El director General de MSD Salud Animal en la Región Sur se refirió a las enfermedades emergentes, el impacto de la pandemia y la resistencia a los antibióticos
La posibilidad de que el virus del Covid-19 haya tenido origen animal puso en evidencia que al momento de comprender y afrontar los riesgos sanitarios mundiales es importante hacerlo partiendo desde el concepto “una sola salud”. Esto es, ser conscientes de que la salud humana y la salud animal son interdependientes, ya que comparten un mismo ecosistema.
Se trata de un enfoque que impulsa la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y que Tiago Arantes, director general de MSD Salud Animal en la Región Sur, reconoce como “el mayor desafío” que se enfrenta a nivel global.
En rigor, en diálogo con LA NACION el ejecutivo habló sobre las enfermedades emergentes, el impacto de la pandemia, el incremento de la resistencia a los antibióticos y la coyuntura internacional. Recordó que muchas de las enfermedades se trasmiten de los animales a los humanos y advirtió que debería preocupar el número de personas que se mueren por enfermedades resistentes.
“La salud animal y la humana están mucho más conectadas de lo que nos imaginamos y tenemos que ser muy conscientes de esto”, indicó. Dijo que se unieron a la estrategia global de “One Health” o “Una salud” porque entienden que “las personas y los animales conviven en un mismo ambiente y deben vivir en equilibrio constante para tener un mundo mejor y más saludable”.
Por esa razón, dijo que como empresa buscan “nuevas estrategias que puedan atacar este problema de manera multisectorial” porque entienden que “el bienestar animal es sinónimo de sustentabilidad”.
Con la pandemia como presente y frente al temor que generan las enfermedades emergentes, indicó que cuando se habla de salud animal, “la prevención es igual de importante que en la salud humana”. En ese sentido, sostuvo que trabajan al lado de sus clientes y de los médicos veterinarios para “evitar futuras crisis”. Además, subrayó que buscan crear soluciones a medida de cada productor porque son conscientes de que “trabajar en la prevención es mucho más económico que combatir una enfermedad”.
En este contexto, también se refirió a la resistencia a los antibióticos. En rigor, subrayó que la OMS comunicó que aproximadamente más de 700.000 personas se mueren en el mundo por año por enfermedades causadas por bacterias resistentes. “Es un tema que nos debería preocupar a todos por igual. Muchas de las enfermedades que conocemos se transmiten desde los animales a los humanos y es aquí donde podemos actuar”, dijo.
Destacó: “Muchas bacterias, virus, hongos o parásitos se están volviendo resistentes al uso de antimicrobianos y es por eso que muchos microorganismos pueden neutralizar a los medicamentos que aplicamos”.
Por esta razón, Arantes dijo que en la compañía trabajan en la innovación constante de medicamentos y en invertir en nuevas tecnologías para combatir a estas bacterias, haciendo una utilización responsable de los antibióticos. Añadió: “Se necesita aumentar la inversión en salud animal que hará mejorar la producción y más rentable”.
Sobre cómo está afectando al mercado la coyuntura internacional por la invasión de Rusia a Ucrania, indicó que el conflicto no paralizó su trabajo en región. “Por razones humanitarias, la compañía tiene la responsabilidad de seguir suministrando medicamentos y vacunas esenciales en Rusia”, dijo. Explicó que cualquier beneficio resultante de las operaciones de la compañía en el país gobernado por Vladimir Putin “se donará a causas humanitarias” y que mantendrán el intercambio de información científica con las partes interesadas en áreas terapéuticas críticas.
Contó que la pandemia tampoco detuvo a la firma. Dio como ejemplo que el equipo de avicultura presentó un nuevo servicio de monitoreo a distancia con lentes inteligentes que permitió a los asesores estar cerca y continuar con la supervisión en las plantas por más que hubiera barreras físicas. “Esto es solo una muestra de que se puede seguir innovando, apostando por el uso de la tecnología y datos para estar cerca y mejorar la producción”, dijo.
Agregó que a pesar de la pandemia durante el año pasado tuvieron “varios lanzamientos y este año no será la excepción”. Detalló que cuentan con aproximadamente 200 proyectos en marcha que incluyen proyectos farmacéuticos y de vacunas en áreas terapéuticas clave que “proporcionan una plataforma sólida para nuevos avances en la medicina veterinaria”.
También Arantes detalló que tienen una división de inteligencia animal en donde se han desarrollado dispositivos de monitoreo, sistemas de automatización de ordeño, sistemas de identificación de ganado y plataformas de salud animal que permiten a los ganaderos tener producciones más eficientes.
Con la mirada puesta en el futuro, dijo que el principal reto “es seguir innovando en tecnología, en productos y servicios, apostando a la investigación constante, al uso de datos como nuevo aliado y buscando mejores soluciones y trabajando al lado del médico veterinario o el productor en la construcción de nuevas estrategias para la salud animal. Para sacar el máximo potencial a la industria es imprescindible y ser sustentables; se tiene que invertir en sanidad animal”.