Rafael Mathus Ruiz
- nickelsberg/
WASHINGTON.– Estados Unidos anunció ayer que a partir del 8 de noviembre permitirá el ingreso al país solo a los visitantes extranjeros que estén totalmente vacunados contra el coronavirus, una nueva barrera que, por ahora, dejará a millones de argentinos sin poder pisar el país, y pone fin al cierre de fronteras decretado por Donald Trump el 12 de marzo de 2020, el día que marcó el inicio de la ola de restricciones forzadas por la pandemia.
La Casa Blanca confirmó que a partir del mes próximo las personas que estén totalmente inmunizadas contra el virus podrán visitar el país. La apertura corre tanto para “los viajes aéreos internacionales como los terrestres”, indicó en Twitter el subsecretario de prensa de la Casa Blanca, Kevin Muñoz.
Estados Unidos aceptará las seis vacunas aprobadas hasta el momento por la Organización Mundial de la Salud (OMS): Pfizer-BioNTech, Moderna, Johnson & Johnson, AstraZeneca, y Sinopharm y Sinovac, anticipó la semana anterior una vocera de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). La vacuna rusa Sputnik V, una de las principales que se aplican en la Argentina, quedó por ahora vedada ya que aún debe ser autorizada por la OMS.
Para los países europeos de la zona Schengen, Brasil, China, Irán, Gran Bretaña, Irlanda, Sudáfrica y la India la movida de la Casa Blanca abre la puerta a sus ciudadanos que quieran visitar el país, y pone fin a una veda que se había en marzo del año último, cuando Trump decidió “cerrar” el país para intentar frenar los contagios del coronavirus.
Pero para el resto del mundo, como el resto de los países de América Latina, la nueva política implica una nueva restricción para viajar a los millones de personas que han recibido la vacuna Sputnik V, que deberán esperar la autorización de la OMS para poder visitar Estados Unidos.
Con todo, la nueva política de la Casa Blanca marcó otro hito en el proceso de levantamiento gradual de las restricciones de la pandemia, y fue vista por muchos como la antesala de una nueva era de viajes globales.
El gobierno de Joe Biden todavía debe anunciar la letra chica de la nueva política para ver cuáles serán las excepciones. Un funcionario de la Casa Blanca dijo a la nacion que los menores de edad estarán largamente exentos de los nuevos requisitos, y que las otras excepciones que den serán muy limitadas. Se espera además que el gobierno de Estados Unidos indique qué sucederá con las personas que han recibido una combinación de vacunas, como Sputnik V y Moderna, un cóctel que recibieron millones de argentinos.
El mes pasado, la Casa Blanca había anunciado que Estados Unidos exigiría a partir del 1° de noviembre una prueba de vacunación contra el coronavirus a todos los extranjeros que quieran viajar al país. Luego de meses de presiones de los aliados europeos y las aerolíneas, la nueva regla del gobierno de Joe Biden reemplazará a la veda que había impuesto Trump a la llegada de extranjeros desde varios países –incluidos la UE, Gran Bretaña, Brasil y China– debido a la pandemia.
“Seis vacunas que están autorizadas por la FDA o listadas para uso de emergencia por la OMS cumplen con los criterios para viajar a Estados Unidos”, dijo la vocera. Así, la vacuna rusa Sputnik V, que se aplica en unos 70 países –entre ellos, la Argentina– quedó por el momento excluida de la lista.
La frontera terrestre entre Estados Unidos y México se reabrirá el 8 de noviembre, confirmó ayer el canciller mexicano, Marcelo Ebrard, tras haber sido cerrada para todas las actividades que no sean esenciales debido a la pandemia de coronavirus.
Estados Unidos ha permitido el acceso a viajeros extranjeros por vía aérea desde más de 150 países durante toda la pandemia, una política que, según los críticos, no tiene mucho sentido porque algunos países con altas tasas de infecciones no estaban en la lista de restricciones –México o la Argentina, por ejemplo, estaban en esa lista–, mientras que otros de la lista tenían la pandemia más controlada, como ocurría con la gran mayoría de europeos.
Además, Europa ha logrado avanzar mucho más que Estados Unidos con la campaña de vacunación, hasta el punto de llegar a la contradicción de que países como España, que ya logró inmunizar a más del 80% de su población, un porcentaje mucho más alto que Estados Unidos, estaban vedados.
Los estadounidenses que viajen al extranjero deberán seguir presentando una prueba de Covid-19 negativa reciente, y los estadounidenses no vacunados se enfrentarán a requisitos de pruebas de Covid-19 más estrictos. Los viajeros seguirán sujetos a las restricciones de los países que planean visitar, que pueden incluir cuarentenas.