Por Patricia Martino La Capital
24 de abril 2022
Escenario. La industria del conocimiento enfrenta restricciones para conseguir empleados.
Las exportaciones de las empresas vinculadas a la economía del conocimiento crecieron el año pasado, por primera vez desde 2017. Cortaron así un ciclo regresivo que duró tres años consecutivos. Con u$s 6.442 millones, las ventas al exterior mostraron un crecimiento anual del 14%, posicionando al 2021 como el tercero mejor de la historia.
Los datos corresponden al último informe de Argenconomics, el estudio económico sobre la industria del conocimiento que elabora Argencon, entidad que nuclea a las principales firmas del sector.
El mismo señala que durante el año pasado se registró una sensible expansión de las exportaciones de servicios de conocimiento como resultado de los cambios económicos y sociales producidos por la pandemia. Este crecimiento, que es global, se verificó también en Argentina. Además, “el impacto del conflicto bélico en Ucrania que, si bien no se refleja en la estadística de 2021, permite pronosticar una alteración en la participación en el comercio mundial de los países de Europa del Este, con posibles consecuencias positivas para la oferta exportadora argentina”, indicó el informe.
De todos modos, desde Argencon advierten sobre algunas particularidades negativas para la actividad local, principalmente la fuga de talentos, que inquieta cada día más. Se estima en medios privados que esta “economía no formal” ha generado exportaciones no registradas por u$s 1.800 millones durante 2021, cerca del 30% de las cifras oficiales.
Durante una presentación on line que se realizó para la prensa, Luis Galeazzi, director ejecutivo de Argencon, planteó que existen en el país dos fenómenos particulares que incidieron fuertemente sobre el volumen alcanzado: la brecha cambiaria próxima al 100% que existió durante todo el año y el “atraso del dólar”. El primero incentivó el corrimiento de trabajadores al mercado informal. El segundo incidió sensiblemente sobre el costo de venta de la mayoría de las industrias del conocimiento.
“El efecto combinado de ambos factores obligó a las empresas a realizar continuos ajustes de sus estrategias de negocios para adaptarse a las condiciones cambiantes de la economía”. Eso “impide analizar al 2021 como un año normal”, se precisó.
La fuga de talentos se evidenció en el notable aumento de la tasa de rotación de personal de las empresas, especialmente en el segmento de servicios informáticos. Esta llegó a superar el 30% en algunos casos, lo que implica la total renovación de las dotaciones en el lapso de tres años.
“La fuga está ocurriendo sobre el segmento más experimentado de las empresas. Un ingresante no compensa una persona que se va con 8 u 10 años de experiencia”, dijo Galeazzi y planteó que esto “lleva a la descapitalización” de las empresas, producto de la fuga de empleo. “Estamos perdiendo muchísimos años de experiencia”, indicó sobre la situación que se da ya que los salarios oficiales están directamente vinculados al dólar oficial mientras que el mercado informal paga a dólar informal.
La derivación de exportaciones por canales informales tiene un efecto directo sobre las cuentas públicas, ya que afecta la recaudación fiscal y las reservas del Banco Central. En momentos en que la coyuntura económica hace tan sensible el ingreso de divisas, Argencon espera que desde el gobierno se compense la asimetría.
“Le planteamos a los ministerios de Producción y Economía, y a la Jefatura de Gabinete, la necesidad de buscar una alternativa a esta situación que también afecta a las cuentas públicas. Son dólares que no pagan impuestos, no se ingresan divisas a las reservas del BCRA. Venimos conversando desde hace un año qué tratamiento darle”, dijo y planteó que están a la espera de una respuesta. Las empresas proponen “que un segmento de las exportaciones puedan entrar a dólar “libre” exclusivamente para pagar salarios y así los empleados llegarían a recibir los dólares en sus cuentas bancarias por un empleo formal”.
Talentos en el interior del país
Una consecuencia directa del recalentamiento del mercado laboral, provocado por la pérdida de empleados en niveles medios y altos es que las empresas del sector debieron incrementar los niveles salariales muy por encima de la inflación para mitigar la fuga de talentos, alertó Argencon.
El encuentro en el que se difundió el estudio Argenconomics también contó con la participación de referentes de las compañías que integran la entidad. Emiliano Galván, vicepresidente de Wunderman, planteó que recurrir a los profesionales que existen en las más diversas latitudes del país fue como un oasis en el desierto. “Esta es una de las industrias más federales del país, por el formato digital y además la pandemia lo aceleró. Es mucha la cantidad de gente que hemos contratado en otras provincias, ciudades del interior, que vienen de casas de estudio que en otros años no hubiésemos contratado”, dijo. “Ahora aumentamos mucho la contratación de gente de otras jurisdicciones y eso es una ventaja enorme también para los profesionales que aumentan su calidad de vida”, agregó.
Santiago Mignone, socio a cargo de PwC Argentina, compartió esa idea. “La pecera en donde uno busca los recursos se amplió, no tiene límites”, dijo. “Donde hay una universidad, un cerebro, ahí estamos, y la tasa de rotación es un poco menor en las provincias que la de Amba o Caba, por lo tanto, salir a buscar talentos en el interior es más atractivo”, dijo.
El atraso cambiario fue otro factor que incidió fuertemente sobre el valor exportado. En períodos en que la inflación es mayor a la devaluación, el costo de producción en dólares se incrementa y esto influye sobre el precio de las exportaciones, señaló el informe.
El efecto combinado del atraso cambiario y del recalentamiento salarial determinó que, en la mayoría de las industrias, un mismo servicio se encareciera en dólares por encima de 25% entre diciembre y enero últimos. En el caso puntual de desarrollo de software, el encarecimiento anual promedio en dólares fue de 35,8%.
El auge del sector informal deriva en una situación indeseada. “El efecto combinado del crecimiento anual informado por el Indec, el incremento de costos por causa del atraso cambiario, y la fuga de valor al mercado informal, nos permite estimar que el conjunto del ecosistema del conocimiento tuvo un crecimiento interanual de nivel de actividad en torno al 6,75%, pero que buena parte del este 22% no se registra en la estadística oficial, ni sus divisas integran las reservas del Banco Central”, detalló el informe Argenconomics.
Considerando las exportaciones formales -u$s 6.400 millones- y las no registradas -u$s 1.800 millones-, la economía del conocimiento se consolida como el tercer sector nacional en creación de valor exportable. Sin embargo, la participación de las exportaciones en el total nacional alcanzó 7,4%, lo que representó una disminución respecto del 8,4% del año 2020. Esta baja esta justificada por el importante incremento del valor de los commodities agrícolas, y por la imposibilidad de computar las exportaciones irregulares en la estadística oficial, se precisó.
“La consecuencia del encarecimiento de los costos locales hace que Argentina, si bien mantiene su alta competitividad en las categorías de servicios de medio y alto valor, se hace cada vez menos atractiva en los segmentos de bajo valor frente a otros países competidores de la región. Este segmento es particularmente interesante por su capacidad de creación masiva de empleo, por lo que merecería un tratamiento específico dentro de una estrategia general de generación de empleo joven”, proponen desde Argencon.
Un hecho destacado del año fue la reactivación del régimen promocional de la ley 27.506 de economía del conocimiento, que estaba congelado desde 2019. Un importante grupo de entidades ya ha manifestado su interés en adherir. Se estima que el efecto de la ley se hará más evidente en los próximos meses, a medida que se incorporen nuevas empresas.