8 de Febrero de 2021
THE WALL STREET JOURNAL
Según expertos, el coronavirus seguirá circulando durante años, o incluso décadas, y la sociedad tendrá que convivir con el Covid como lo hace con otras enfermedades endémicasReuters
NUEVA YORK.- Las campañas de vacunación prometen frenar el avance del coronavirus , pero a esta altura tanto los gobiernos como las empresas saben que la advertencia de los epidemiólogos era cierta: el coronavirus seguirá circulando durante años, o incluso décadas, y la sociedad tendrá que convivir con el Covid como lo hace con otras enfermedades endémicas, como la gripe común, el sarampión o el HIV.
La contagiosidad del coronavirus, la aparición de nuevas cepas y el escaso acceso a las vacunas en grandes partes del mundo probablemente hagan que el Covid-19 pase de ser una pandemia a ser una enfermedad endémica, imprimiendo cambios de conducto personales y sociales a largo plazo, según los epidemiólogos.
“Si pensamos en las cinco etapas del duelo, tenemos que llegar a la fase de aceptación y entender que nuestra vida no volverá a ser igual”, dice Thomas Frieden, exdirector de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC). “Creo que el mundo todavía no termina de absorber que algunos de estos cambios son para siempre.”
Si pensamos en las cinco etapas del duelo, tenemos que llegar a la fase de aceptación y entender que nuestra vida no volverá a ser igual
Pero los especialistas en enfermedades infectocontagiosas dicen que el Covid endémico no necesariamente implicará una continuidad de las restricciones, sobre todo teniendo en cuenta la gran efectividad de la vacuna para impedir casos graves de la enfermedad y reducir el número de internaciones y fallecimientos. En Israel, con un tercio de la población vacunada, las internaciones cayeron un 30%, y se espera un desplome de los fallecimientos en las semanas por venir.
Cómo se preparan las organizaciones para el coronavirus
Pero algunas organizaciones ya se preparan para un largo futuro donde los mecanismos de prevención, como el uso de barbijo, la ventilación de espacios cerrados y los testeos, de una y otra forma, seguirán siendo parte de nuestras vidas. De ahí el rápido surgimiento de una nueva industria del Covid potencialmente muy lucrativa, ya que muchas empresas están invirtiendo en bienes y servicios conectados con la seguridad sanitaria, como equipos de monitoreo de la calidad del aire, filtros especiales, kits de diagnóstico exprés y otras novedades.
Para este año se prevé un incremento de la producción de pruebas PCR a nivel mundial, y hay empresas como la norteamericana Quest Diagnostics Inc. que apuestan a que millones de personas tendrán que hisoparse para poder ingresar a recitales, eventos deportivos y celebraciones familiares.
“Damos por sentado que esto durará al menos cuatro años, o que será eterno, como con la gripe”, dice Jiwon Lim, vocera de la empresa surcoreana SD Biosensor, Inc., un fabricante que se prepara para duplicar la producción de kits de testeo domésticos. Los grandes laboratorios —los suizos Novartis International AG y Eli Lilly & Co.- ya han invertido en nuevas posibles terapias para el Covid. En la actualidad, hay más de 300 en desarrollo.
Las aerolíneas como Lufthansa se están reestructurando para enfocarse en vuelos cortos dentro de Europa, y dejar de lado las rutas del Pacífico, donde varios países ya han anunciado que mantendrán cerradas sus fronteras durante todo el año, o incluso más. Algunos aeropuertos planean implementar algún sistema de pasaportes de vacunas que permita viajar a los ya inmunizados. Los restaurantes invierten más en servicios de comida para llevar o de delivery. Las plantas empacadoras de carnes de Canadá y Europa están comprando brazos robóticos para reducir la cantidad de obreros por línea de montaje y el consiguiente riesgo de contagio.
¿Es el coronavirus endémico?
Una enfermedad es endémica cuando persiste en el tiempo pero se vuelve manejable, como la gripe. La extensión del contagio, dicen los epidemiólogos, varía según cada enfermedad y situación geográfica. La rabia, la malaria, el HIV y el zica son todas enfermedades infectocontagiosas endémicas, pero su prevalencia y su costo en vidas humanas varía mucho a nivel global.
“A la mayoría de los virólogos se nos hizo evidente que el coronavirus se volvería endémico desde muy al principio de la pandemia, cuando vimos que los gobiernos no pudieron impedir que se propagara por el mundo”, dice John Mascola, director del Centro de Investigación de Vacunas de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos. “Cuando un virus es tan transmisible entre humanos, y la población no está inmunizada, se esparcirá por todos lados y en cada ocasión que encuentre: es como una filtración en un dique.”
Los inmunólogos ahora esperan que las vacunas impidan los contagios, una confirmación que reduciría drásticamente la propagación del virus. Un estudio de la Universidad de Oxford publicado esta semana revela que quienes reciben la vacuna de AstraZeneca serían menos propensos a contagiar a otros la enfermedad.
Igual habrá inmensos bolsones poblacionales que quedarán fuera del rango de alcance de la vacuna por tiempo indefinido, dando lugar al virus para siga circulando a su antojo.
Una enfermedad con la que hay aprender a convivir
Todavía no hay vacunas autorizadas para su utilización en niños pequeños, y los problemas de suministro dejarán a la mayor parte del mundo en desarrollo sin una solo dosis hasta fines de 2022, en el mejor de los casos. Mientras tanto, los que rechazan la vacuna en Europa son cada vez más: menos de la mitad de los franceses están dispuestos a poner el brazo, según una reciente encuesta de YouGov.
A medida que los científicos desarrollen nuevos tratamientos, “el Covid-19 se irá convirtiendo en una enfermedad con la que podemos convivir”, dice Rachel Bender Ignacio, experta en infectocontagiosas del Centro Fred Hutchinson de Investigaciones contra el Cáncer, Seattle. En ese sentido, dice Ignacio, habrá que desarrollar terapias para las incapacitantes secuelas y síntomas persistentes del Covid que algunos pacientes sufren durante meses, como la niebla mental, la pérdida del olfato, y problemas digestivos y cardíacos.
Algunos países, como Australia y Nueva Zelanda han logrado bajar a un dígito su conteo diario de casos, pero nunca tuvieron brotes masivos como se siguen dando en América y Europa. Incluso así, ambas naciones insulares han visto cómo el virus se filtraba a través de sus estrictas restricciones a los viajes.
“Con este tipo de virus, la vara del éxito no debería ser su erradicación o eliminación”, dice Mike Ryan, director ejecutivo del programa de emergencias de la Organización Mundial de la Salud (OMS). “Tenemos que llegar a ese punto en que nosotros controlamos el virus, y no el virus a nosotros.”
Las enfermedades que se contagian aunque el portador no tenga síntomas -como suele pasar con el nuevo coronavirus-, son especialmente difíciles de erradicar. Y los virus respiratorios, otra vez, como el coronavirus, suelen volverse endémicos, porque se contagian a través de actos usualmente inofensivos, como respirar o hablar, y son especialmente aptos para infectar las células humanas.
Las nuevas variantes del coronavirus contienen mutaciones que parecen haberlo vuelto más apto aún para infectar células humanas o esquivar algunos anticuerpos, y preocupa que las vacunas no sean tan efectivas contra ellas. Los científicos señalan que el monitoreo de nuevas variantes será fundamental para los programas de vacunación a largo plazo. Comprender esas características ayudará a determinar si las vacunas deben ser actualizadas periódicamente, como ocurre con la gripe.
Las vacunas seguirán siendo igualmente importantes cuando la pandemia ceda y el Covid-19 se convierta en una enfermedad endémica.
“La gente parece pensar que cuando un virus se vuelve endémico, se atenúa y es menos grave”, dice Angela Rasmussen, viróloga del Centro de Ciencias y Seguridad de la Salud Global de la Universidad de Georgetown. “Pero es una concepción errónea.”
The Wall Street Journal (Traducción de Jaime Arrambide)