Cecilia Devanna
La variante delta ya está en el país y en el Gobierno crece la inquietud por la posibilidad de un rebrote. “Las provincias no controlaron lo suficiente”, sostienen en la Casa Rosada, en reacción a los casos detectados en las últimas horas en Salta, Córdoba y la ciudad de Buenos Aires. El Ministerio de Salud reclama que se endurezcan las medidas de control de viajeros para demorar todo lo posible la circulación comunitaria mientras avanza el plan de vacunación.
El gobierno nacional mira con preocupación el avance en el país de la cepa delta, la variante de alta transmisibilidad del Covid-19, cuya llegada consideraban “inevitable”, pero que buscaban retrasar lo más posible.
Los casos detectados en Salta, Córdoba y la ciudad de Buenos Aires en las últimas horas aceleraron el panorama que el Gobierno buscó contener principalmente con la restricción de ingreso de ciudadanos al país desde el exterior, lo que generó una enorme polémica. Desde el primer momento, desde el Ejecutivo explicaban que la demora en el ingreso de la cepa era fundamental para avanzar lo más posible con el plan de vacunación, en busca contener una posible nueva ola.
Ante el nuevo panorama, con casos de circulación local sin vínculos con viajeros y un importante número de aislados por ser contactos estrechos, desde el Gobierno apuntaron a la responsabilidad de las jurisdicciones en los controles de quienes llegan del extranjero.“el problema es que las provincias no controlaron”, afirmaron con contundencia fuentes oficiales consultadas por la nacion.
Por su parte, la ministra de Salud, Carla Vizzotti, en declaraciones radiales, manifestó la preocupación por “la variante delta, por su transmisibilidad”, y desalentó los viajes al exterior por el riesgo sanitario. Vizzotti fue una de las más acérrimas defensoras de los cupos de ingreso al país para retrasar el ingreso de la variante. Además, defendió el aislamiento de los viajeros: “Quien decide viajar debe hacer el aislamiento”.
Tras lo que agregó: “Estamos trabajando con las jurisdicciones para hacer los controles, las llamadas, las citas”. Y destacó: “No tenemos variante delta predominante, eso hace que la situación epidemiológica de los países cambie. Tenemos que seguir trabajando para demorarlo lo más posible”.
La funcionaria apuntó que no se sabe “cómo se va comportar la variante delta con la Manaos, que es la que tenemos nosotros con más predominancia”. Al tiempo que resaltó que la cepa toma tres o cuatro semanas en hacerse predominante. “Hay que minimizar el ingreso de la variante delta y retrasar lo más posible esas tres o cuatro semanas para que sigamos completando los esquemas de vacunación. Se está aumentando la aplicación de las segundas dosis. Agosto será el mes de las segundas dosis para lograr que todos los mayores de 50 años alcancen el esquema completo de vacunación y va a ser muy importante para disminuir las hospitalizaciones”, completó.
Desde el Gobierno sostienen que hasta ahora el ingreso de la variante se logró demorar lo más posible por el trabajo de la Dirección de Migraciones, a cargo de Florencia Carignano, y resaltan que cuando ese área empezó con controles en las diferentes jurisdicciones el incumplimiento de las cuarentenas posviajes se ubicaba en alrededor del 40% y en el correr de los últimos casi dos meses bajó a alrededor del 10%.
Las fuentes especificaron que las declaraciones juradas que llenan quienes vuelven al país, donde constan los datos del lugar donde cumplirán el aislamiento correspondiente, son compartidas en tiempo real con las provincias. “Cada jurisdicción tiene todo para controlar quién está haciendo el aislamiento y quién no lo hace”, detallan, y agregan: “Pero no lo chequean y ahí están las consecuencias”, al tiempo que insisten en que el primer problema es la falta de responsabilidad individual de las personas que deben cumplir con la medida de guardar cuarentena y no lo hacen, como se vio en los casos de Salta y Córdoba.
Por el momento, la situación de ciudad de Buenos Aires es diferente porque los dos casos detectados no tienen antecedentes de viaje ni son contacto estrecho de alguien que haya regresado al país desde el exterior.
Pero en el Ejecutivo nacional recuerdan el caso del primer denunciado, un hombre de 35 años que no estaba en su domicilio cuando llegó el control y luego se comprobó que era positivo y portador de la variante delta.
Tras conocerse la detección de ambos casos, desde el Ministerio de Salud porteño aislaron 41 contactos estrechos e iniciaron una búsqueda activa puerta por puerta. Desde allí explicaron que, “con el objetivo de minimizar las posibilidades de contagio, se están realizando acciones de búsqueda activa puerta a puerta en el barrio de Montserrat, donde se detectó uno de los positivos”.
Por el momento, el país ya tiene más de 800 aislados por la variante que fue identificada por primera vez en la India en octubre del año de 2020 y designada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como variante de preocupación (VOC) en mayo pasado.