El país se enfrenta a una ola de contagios para la que está mal preparado; solo el 40% de los mayores de 80 años recibieron dosis de refuerzo de la vacuna
PEKÍN.– Con el fin de la política de tolerancia cero sobre el Covid provocada por las protestas populares, China ahora enfrenta la posibilidad de que el virus se propague “rápidamente”, advirtió ayer un reputado epidemiólogo consejero del gobierno.
Las autoridades sanitarias chinas anunciaron el miércoles una flexibilización general de las restricciones anti-Covid, tras las manifestaciones históricas contra las medidas, y también como estrategia para relanzar la segunda economía mundial.
Con el fin de los tests PCR sistemáticos y a gran escala y la posibilidad de aislarse en casa en los casos leves y asintomáticos, el país está registrando cifras máximas de infecciones.
“Actualmente, la epidemia en China (…) se propaga rápidamente, y en estas circunstancias, sea cual sea la fuerza de la prevención o del control, será difícil cortar completamente la cadena de transmisión” del virus, alertó Zhong Nanshan, un de los principales expertos sanitarios que aconsejan al gobierno desde el inicio de la pandemia, en una entrevista a los medios estatales publicada ayer.
“Las subvariantes actuales de ómicron (…) son muy contagiosas”, agregó. “Una persona la puede transmitir a 22 personas”, precisó.
El país se enfrenta a una ola de contagios para la que está mal preparado, con millones de personas mayores que siguen sin estar completamente vacunadas y hospitales sin la capacidad para acoger a tantos pacientes. Solo el 40% de los mayores de 80 años recibieron dosis de refuerzo de la vacuna, más la desarrollada por Pekín que demostró ser menos efectiva que otras para combatir el Covid.
Ayer, en Pekín, se formaron largas filas delante de las farmacias para almacenar medicamentos contra la fiebre y test de antígenos.
Un estudio de Airfinity, una empresa que analiza datos de salud, habla de un riesgo potencial de una cifra de contagiados de entre 1,3 y 2,1 millones de personas.
“Tengo miedo de salir”, dijo Liu Cheng, una madre de dos hijos que vive en el centro de la capital china. Muchos de sus amigos tienen síntomas o dieron positivo, agregó.
Además, observan los expertos, la política de tolerancia cero hasta ahora ha evitado la propagación del virus, por lo que la mayoría de la población no ha desarrollado ninguna inmunidad natural al no haber contraído Covid.
Las autoridades sanitarias informaron 1661 nuevas infecciones en
Pekín el sábado, un 42% menos que las 3974 del 6 de diciembre, un día antes de que las políticas nacionales se relajaran drásticamente.
Pero la evidencia sugiere que hay muchos más casos en la ciudad de casi 22 millones de personas donde todos parecen conocer a alguien que contrajo Covid.
“En mi empresa, la cantidad de personas que son covid negativas es cercana a cero”, dijo una mujer que trabaja para una empresa de turismo y eventos en Pekín que pidió ser identificada solo como Nancy. “Nos damos cuenta de que esto no se puede evitar: todos tendrán que trabajar desde casa”, dijo.
El domingo es un día laborable normal para las tiendas en Pekín y suele estar muy concurrido, especialmente en lugares como el histórico barrio de Shichahai, donde hay muchas boutiques y cafeterías.
Pero pocas personas estaban afuera ayer y los centros comerciales en Chaoyang, el distrito más poblado de Pekín, estaban prácticamente desiertos.
“Un mayor riesgo de infección mantendrá deprimido el gasto en personal durante meses después de la reapertura”, dijo Mark Williams, economista jefe para Asia de Capital Economics.