El 27 de julio de 2022, la Secretaría de Salud municipal confirmó el primer caso de viruela del mono en un paciente de Rosario: un joven de 33 años que había estado en Estados Unidos y había tenido contacto directo con una persona que había dado positivo. El segundo caso se produjo en agosto de ese mismo año. También fue un varón joven que había regresado de España y que a los pocos días presentó los síntomas típicos de la enfermedad: dolor de cabeza, fiebre, malestar general y la aparición de llagas en distintas partes del cuerpo. El tercer caso fue en septiembre de 2022. A lo largo de ese año, fueron 15 las personas a las que se les detectó viruela del mono, en centros de salud privados y públicos de Rosario (17 casos en la provincia). En 2023 no hubo casos y ahora se registró un nuevo diagnóstico, en una mujer de 38 años.

Todos evolucionaron de manera favorable. No se detectó ningún fallecimiento por esta causa.

Alerta de la OMS por la viruela del mono: cinco casos en Argentina, uno en Santa Fe
A cada uno de los contagiados se les indicó un aislamiento estricto hasta que las lesiones fueron desaparecieron (se estima que eso sucede en después de dos semanas de las primeras llagas). Y se implementó un seguimiento estricto a nivel médico. Para esta virosis no hay tratamiento específico.
“La presentación de las lesiones puede ser extensa. Compromete inicialmente la zona genital, y luego se extiende a palmas, tronco y a la cara. Al no ser tan común produce incertidumbre y preocupación en el paciente, sobre todo se preguntan mucho por el modo de contagio, cómo les pasó”, dijo Matías Lahitte, infectólogo, a cargo de Epidemiología municipal.

En aquel momento las primeras muestras de las lesiones (que es la manera de diagnosticar la viruela del mono) se enviaban al Instituto Malbrán. En septiembre de ese año el Cemar, el laboratorio municipal ubicado en San Luis y Moreno, se constituyó en un centro habilitado para analizar y procesar las muestras.

Los rosarinos con viruela del mono
De julio a diciembre de 2022, cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) emitió la emergencia sanitaria por la enfermedad, se confirmaron 15 diagnósticos en pacientes rosarinos. ¿Cómo se contagiaron? La mayoría había viajado en las semanas previas a Europa o Estados Unidos y habían estado en contacto con personas de esos países. Entre los que no habían salido de Rosario se determinó que habían tenido contacto con otras personas que sí habían viajado.
Esta enfermedad se transmite por contacto directo de una persona con otra que tenga el virus (si está en los primeros días puede no tener síntomas). No es como el Covid que se contagia por aerosoles (toser, estornudar, hablar).

Hay una mayor cantidad de diagnósticos en varones que tienen sexo con varones pero se da también en mujeres y en la población pediátrica, ya que es suficiente tocar alguna de las llagas para infectarse.

Nuevo caso de viruela del mono en Rosario
Ahora, ante un nuevo alerta de la OMS ya que la enfermedad avanzó con rapidez en el Congo (África central) y se produjeron casi 600 fallecimientos, la Argentina también elevó el alerta y los protocolos. “En 2022 se se trataba de la variante 1 (clado 1) que tenía una tasa de mortalidad baja y era menos contagiosa. Esta vez, la variante que circula con fuerza en África es la 2, con una mortalidad que ya alcanza al 10% y más alta probabilidad de contagio. Esa variante no fue reportada en Latinoamérica”, señaló Lahitte.

En este marco, se detectó la enfermedad en una rosarina de 38 años que había tenido contacto con personas que habían viajado. Esta persona consultó el 10 de julio en un sanatorio privado de Rosario por un cuadro caracterizado por migraña, fiebre y exantema vesicular de varios días de evolución. Se hicieron los análisis correspondientes y se confirmó la enfermedad, pero en la variante 1. La paciente está en buen estado de salud.

Lahitte, a cargo de Epidemiología municipal, dijo este viernes a La Capital que “por el momento no estamos frente a una situación grave en la Argentina”, pero advirtó: “Se está reforzando la vigilancia epidemiológica en aeropuertos y fronteras terrestres y se pide a la población que viaja que esté atenta a los síntomas ya que puede comenzar como un síndrome gripal, aumento del tamaño de los ganglios y la aparición, luego, de ampollas o vesículas que suelen comenzar en genitales y luego se extienden al rostro, tronco, y casi todo el cuerpo”.

La evolución de los afectados
La viruela del mono (o viruela símica, también llamada Mpox) es una enfermedad endémica en África, conocida desde 1970. “Sabíamos de su existencia pero nos era lejana”, mencionó Lahitte.
En 2022 se empezó a dar un incremento en ese país y en Europa central. Al poco tiempo del alerta de la OMS aparecieron los primeros casos en Argentina, casi todos con antecedente de viaje.

“El contagio es por contacto estrecho”, enfatizó el infectólogo. “Incluso en España, por ejemplo, se contagiaron médicos que tocaron las lesiones. Y lo mismo suele pasar con los chicos”, señaló.
Lahitte dijo que es importante que los médicos sospechen la enfermedad ya que puede confundirse con varicela, con sífilis, impétigo y otras lesiones en la piel.

“Es una enfermedad que provoca malestar generalizado, como una gripe, y las lesiones pueden ser dolorosas y picar, por eso muchas veces se interna a estos pacientes, no porque uno considere que están graves pero sí para brindarles alivio frente a los síntomas”.

Una vez que las lesiones van cediendo las personas suelen evolucionar bien, como sucedió hasta ahora con los rosarinos que se contagiaron.