Recorrida. Fernando Peirano visitó el Centro Científico Tecnológico (CCT) Rosario y se reunió con autoridades del Conicet.
“Desde la Agencia I+D+i tenemos contacto con más de 70 instituciones que realizan investigación en todo el país. Además, apoyamos a las pymes y cooperativas para aliviar el riesgo de un nuevo desarrollo tecnológico o una innovación y también la creación de nuevas empresas de base tecnológico”, subrayó Fernando Peirano, presidente Agencia I+D+i (Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación), durante su paso por la ciudad, una visita que llegó cargada de novedades sobre las nuevas convocatorias de inversión para proyectos de innovación en los diferentes sectores productivos, estratégicos para el desarrollo nacional: salud, energía -hidrógeno y litio-, alimentos, datos e inteligencia artificial y economía circular y sostenibilidad.
Peirano recorrió las instalaciones de Bioceres y el predio del Centro Científico Tecnológico (CCT Rosario) y tuvo un encuentro con directores y vicedirectores de las unidades ejecutoras del instituto También visitó la empresa Keclon, que desarrolla soluciones biotecnológicas innovadoras basadas en enzimas que mejoran el rendimiento industrial y preservan el medio ambiente, y también se reunió con los directivos y equipo de trabajo del Instituto de Procesos Biotecnológicos y Químicos de Rosario.
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El presidente de la Agencia I+D+i mantuvo un encuentro en las oficinas de Bioceres con Federico Trucco, su CEO, y con Francisco Buchara, cofundador de SF500. Dialogaron sobre los desafíos de la promoción en CTI y las oportunidades de articulación público-privada en proyectos de innovación y desarrollo tecnológico.
“La agencia tiene dos lógicas: una que denominamos basal que es acompañar a nuestra amplia plataforma de investigación en el país”, dijo y señaló que en el país hay más de 9 mil proyectos, 6 mil vinculados a ciencia y 25 mil investigadores que exponen sus planes de trabajo, son evaluados y reciben financiamiento, aunque no todos ya que la tasa de aprobación es apenas del 47% porque es un sistema exigente. “Con ese marco de exigencia estamos haciendo ese acompañamiento basal. No preguntamos qué investigan, sino cómo lo hacen. Si lo hacen de manera rigurosa obtienen el apoyo”, dijo.
Por otra parte, la otra lógica de la agencia se enfoca en la temática. “Hemos trabajado los temas de salud, en pandemia apuntamos a la producción pública de medicamentos. Son convocatorias que ya están pagándose, están en plena ejecución”, dijo y explicó que también se abocan a energía con foco en hidrógeno y litio que se están evaluando y “en breve van a salir los primeros proyectos aprobados”, aseguró. “Ahí tenemos una inversión de más de 1.250 millones de pesos puestos para superar todos los aspectos técnicos que todavía faltan completar para hacer un buen aprovechamiento”, detalló.
Sobre lo que se viene, Peirano adelantó que el próximo mes estarán presentando llamados vinculados a rubro alimentos, especialmente dirigido a la industria. “Buscamos cómo podemos tener una alimentación más saludable y nutritiva. Es una invitación a la industria argentina a transformarse en la dirección que indica la ley de etiquetado frontal que está aprobada y que va a entrar en distintas fases en implementación”, dijo.
En ese contexto “las industrias argentinas de alimentos van a poder contar con apoyo económico para vincularse con el sector científico, conformar consorcios, sustituir ingredientes, sustituir procesos, poner en valor características que tienen sus alimentos, desarrollar envases inteligentes”, puntualizó.
“Es una transformación necesaria para la industria argentina porque lo pide el consumidor argentino, las familias quieren comer mejor, quieren estar más informados sobre lo que comen y porque países vecinos como Uruguay y Chile ya tienen vigentes estas leyes y nosotros si no estamos a tono con eso vamos a cerrarnos mercados que son muy importantes como es el mercado regional”, dijo Peirano, al tiempo que subrayó que “desde ciencia y tecnología apostamos a esa competitividad sistémica, a tender un puente entre la ciencia y la producción”.
La hoja de ruta de la Agencia continúa con ciencia de datos e inteligencia artificial y economía circular y sostenibilidad para principios del año que viene. Detalló que hay disponibles unos 1.800 millones de pesos a disposición de quienes quieran construir estos proyectos públicos- privados.
Convertir pesos en dólares
Con los grandes ejemplos globales de Bioceres y Keclon, Peirano subrayó que “son una confirmación que Argentina tiene una ecuación muy interesante en transformar pesos en dólares, porque todas estas iniciativas se están construyendo con esfuerzos en moneda argentina, pero tienen una proyección internacional enorme que se traduce en nuevas exportaciones, nuevos empleos, nuevas empresas”.
Leyes con impacto
Peirano llegó a Rosario un día después de que la Cámara de Diputados de la Nación aprobó la iniciativa del Ejecutivo de prorrogar el régimen de promoción de la biotecnología ampliándolo a la nanotecnología. La ley que se está promoviendo “ofrece certidumbre por 12 años” más tres instrumentos vinculados a más a lo tributario. El primero tiene que ver con reconocer de manera acelerada la amortización de los equipos y esto tiene un impacto sobre ganancia. El segundo, la evolución anticipada del IVA, libera capital de trabajo para que los proyectos crezcan más rápido. El tercero, es el reconocimiento a los gastos que efectúen las empresas vinculados a proyectos, servicios del sistema universitario o de las instituciones ciencia y tecnología y el 50% de esos gastos se convierten en un bono fiscal que se puede aplicar a cualquier tipo de impuestos.
“Esto último va a darle un carácter más intensivo en equipamiento a la industria ligada a la biotecnología. “Queremos tener una industria de alta performance ligada a esto y necesita equipamiento”, agregó y destacó el rol del Estado incentivando esas inversiones vinculadas a la innovación y profundamente transformadoras.
Esta ley cuando se apruebe, falta el tratamiento en el Senado, va a poder complementar de buena manera otras dos leyes como la ley de promoción de la economía del conocimiento que también tiene a la biotecnología como uno de sus verticales y a la ley del financiamiento plurianual en ciencia y tecnología que asegura un presupuesto para el área donde el Estado anticipa que en 10 años va a multiplicar por 4 su inversión hasta llegar al 1% del PBI”, resaltó Peirano.
El funcionario sostuvo que “en forma combinada las tres leyes arman un nuevo sistema institucional” y adelantó que “se va a ir completando con otras”. Por caso, desde el Ejecutivo ya se giró al Congreso una ley que restablece el crédito fiscal para I+D. “Las empresas que hagan I+D en lugar de pagar impuesto a las ganancias una parte la van a poder reinvertir, y en especial si son pymes. Vamos a reconocer hasta el 80% de los de las inversiones en este tipo de proyectos de I+D con la posibilidad de solicitar un bono fiscal”, precisó.
Sobre el entramado tecnológico nacional, pero también de la ciudad y la región, Peirano destacó que “en la pandemia el contrato social entre la ciencia la tecnología y la sociedad se reescribió en un sentido muy positivo”.
“Cualquier argentino vio en nuestro sistema universitario, nuestro sistema científico una oportunidad de tener más herramientas para pasar una situación extrema, de ser una fuente de soluciones que no nos podían proveer desde el mundo y que sin embargo lo podíamos hacer”, dijo.
Las fases de la vacuna argentina
Fernando Peirano destacó el trabajo realizado en Esperanza donde se hicieron los estudios preclínicos de la vacuna para el Covid 19 que se está desarrollando en la Universidad de San Martín junto con el laboratorio Cassará. “Sin el trabajo que conduce Hugo Ortega Argentina no podría tener soberanía para decidir frente al Covid. Santa Fe tiene muchísimos para ofrecer al sistema argentino”, indicó.
Específicamente sobre los proyectos en torno al Covid recordó que ee inmunización y vacunao hay cuatro proyectos que avanzan hacia ese desarrollo tecnológico y uno de los cuales está más avanzado porque concluyó exitosamente las fases de estudios preclínicos y hoy está completando la fase 1 con 80 voluntarios la fase de estudios clínicos “, señaló y detalló que el proyecto se encamina a completar la fase 2 y 3 que esto ya habla de 4.000 personas involucradas, todo con la supervisión de Anmat.
El plan de trabajo continúa con la entrega de toda la documentación sobre la vacuna a la Ammat para que luego venga la fase de aprobación regulatoria, etapa que lleva su tiempo. La idea es que cuando se diseñen las campañas de vacunación 2023-2024 la vacuna argentina “sea una alternativa factible técnica y económicamente para el Ministerio de Salud de la Nación”.
Peirano contó que se busca que el Ministerio de Salud tenga en su menú de opciones, que la vacuna Argentina sea una alternativa. “No queremos que sea exclusiva, ni para sustituir a otras vacunas que han probado su eficacia”.