Volvieron a aumentar los casos informados semanalmente; sin embargo, los testeos crecen a un ritmo menor
Una actualización de cómo se está comportando la pandemia en lo que el Gobierno definió como la cuarta ola da cuenta de que, una vez más, los contagios suben mientras que los testeos los siguen por detrás, de acuerdo con los registros oficiales. El riesgo, con esto, es quedar a ciegas frente a la circulación real del virus que causa el Covid-19 y posibles brotes a controlar, con solo un 49% de la población que pudo acceder a su dosis de refuerzo para estar al día frente a las variantes de preocupación del SARS-CoV-2 y sus subvariantes.
Ayer, en su nuevo reporte semanal, el Ministerio de Salud de la Nación comunicó que en los últimos siete días se detectaron 43.487 nuevos positivos (28% más que los 33.989 de la semana anterior), con unos 12.900 testeos diarios, que es un 39% más de pruebas que el período previo anterior.
Más allá de estos números, por el momento la información disponible sobre el aumento de casos en la Argentina es escasa como para arriesgar cuánto se podría prolongar la nueva ola, si sería entre tres o cuatro semanas, como ocurrió con las últimas olas en otros países. En dos instituciones donde vienen haciendo esas proyecciones o relevando su tendencia se excusaron ante la consulta. Es que, si bien se esperaba este escenario para esta época, no pueden siquiera definir si se trata efectivamente de una cuarta ola, como afirmó la ministra Carla Vizzotti. Apuntaron a la caída en los testeos de parte de la población y la necesidad de conocer el alcance de la circulación viral para reducir esa incertidumbre con evidencia.
Un análisis que hizo LN Data de la tendencia de los registros oficiales desde el mes pasado y por cada consulta recibida por sospecha de Covid que oficializan los centros públicos y privados describe que los positivos empezaron a repuntar antes de la primera quincena del mes pasado, se llegaron a duplicar hacia comienzos de este mes y se mantienen en subida.
Los testeos, en tanto, crecen más lento cada semana, lo que deja más rezagada la detección y eso explicaría el subregistro que señalaron a este medio funcionarios y especialistas en las últimas semanas.
La semana pasada, la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) instó a recuperar el monitoreo de la incidencia de Covid-19 en 2020 y 2021. En conferencia de prensa, Carissa Etienne señaló: “La infraestructura de las pruebas [de detección] tiene que mantenerse y fortalecerse para que podamos captar las señales de nuevas variantes y los primeros signos de un repunte temprano. Las pruebas y la vigilancia sirven de ojos y oídos para estar al tanto de la pandemia, y pueden ayudar a los gobiernos a tomar decisiones informadas –indicó la funcionaria–. Ya hemos visto cómo las olas de Covid pueden abrumar nuestros sistemas sanitarios y al personal de salud”.
En diciembre pasado, se habilitó el diagnóstico clínico de Covid (sin prueba de laboratorio, sino por síntomas y contacto con un positivo) por el aumento súbito de la demanda de testeos en la tercera ola. Y, desde entonces, las cifras que se informan siguen representando mayoritariamente solo lo que el sistema sanitario detecta al testear.
Ante la consulta de LA NACION al Ministerio de Salud nacional sobre el curso de esta cuarta ola y el nivel de testeos de parte de las jurisdicciones, no hubo respuesta de parte de sus voceros.
En tanto, la semana pasada el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires describió esta ola como “de importantes dimensiones” y habló de un aumento del “100% en una semana” de los positivos. Nicolás Kreplak se refería, en realidad, a la tendencia en la segunda semana de este mes con respecto a la primera en el Hospital San Juan de Dios, de La Plata, que es el primero en funcionar como unidad centinela tras la incorporación de la vigilancia epidemiológica de Covid a la del resto de las infecciones respiratorias bajo monitoreo en esta época (gripe, bronquiolitis en menores de dos años, neumonía o infecciones respiratorias con internación) desde mediados del mes pasado.
Los próximos hospitales que empezarán a funcionar como unidades centinela son el interzonal Alende, de Mar del Plata, y el materno-infantil Argentina Diego, de Azul.
Los testeos, de acuerdo con los nuevos lineamientos nacionales, alcanzan solo a los mayores de 50 y las personas con otras enfermedades de riesgo (afecciones respiratorias crónicas, cardiopatías, obesidad, diabetes, entre otras), poblaciones institucionalizadas, cuidadores de personas con alguna vulnerabilidad, viajeros, pacientes que quedan internados por una infección respiratoria aguda moderada o grave, fallecidos y cuando haya que investigar un brote.
La directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne
En la provincia de Buenos Aires, recomiendan consultar directamente en los hospitales, donde “si hay alguna duda, el personal de salud la evacúa o testea”, señalaron. En la ciudad, en los últimos días empezaron a verse filas por testeos en algunos de los hospitales porteños. En el resto de los distritos, excepto Misiones, aumentaron los positivos entre un 70% y más del 100% entre la semana pasada y la anterior.
Autoevaluación
Lo que también crecieron la semana pasada son los positivos “probables” con los autotests. Con la autorización de la venta de algunas de las marcas de esos tests rápidos sin intervención de un profesional, se notificaron desde febrero 16.320 posibles casos a confirmar por laboratorio. El 60% de esos positivos orientativos se concentraron ese primer mes de la venta en farmacias. En marzo y abril hubo un descenso, para volver a repuntar en los registros oficiales la primera semana de este mes, cuando de 359 casos “probables” reportados por las farmacias o el mismo usuario a través de una app, la cantidad subió a 839 hace dos semanas y a 1902 en los datos parciales disponibles la semana pasada.
La Confederación Farmacéutica de la República Argentina, que administra el sistema online a través del que se van cargando esos resultados, indicó a LA NACION que, al viernes pasado, en los últimos ocho días se habían vendido 20.516 autoevaluaciones: 4087 dieron positivo y 9264, negativo.
El resto había sido inválido (314) o el usuario aún no lo había utilizado (742). Casi un tercio (7437) de los resultados los había cargado directamente el usuario.
“Lo que está pasando era lo que se esperaba. Va a haber aumento de casos porque mucha gente no usa barbijo y hay mucha población que no tiene la tercera dosis [o primer refuerzo]. Está muy bien ofrecer la cuarta dosis a los mayores de 60, al personal de salud y la población vulnerable, pero hay que hacer una buena campaña de comunicación para la tercera dosis, también los jóvenes, porque para ómicron la vacunación completa es de tres dosis”, dijo la especialista argentina Marta Cohen en diálogo con LA NACION desde Sheffield, Reino Unido, donde reside.
Para la patóloga y pediatra, autora del libro Un mundo en pandemia. Lecciones y desafíos del coronavirus (Marea Editorial) que en febrero de este año recibió la Orden del Imperio Británico otorgada por su labor, es necesario enlentecer la transmisión del virus para terminar con la pandemia, “Para eso, hay que identificar a los positivos y aislarlos”, señala. De lo contrario, cuando haya una nueva variante circulando y se descubra, va a ser tarde. “No hay que eliminar o reducir los testeos sin tener otra opción”, sostuvo..
Con la colaboración de Delfina Arambillet, Natalia Louzau y Gabriela Bouret