Lynsey Chutel Traducción de Jaime Arrambide
JOHANNESBURGO.– Entusiasmado por los datos que muestran que la variante ómicron no causa cuadros demasiado graves de Covid-19, el gobierno de Sudáfrica ha levantado todas las restricciones de cuarentena, salvo para quienes tienen síntomas.
Eso incluye permitir que quienes dieron positivo pero no tienen síntomas puedan reunirse con otras personas, siempre y cuando usen barbijo y mantengan distancia social. Un alto funcionario de salud sudafricano explicó que la variante es tan contagiosa que probablemente ya haya mucha gente infectada socializando con el resto, y que ya no tiene sentido seguir aislando simplemente a los que decidieron testearse.
La decisión confirma que muchos países del mundo poco a poco van aceptando que tendrán que encontrar la manera de convivir con el Covid-19, más que intentar evitarlo. Las medidas siguen las recomendaciones de un comité de expertos que instó al gobierno a enfocarse más en la vacunación que en el rastreo de contactos y el confinamiento.
“Ya es hora de admitir que frente a una variante supercontagiosa como esta, la cuarentena y el aislamiento ya no son medidas de salud pública eficientes para contener el virus”, dice François Venter, investigador de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo y exintegrante del comité.
El nuevo protocolo entra en vigor de inmediato, según les informó el Ministerio de Salud a las autoridades sanitarias locales a través de un comunicado. La nueva normativa se basa en datos que muestran que la inmunidad resultante de un contagio previo alcanza el 80%. Eso, sumado a una tasa de vacunación de casi el 45% entre los adultos del país, ha mantenido bajo el número de internaciones, señaló el gobierno sudafricano.
En Sudáfrica ha habido una elevada proporción de casos asintomáticos, así que las medidas de cuarentena han afectado desproporcionadamente a las personas con síntomas. Y eso fue particularmente cierto durante la reciente ola de infecciones impulsada por la variante ómicron, que produjo un abrupto aumento del número de casos, pero apenas un 5% de incremento en las internaciones.
“Las estrategias de contención ya no son adecuadas”, dice el comunicado del Ministerio de Salud sudafricano. “La única estrategia viable es la mitigación”.
Protección del sistema
Las nuevas regulaciones apuntan a mejorar la prestación de los servicios esenciales, informó el ministerio. Desde que comenzó la pandemia, casi 1 de cada 5 trabajadores del sector de la salud ha contraído el coronavirus, según fuentes oficiales. Con las nuevas directivas, las personas con hisopado positivo pero que no tengan síntomas ya no necesitarán aislarse. Las personas que manifiesten síntomas leves, como fiebre, tos y pérdida del gusto u olfato, tendrán que aislarse durante ocho días. Tampoco tendrán que mostrar una prueba de hisopado negativo antes de regresar al trabajo después del aislamiento.
Ramphelane Morewane, subdirector general interino del Departamento de Salud, dice que “puede ser que la mayoría de las personas que caminan a nuestro alrededor sean asintomáticas” y que las personas que dan positivo pero que no presentan síntomas deben usar barbijo y tomar precauciones para evitar transmitir el virus.
Pero todos los que presenten síntomas deberán testearse. Tampoco tendrán que aislarse los contactos estrechos de un hisopado positivo, pero deberán realizar un “autodiagnóstico” durante cinco a siete días y evitar reuniones masivas, informó el ministerio sudafricano.
A partir del martes, habrá una dosis de refuerzo de la vacuna Pfizer disponible para todos los que recibieron su primera dosis hace más de seis meses o quienes pertenecen a grupos de alto riesgo. Las autoridades sudafricanas también autorizaron una dosis de refuerzo para la vacuna de Johnson & Johnson.
La aplicación del refuerzo de Johnson & Johnson se basa en un estudio
A partir del martes, habrá una dosis de refuerzo de Pfizer disponible para todos los que recibieron su primera dosis hace más de seis meses o quienes pertenecen a grupos de alto riesgo
local de su eficacia contra el contagio posvacunación, incluso de la variante ómicron. En el transcurso del estudio se administraron más de 230.000 dosis de refuerzo, en gran parte a trabajadores de la salud.
Las autoridades de salud de Sudáfrica informaron que no seguirían la recomendación de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC), que sugiere que las dosis de refuerzo no sean de la vacuna de Johnson & Johnson, frente a la creciente evidencia de que en casos excepcionales esa fórmula puede desencadenar trastornos en la coagulación de la sangre.
Las autoridades sudafricanas emitieron una respuesta circunspecta, afirmando que la advertencia de los CDC se daba en el contexto de Estados Unidos, “un país con abundancia de vacunas”.
Linda-gail Bekker, una de las investigadoras principales del estudio que condujo a esta nueva fase de la estrategia sanitaria sudafricana frente a la pandemia, dijo que los datos muestran que “en los países de ingresos bajos y medios, esta vacuna monodosis es sumamente útil”, en referencia a la fórmula de Johnson.