La enfermedad genera problemas respiratorios crónicos y está ligada al hábito de fumar. En qué consiste el examen que permite diagnosticarla e iniciar un tratamiento adecuado.
Toser y expectorar a la mañana, o varias veces en el día. Sentir falta de aire al caminar o cuando se sube una escalera de pocos escalones. Estos pueden ser síntomas claros de Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (Epoc), que afecta principalmente a quienes fuman o han fumado muchos años.
En la Argentina, según un estudio reciente del Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria, el 11% de las personas entre 35 y 74 años la padece pero la mayoría no lo sabe ya que entienden que toser, agitarse o no tener aire suficiente en algunos momentos son cuestiones manejables que se van a ir con el tiempo. Sin embargo, cuando pasan los años la situación empeora y mucho.
Para saber si alguien tiene Epoc el estudio por excelencia es la espirometría. Hay gente que tiene, incluso, una placa de tórax normal, con pulmones “limpios”, y sin embargo padecer esta patología.
El neumonólogo Marcelo Morali, quien trabaja en el Hospital Alberdi, en el Cemar y en el Hospital Español, dijo que “el modo de diagnosticar Epoc es a través de la espirometría, un estudio en el que debemos espirar o soplar en un aparato. El médico observa (a través de gráficos que se ven en una computadora conectada al tubito en el que se solpa) lo que denominamos patrón obstructivo característico de la Epoc”.
Los resultados, que deben ser leídos por un especialista, son inmediatos.
En la ciudad, en sanatorios y hospitales está disponible este estudio que debe ser indicado por un neumonólogo.
El pucho
La enfermedad, agregó el médico, “está íntimamente ligada al hábito de fumar”. Sus síntomas principales son: la falta de aire, la tos crónica y expectoración cotidiana.
En Rosario, mencionó el especialista, es habitual diagnosticar Epoc. “El perfil del paciente en quien vamos a sospechar Epoc es aquel de 40 años o más que haya fumado 10 o más cigarrillos al día durante un período de 20 años”.
Morali detalló: “Si bien éstos rasgos son los más característicos, tenemos que tener en cuenta que no es una regla ya puede haber personas que son más jóvenes y tienen esta enfermedad o que han fumado menos o por menor cantidad de tiempo”.
Si bien el tabaquismo es la principal causa, señaló Morali, “existen otros motivos que pueden llevar a alguien a tener Epoc (aunque son menos frecuentes): la polución ambiental, exposición laboral a humo u otras sustancias o exposición hogareña como la que sucede en aquellas que utilizan leña o carbón para cocinar o calefaccionarse y algunas enfermedades poco frecuentes”.
En relación al cigarrillo y la Epoc, el médico aclaró: “La realidad es que no todos los fumadores van a terminar sufriendo Epoc ya que se da por determinados factores individuales, muy probablemente de origen genético, algo que no está determinado. Eso significa, a su vez, que personas que a lo mejor no han fumado una cantidad equis de cigarrillos o una cantidad de años (a los que hacía referencia) presentan igual Epoc y grandes fumadores tienen espirometrías normales”.
Vale aclarar, dijo el neumonólogo, que “éstos últimos, si bien no tienen Epoc, no están exentos de todos los demás riesgos asociados al hábito de fumar”.
Humo de otros
¿Qué pasa con aquellas personas que no han fumado nunca pero en su hogar o en su trabajo conviven o han convivido con fumadores? El especialista explicó que el grado de la afectación “va a a depender del grado de exposición que tengan y del momento de la vida en que se encuentren. Si bien el humo de segunda mano (fumadores pasivos) no tiene la misma importancia que el humo que afecta a los fumadores es un factor agravante de cualquier patología respiratoria e incluso en los niños puede ser causa de alguna patología respiratoria, como el asma de chicos expuestos al humo de cigarrillo durante el embarazo o primera infancia”.
Las quemas
Morali también hizo referencia a lo que sucedió particularmente este año con las quemas de las islas. “Sin dudas, este año fue muy frecuente la consulta de los pacientes con Epoc que hacían referencia al aumento de sus síntomas habituales o a la necesidad de mayor uso de la medicación que denominamos de rescate” cuando se dieron los días de gran cantidad de humo.
El tratamiento
“Es importante aclarar _señaló el médico_ que cualquier tratamiento con medicamentos que se le indique al paciente, que por cierto son numerosos, va a tener como meta mejorarle los síntomas, aumentar la capacidad de ejercicio y disminuir el número de exacerbaciones, en definitiva, mejorar su calidad de vida. Pero lo que va a cambiar radicalmente el pronóstico de los pacientes es que continúe o no fumando. Por eso, como médicos, debemos insistir en éste aspecto en forma temprana: dejar de fumar cuando la enfermedad no se encuentra en grado avanzado”.