La campaña de refuerzo de la triple viral y la anti poliomielitis tiene muy baja adhesión en Rosario. Se inoculó apenas el 33 por ciento de los menores entre 13 meses y cuatro años
El Ministerio de Salud de la provincia reforzará la campaña de refuerzo de las vacunas triple viral y anti poliomielitis para chicos de entre 13 meses y 4 años. Durante todo este fin de semana habrá puestos de vacunación en espacios públicos como el parque Independencia o la zona de la costa. Y, a partir del lunes, los equipos de salud visitarán jardines de infantes y escuelas para inocular a los niños. La importancia de que estén protegidos es conocida: “Si se reduce la cobertura, corremos riesgo de que vuelvan a aparecer enfermedades como sarampión, rubeola o poliomielitis”, enfatizó el subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud, Sebastián Torres.
Aun así, en Argentina (y también en otros países del mundo) las tasas de vacunación vienen cayendo. Un problema que se profundizó durante los momentos más críticos de la pandemia y puede poner en riesgo la salud de cientos de miles de niños.
Resistencia, desconfianza o apatía, lo cierto es que a las autoridades sanitarias les está costando que los padres lleven a sus hijos a los vacunatorios. Y el caso de la campaña de refuerzo de las vacunas triple viral y anti poliomielitis no escapa a esta realidad.
De acuerdo a los últimos datos del Ministerio de Salud santafesino, se alcanzó apenas al 46,9 por ciento de los 174.521 niños de entre 13 meses y 4 años que se espera vacunar. Y si el promedio aún es escaso, revisar las diferencias entre los distintos departamentos muestra grandes desigualdades.
Mientras en Constitución, San Jerónimo o San Justo superan el 70 por ciento de menores vacunados, en Rosario apenas se alcanzó el 33 % de la población que debe recibir la vacuna.
Estar más cerca
El subsecretario de Promoción y Prevención de la Salud recordó que la campaña nacional es obligatoria y gratuita. Se aplican dos vacunas _triple viral y anti poliomielitis_ a menores que hayan cumplido entre un año y un mes y 4 años.
Si bien en el país se erradicó el sarampión, la rubeola y la poliomielitis, “que caigan las coberturas de vacunación implica el riesgo de que vuelvan a aparecer estas enfermedades y recircular”, señaló Torres.
El caso de polio detectado en Brasil, después de 33 años sin diagnosticarse la enfermedad, encendió los alertas. “Es una muestra de la gravedad que tiene no vacunar a los niños”, resumió el funcionario y recordó que se trata de una infección altamente contagiosa que afecta al sistema nervioso central y puede ocasionar parálisis permanente en piernas o brazos. La enfermedad, además, afecta particularmente a los menores.
Torres recordó que el último gran brote de polio fue en la década del 50 y advirtió que si, justamente, la enfermedad parece muy, pero muy lejana, casi de la edad media, es debido al éxito de las vacunas.
Redoblar esfuerzos
Con el objetivo de mejorar la performance de la campaña sanitaria, este fin de semana los esfuerzos se concentrarán en las ciudades de Rosario y Funes. El sábado, de 15.30 a 19, un móvil sanitario se ubicará en el parque Independencia. El mismo día, de 10 a 16, se vacunará en el Paseo de la Estación de Funes.
Y el domingo, de 15.30 a 19 estará en el Mercado de Frutos Culturales. Los dos días, además, se vacunará contra el Covid, a adultos y niños y se completarán los calendarios de vacunación de adultos.
Pero el mayor desafío será el que se emprenda a partir del lunes cuando los agentes de salud lleguen a jardines de infantes y escuelas con las vacunas.
Torres recordó que, a diferencia de la vacunación Covid, la triple y la antipoliomielítica forman parte del calendario obligatorio de vacunas. Aún así, sostuvo que no se vacunará a aquellos chicos que no tengan autorización de sus familias.
Desde el inicio de la campaña, los jardines particulares y el Ministerio de Educación de la provincia se comprometieron a trabajar en conjunto con las autoridades sanitarias. Durante las primeras semanas del operativo mandaron información a los hogares de sus alumnos con los días y horarios de los vacunatorios.
Ahora serán los mismos jardines o escuelas los lugares donde se vacune.
Según confía Torres, esta política de cercanía permitirá mejorar los índices de protección. “Las ciudades son siempre más difíciles por su extensión y porque tienen mayor población, pero estamos seguros que llevando las vacunas cerca de las familias vamos a tener mejores resultados”, concluyó.