El Hospital de Niños Víctor J. Vilela consiguió llevar a cero la mortalidad en las intervenciones de bebés y niños con cardiopatías congénitas. El logro es de un equipo de médicos y trabajadores de la salud pública que apoyándose en el recorrido de los pioneros locales en esta área de la medicina, y en las experiencias de otros centros médicos de referencia, redoblaron la apuesta en los últimos años y generaron cambios que permitieron realizar 104 cirugías y 81 procedimientos de hemodinamia desde 2022.
Desde 2006 existe en la Argentina el Programa Nacional de Cardiopatías Congénitas que permitió federalizar la atención a los niños y niñas que nacen con problemas en el corazón. El Vilela es uno de los 11 centros que fueron seleccionados para formar parte de este plan que funciona en el país, pudiendo realizar en la ciudad tratamientos de complejidad que antes solo se resolvían en Buenos Aires.
El crecimiento y los cambios que se dieron en el Departamento de Cardiología Pediátrica, Cirugía Cardiovascular Pediátrica y Neonatal y Cardiología Intervencionista del Vilela “fueron posibles gracias a la organización inicial del Doctor Oscar Saravalli, durante 20 años”, destacó Aníbal Gentiletti, director del área.
Un nuevo impulso fue necesario, y fue por eso que se reorganizaron para mejorar los procesos y los resultados, algo que hoy pueden mostrar con orgullo, ya que se consiguió “tener moralidad cero en las intervenciones“.
La incorporación del reconocido especialista Pablo García Delucis, un experto del Hospital Garrahan que viene a Rosario a operar todos los meses, fue una de las decisiones que generaron beneficios sustanciales para los pacientes, explica Gentiletti a La Capital.
“Y el hecho de tener un equipo comprometido y sólido, con pediatras cardiólogas de primer nivel (la mayoría son mujeres), personal administrativo que cumple un rol fundamental en la gestión, terapistas, enfermeros, anestesiólogos especializados, recuperadores cardiovasculares, profesionales de salud mental, y todos los que participan, hace posible que actualmente se pueda dar respuesta de manera más eficaz y así poder seguir formando parte del Programa Nacional (que desde 2023 es Ley)”, profundiza el cardiólogo.
Alertas
En los años que lleva funcionando el programa ha habido situaciones que más de una vez encendieron las alertas ante demoras en la entrega de fondos y otros problemas. La última vez que estuvo en la agenda de los medios de comunicación fue a fines del año pasado cuando Javier Milei asumió en el gobierno nacional y se generaron dudas sobre la continuidad del programa. ¿Por qué? Porque en 2023, cuando se votó la ley de cardiopatías congénitas, Milei era diputado y su voto fue negativo (de hecho, el proyecto tuvo solo dos votos en contra, el otro fue el de Victoria Villarruel, actual vicepresidenta de la Nación).
Sin embargo, a cinco meses de la asunción del mandatario, “nosotros no tenemos conocimiento de recortes”, señaló el médico, quien agregó con énfasis: “Quiero destacar que tanto a nivel de Salud provincial como municipal, los funcionarios han tomado un compromiso y contamos con ese apoyo y respaldo indispensable para seguir adelante y crecer pase lo que pase”.
Avances en el Vilela
Gentiletti muestra datos que evidencian los avances en cuanto a recursos humanos y tecnológicos en el Vilela: hay un mayor número de médicos que reciben formación de pre y posgrado en estas especialidades, asistencia inmediata de profesionales preparados en el área de terapia (casi la mitad de estos pacientes necesita cuidados intensivos posoperatorios), incorporación de métodos de diagnóstico como resonancia magnética, ecocardiografía tridimensional, tomografía computarizada y avances en el diagnóstico fetal, además de mejoras en las técnicas quirúrgicas y percutáneas.
“Nuestro hospital tiene un servicio de pediatría con 8 salas de internación con 120 camas, 10 de ellas en cuidados intensivos y cuatro de recuperación cardiovascular”, detalló Gentiletti.
El trabajo en red con las maternidades municipales también es un punto muy importante que mejora los diagnósticos y las posibilidades de intervención de bebés recién nacidos.
Hoy, la detección de cardiopatías del feto es habitual y permite programar las intervenciones a los pocos días del nacimiento, “algo impensado décadas atrás en un hospital público”, remarca el especialista.
Los problemas más frecuentes en patologías congénitas del corazón, que afectan aproximadamente al 1% de los bebés (un número relevante ya que solo en Argentina implica unos 7 mil diagnósticos por año), son:
Cortocircuitos izquierda derecha: Se produce un defecto en las estructuras cardíacas que separan la circulación sistémica de la pulmonar, produciéndose el paso de sangre de la primera a la segunda. En este grupo se encuentran la comunicación interauricular, comunicación interventricular y el ductus arterioso persistente, entre otras.
Lesiones obstructivas: Dificultan la salida de la sangre de las cavidades cardíacas. Entre ellas están las estenosis aórtica y pulmonar y la coartación aórtica.
Cardiopatías congénitas cianóticas: Impiden la adecuada oxigenación de la sangre que llega a los tejidos, por lo que aparece cianosis (coloración azulada de la piel y las mucosas). Las más frecuentes son la transposición de grandes vasos, la tetralogía de Fallot y la anomalía de Ebstein.
Mostrar las experiencias
En el marco del Congreso Nacional de Cardiología (de la Federación Argentina de Cardiología) que se llevará adelante en Rosario los días 30 y 31 de mayo y 1 de junio, se realizará el Primer Pre Congreso de Cardiología Pediátrica (organizado por el servicio de Vilela) con expositores nacionales e internacionales y donde el equipo local mostrará los avances.
Será el 29 de mayo durante toda la jornada. Habrá módulos dedicados a la medicina fetal, la cirugía cardiovascular pediátrica, cardiología intervencionista. Tendrá lugar en la sede de Gobierno de la UNR en Maipú 1065.
La Capital