Los investigadores del IBR Alejandro Vila y Diego de Mendoza recibieron este martes el premio que la fundación entrega desde 1980. Hablaron de la “libertad” que da la ciencia para “tener un país inclusivo”
Alejandro Vila y Diego De Mendoza recibieron este martes, en Buenos Aires, el premio Konex de Platino.
“La ciencia es una construcción colectiva”, comenzó diciendo Alejandro Vila. El científico rosarino e investigador del Instituto de Biología Rosario (IBR) recibió este martes junto a su colega Diego de Mendoza, también miembro del IBR, el premio Konex de Platino. En un momento de discursos agresivos y mercantilistas que no sólo cuestionan las inversiones en ciencia y técnica por parte del Estado, sino incluso la misma existencia del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), ambos referentes esgrimieron sobre el escenario una defensa de la salud y la educación pública, y sobre todo “la libertad que nos da la ciencia para tener un país inclusivo y democrático”.
Los discursos de los investigadores rosarinos fueron pronunciados en el marco de la gala que se llevó adelante en el Centro Cultural de la Ciencia-C3 de la Ciudad de Buenos Aires, durante la 44ª edición de la entrega de los premios Konex. Por quinta vez desde su inicio en 1980 las distinciones estuvieron dedicadas a la ciencia y la tecnología, en una ceremonia donde se entregaron los premios Konex de Brillante, de Platino y de Honor, además de menciones especiales y a la trayectoria.
Vila y De Mendoza recibieron el premio Konex de Platino en esta edición (en bioquímica y biología molecular y celular), el tercero para el IBR, ya que en 2013 ese mismo galardón fue entregado a Néstor Carrillo.
Vila, ya premiado también en 2013, es doctor en química de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) y es uno de los pioneros en el uso de la RMN en biología estructural en el país, además de ser el creador y director de la Plataforma de Biología Estructural y Metabolómica en el IBR. Actualmente, lidera a nivel mundial el estudio de la resistencia a antibióticos mediada por metalo-ß-lactamasas.
De Mendoza, también premiado por la fundación en 2003, es doctor en ciencias bioquímicas por la Universidad Nacional de Tucumán, profesor honorario de la UNR e investigador superior en el IBR, es alumno de Howard Hughes Medical Institute (HHMI) y de la Fundación Alexander von Humboldt. Actualmente, investiga cómo las propiedades físicas y la acción regulatoria de los lípidos impactan en la biología celular y la fisiología de bacterias y animales.
“No puedo ni quiero ser neutral”
En un acto donde el máximo galardón, el Konex de Brillante, fue entregado este martes a la doctora en ciencias biológicas, Sandra Díaz, y al doctor en ciencias químicas, Gabriel Rabinovich, ambos egresados de universidades públicas argentinas, los discursos se orientaron a una fuerte defensa de la ciencia nacional y los aportes del Estado para su financiamiento.
Ya el pasado 12 de septiembre, cuando más de cien personalidades del escenario científico nacional recibieron por parte de la Fundación Konex sus diplomas al mérito, el propio creador y presidente, Luis Ovsejevich, había iniciado y cerrado su discurso con una exhortación que marca el clima de época: “Viva la ciencia argentina”.
Vila y De Mendoza no fueron la excepción este martes. En un discurso breve, pero cargado, Vila agradeció a maestros y colegas la “generosidad”, así como “la pasión y el talento” a sus discípulos para dejar en claro que la ciencia “es una construcción colectiva”. Del mismo modo que agradeció “a la Argentina: el país al que decidí volver para hacer ciencia y para que crecieran mis hijos, en el que voté por primera vez hace casi 40 años con el optimismo del regreso de la democracia para dejar atrás una noche oscura”.
“En tiempos donde nadie escucha a nadie, en tiempos egoístas y mezquinos y no puedo ni quiero ser neutral -continuó el investigador-. En tiempos donde se vocifera la palabra libertad elijo abrazar con la mayor dulzura posible la libertad que da la educación y la salud pública, la libertad de igualdad de oportunidades, de pensar y vivir en diversidad, la libertad de una sociedad solidaria, la libertad que nos da la memoria, y la libertad que nos da la ciencia para tener una país generoso, inclusivo y democrático”.
De Mendoza, por su parte, instó a “los responsables de las políticas científicas nacionales y provinciales a no guiarse sólo por la utilidad de la investigación”, y agregó: “La historia ha probado que los descubrimientos de la investigación fundamental dan lugar a retornos en forma de beneficios para la sociedad toda”.