graves pero hasta ahora no hemos logrado mejoras salariales que compensen la dedicación plena y la formación que debe ser incesante para quien está en una terapia. Ni siquiera hubo un cambio en esta pandemia de Covid donde nuestro trabajo se hizo más visible que nunca. Es un problema serio que en algún momento debe resolverse”, enfatizó la profesional.