La empresa, spin off de Bioceres, comenzará a cotizar en el Nasdaq de Wall Street. Se dedica a producir proteínas animales con plantas
Moolec Science, un spin off de la biotecnológica rosarina Bioceres, va camino a convertirse en el nuevo unicornio argentino. La empresa que tiene como CEO a Gastón Paladini comenzará a cotizar próximamente en el mercado de capitales Nasdaq, el panel tecnológico de Wall Street. La firma local de base científica se dedica a la producción de proteínas animales con plantas. Es el mercado conocido como “carne sintética”.
Para llegar al Nasdaq, la empresa se vinculó con una empresa “vehículo”, que no tiene actividad y emite acciones en el mercado de valores con el objetivo de ser comprada por otra empresa o de fusionarse para comenzar a operar. Esta firma es LightJump, que aprobó el martes en su asamblea de accionistas la fusión con Moolec. Las acciones de la compañía combinada se negociarán en el Nasdaq bajo el símbolo MLEC.
Moolec Science es una empresa de ingredientes alimentarios basada en la ciencia de producción de proteínas animales en plantas, a través de molecular farming. Esta es la tecnología que permite la síntesis del ADN de las proteínas animales en cualquier cultivo de semillas. Las proteínas resultantes se pueden usar como ingredientes en productos alimenticios de consumo que brindan alternativas de proteínas libres de crueldad, más sabrosas, más funcionales y asequibles.
Moolec cuenta con el respaldo de Bioceres Crop Solutions Corp, que cotiza en Nasdaq; Theo I SCSp, una empresa de capital de riesgo de ciencias de la vida; y Union Group, una firma de gestión de capital privado. La biotecnológica rosarina creada en 2001, que también cotiza en el Nasdaq, es la principal accionista de la tecnológica que se suma al univeso de los unicornios.
El CEO de Moolec es Gastón Paladini, cuarta generación de la familia propietaria de la empresa de alimentos de Villa Gobernador Gálvez. En una nota publicada en agosto del año pasado en el suplemento de Economía del diario La Capital, contaba qué visión lo impulsó a desarrollarse en el innovador negocio de los agfoods.
“Hay mucha oportunidad para trabajar en conjunto en proteína alternativa tenemos distintas verticales, basadas en plantas, en sustitución de proteína animal por vegetal y tenemos por otro lado a fermentación, para lograr la misma proteína animal pero con el aporte de la ciencia aplicada o lo que se conoce como carne sintética”, explicó.
La agroindustria se está reconfigurando. La pandemia aceleró los cambios en los consumidores a nivel global y local. En primera línea de atención quedó la producción sustentablde de alimentos, con menor en el medio ambiente. También por el nacimiento de los “flexitarianos”, que comen carne pero buscan incorporar más vegetales a su dieta habitual.
Paladini subrayó en aquella conferencia que es importante lograr las características buscadas organoléptica y de nutrición pero también alcanzar “un costo competitivo” para que no quede en algo de nicho. “Tenemos la responsabilidad de llevarlo a las masas”, apuntó.
La tecnología de molecular farming es única en su capacidad para capitalizar la escala que implica la agricultura extensiva para lograr la asequibilidad. También es rentable porque aprovecha la biología, utilizando plantas y sus insumos –energía solar, agua y suelo– como pequeñas fábricas para la producción de proteínas animales. Las plantas se cultivan a través de prácticas agrícolas tradicionales que dan como resultado economías de escala a través de una producción en volumen de alta productividad.
La plataforma molecular farming de Moolec tiene el potencial de modificar y mejorar otras plantas usando proteínas animales, lo que podría permitir que la empresa combinada considere otras oportunidades de mercado.
Al comentar sobre el anuncio de esta semana, Paladini, se mostró orgulloso de que Moolec Science sea la primera empresa de tecnología alimentaria de agricultura molecular en los mercados públicos. Y aseguró que “es un paso adelante en el uso de la ciencia en la alimentación que ayudará a superar la actual crisis mundial de seguridad alimentaria”.
El mercado de proteínas alternativas, como las que trabaja Moolec es un negocio de alto valor a nivel mundial, en un contexto de alta demanda global. La valuación global de este segmento se ubicó en torno de u$s 14.950 millones en 2019. La proyección indicaba que habrá un mayor crecimiento hasta 2025.