Bautizadas como “perro del infierno” y “pesadilla”, provocaron un aumento de casos; intensifican la vacunación
Víctor García
SANTIAGO, Chile.– Chile experimenta una nueva etapa de la pandemia del coronavirus, en un contexto muy distinto al que predominaba hace un par de meses. A inicios de octubre, el uso de barbijo dejó de ser obligatorio en espacios cerrados –con excepción de quienes asisten a los recintos de salud– y las autoridades del Ministerio de Salud declararon que la medida buscaba avanzar en “mayores libertades” y con un manejo de la pandemia “proporcional al riesgo actual”.
Hoy las calles del país muestran un completo regreso a la normalidad y los tapabocas se ven cada vez menos en otros lugares potencialmente riesgosos, como el transporte público o en sitios donde existe aglomeración de personas. Chile fue uno de los últimos países de la región que eliminaron esta disposición, pero hoy aquella situación podría volver a cambiar ante el aumento de los casos y la suba en la positividad de los exámenes PCR.
“Hemos tenido un aumento bastante importante, pero seguimos revisando en forma continua lo que sucede en hospitalización y uso de camas críticas. Con base en eso, decidimos en qué fase del Plan Paso a Paso estamos. Ahora nos encontramos en fase de Apertura, pero eso no significa que si la situación se modifica, podamos retroceder”, dijo la ministra de Salud chilena, Ximena Aguilera.
“La pandemia no terminó y debemos aprender a vivir con el virus. El llamado a las personas es que se vacunen, porque la vacuna tiene la cepa que circula en el mundo”, añadió la funcionaria.
En el reporte de ayer, la cartera informó que durante las 24 horas anteriores Chile había registrado 5846 casos de Covid-19 a lo largo del país y una positividad del 15,11%. Además, fallecieron 57 personas producto del coronavirus, lo que significó la cifra más alta en 84 días. Desde el inicio de la pandemia, el país registra más de 6230 decesos por la enfermedad.
“Después de una gran ola de variante delta y ómicron que hemos tenido, experimentamos a fines de septiembre una baja en los casos. El problema es que ahora tuvimos un repunte y que está ligado a la nueva instrucción que ya no era obligatorio usar barbijo en los espacios públicos. Sin embargo, el aumento ha estado más o menos estable, y no estamos experimentando un brote dramático actualmente. Hay que estar preparados, pero no alarmarse. El virus muta y tiende a escapar de la protección, pero no se ha relacionado con el aumento de personas fallecidas”, dijo a la nacion la doctora Katia Abarca, infectóloga de la Red de Salud UC Christus.
Cepas
Justamente, uno de los puntos más críticos tiene que ver con la proliferación de distintas cepas del virus que han ganado en transmisibilidad. “Y que tienen estos nombre tan feos”, añade la doctora Abarca, en relación con las dos subvariantes de ómicron que han mostrado rápido contagio en países de Europa y Estados Unidos: BQ.1 y XBB, bautizadas en redes sociales con términos tan sui generis como rimbombantes: “perro del infierno” y “pesadilla”.
En el caso del “perro del infierno” se trata de dos subvariantes de ómicron, BQ.1 y BQ.1.1, que ya habían sido reportadas en el mundo desde hace un par de meses. El apodo tiene su origen en Cerbero, del griego Kérberos, que significa “demonio del pozo”, en alusión a que es el perro del infierno. Se trata de un demonio con varias cabezas –comúnmente tres– y una cola de serpiente.
En tanto, y en el caso de “pesadilla”, que es denominada por los expertos como XXB, es una variante recombinante de los sublinajes BA.2.10.1 y BA.2.75 que no ha creado olas significativas, como sí otras como delta y ómicron en su momento. Se considera que es una variante que va en declive desde octubre, pero que de igual modo fue la responsable de que aumentaran los casos de coronavirus en países como Singapur y la India.
“Son subvariantes de ómicron que tuvieron pequeños cambios, pero que no llegan a ser una nueva variante”, dijo la infectóloga Katia Abarca, que insistió en la importancia de las vacunas para prevenir casos más graves o potenciales muertes. “En Chile lo hemos hecho bien en ese sentido para contrarrestarlas y nuestro plan de vacunación funcionó muy bien”.
Con respecto al debate del regreso de los barbijos, aún no es claro que se implemente y todo depende del aumento de los contagios y que el sistema de salud se vea colapsado por brotes de otras enfermedades respiratorias.
“Si el Comité Asesor en Enfermedades Respiratorias del Minsal, o la misma ministra, consideran que el próximo año hay que usar mascarilla, hay que hacerlo. La mascarilla demostró que no solo protege del coronavirus, sino que de la influenza, parainfluenza, sincicial respiratorio e incluso contra algunas bacterias, como el meningococo”, dijo ayer el exministro de Salud, Enrique Paris, en una actividad realizada en la Universidad San Sebastián.