La Casa Blanca decidió lanzar un nuevo esfuerzo para cubrir lo que los inmunólogos llaman “la última milla” en la lucha contra el virus
Rafael Mathus Ruiz CORRESPONSAL EN EE.UU.
WASHINGTON.– La variante delta del coronavirus, que se originó en la India y es más contagiosa que la cepa original de virus, ya causa la mayoría de los contagios en Estados Unidos, indicaron los Centros para el Control y la Prevención de las Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). El gobierno de Joe Biden anunció una nueva ofensiva para ampliar la campaña de vacunación, que ha perdido fuerza en las últimas semanas ante la reticencia de alrededor de un tercio del país a inmunizarse.
Los últimos datos de los CDC sobre los nuevos contagios indican que la variante delta, también conocida como B.1.617.2, ya representa el 51,7% de todos los casos nuevos de Covid-19 en todo el país detectados hasta el 3 de julio.
La preocupación entre las autoridades por el avance de la variante delta en el país aparece atada a la fatiga que ha comenzado a mostrar la campaña de vacunación. Luego de siete meses, Estados Unidos parece haber ingresado en una meseta. A mediados de abril, el país llegó a administrar más de tres millones de dosis por día, pero ahora, ya con casi seis de cada diez adultos totalmente vacunados, se colocan en promedio alrededor de un millón. Un tercio del país aún se resiste a la vacuna. Esa pérdida de vigor del avance de la inmunización inquieta a la Casa Blanca ante el repunte de contagios en los huecos del país con menos personas vacunadas por la creciente amenaza de delta.
Los números de la vacunación en Estados Unidos muestran que ni siquiera un arsenal de vacunas puede llegar a ser suficiente para alcanzar la inmunidad de rebaño cuando existe desconfianza a poner el brazo para recibir el pinchazo. Ante la reticencia de los llamados holdouts –las personas que prefieren esperar o que directamente se niegan a vacunarse–, la Casa Blanca ha decidido lanzar un nuevo esfuerzo “puerta por puerta” para cubrir lo que los inmunólogos llaman “la última milla”.
En descenso
Con todo, el promedio semanal de casos del país perforó los 11.000, según datos de los CDC, y el promedio de muertes semanales cayó debajo de las 200, según Our world In Data, el nivel más bajo desde marzo de 2020.
“Nuestra lucha contra este virus no ha terminado”, dijo Biden en un discurso en la Casa Blanca en el que volvió a pedirle a la gente que se vacune. “Ahora tenemos que ir comunidad por comunidad, barrio por barrio y, a menudo, puerta por puerta, literalmente tocando puertas”, insistió.
Biden anunció que estaban movilizando equipos para responder a los nuevos picos de contagios.
El mandatario desistió de fijar una nueva meta luego de que su gobierno fracasó en llegar al 4 de julio, el Día de la Independencia, con el 70% de la población adulta vacunada con al menos una dosis. Biden señaló que esa meta se alcanzó para las personas mayores de 27 años, un dato que revela que uno de los problemas para agilizar la campaña está entre los jóvenes. En cambio, el gobierno federal decidió redoblar los esfuerzos para intentar convencer a las personas que, por motivos políticos, desconfianza o desinformación sobre la seguridad y la efectividad de las vacunas, han optado por evitarlas.
La última ofensiva para lograr vacunar al tercio del país que todavía se resiste incluye una red de 42.000 farmacias locales donde las personas con dudas pueden consultar a su farmacéutico habitual. El gobierno federal intentará poner un mayor énfasis en llevar las dosis hasta losconsultoriosdelosmédicospara que más personas “puedan recibir esta vacuna en el consultorio de su médico”, justificó Biden.
Además de las farmacias y los consultorios, la Casa Blanca también intentará ampliar la disponibilidad de vacunas en los lugares donde la gente trabaja. Y, por último, el gobierno federal distribuirá más clínicas móviles para llegar a eventos especiales, como los festivales o las ferias de verano, los eventos deportivos, las iglesias, sinagogas,mezquitaso“dondequiera que podamos encontrar personas reunidas”, enfatizó Biden.
Con todo, cuando finalice esta semana Estados Unidos habrá vacunado totalmente ya a 160 millones de personas, un enorme logro del gobierno de Biden –que recibió las vacunas del gobierno de Donald Trump y su Operación warp speed– que le ha permitido al país dar vuelta la historia de la pandemia. Estados Unidos se encamina a crecer un 7% este año, según el último pronóstico del Fondo Monetario Internacional (FMI), la mayor expansión desde la década de los 80, y la vida ha vuelto largamente a la normalidad.
Pero la amenaza de la variante delta inquieta a las autoridades, y el doctor Anthony Fauci –asesor de Biden– ha advertido sobre el surgimiento de “dos Américas”, por los lugares de Estados Unidos, sobre todo, el sur, donde la tasa de vacunación está mucho más rezagada.
Ante esa realidad, Biden ha insistido con el mismo mensaje. “Estamos saliendo de uno de los años más oscuros de la historia de nuestra nación hacia un verano de esperanza y alegría, con suerte. Piensen dónde estaban, dónde estaban el año pasado, dónde están hoy; lo que podían hacer el año pasado en este momento, y lo que hacen hoy”, dijo. “Es un año de progreso reñido. No podemos volvernos complacientes ahora”, cerró el presidente norteamericano.