YAKARTA.–
Pese a las duras restricciones impuestas a inicios de la pandemia en 2020, la situación en el sudeste asiático dio un giro por el relajamiento de las medidas y la escasa vacunación contra el Covid-19. Indonesia batió ayer un nuevo récord de casos diarios de coronavirus, con más de 21.000 infecciones, y tras un aumento en los contagios, Tailandia anunció nuevas restricciones.
Mientras los hospitales se inundan de pacientes en Yakarta y en otros puntos de Indonesia, el país más afectado por la pandemia de Covid-19 del sudeste asiático, Bangkok ha tenido que dar marcha atrás con la flexibilización de medidas en los restaurantes, restringiendo a 20 el número máximo de personas en reuniones.
Hasta la fecha, Indonesia registró más de 2,1 millones de casos de coronavirus y 57.138 muertes desde el inicio de la pandemia. Pero se cree que la cifra real es mucho mayor debido a las bajas tasas de detección.
Se estima que las cifras reales son mucho más altas debido al bajo número de pruebas realizadas. El número de contagios se ha disparado en el país en las últimas semanas, tras los viajes realizados por millones de personas en mayo al finalizar el mes de ayuno musulmán del Ramadán.
Al mismo tiempo, las autoridades identificaron la presencia de nuevas variantes del virus altamente contagiosas, como la cepa delta, detectada por primera vez en la India. ”Esperábamos un aumento en el número de casos”, dijo la vocera del equipo a cargo de la lucha contra el Covid-19, Siti Nadia Tarmizi. “El pico se espera dentro de las próximas dos o tres semanas”, añadió, dando una idea de que todo se agravará.
Los temores de un fracaso generalizado del sistema de salud de Indonesia aumentan y los informes de prensa indican casos de pacientes dados de alta porque los hospitales están abarrotados. En la capital, Yakarta, muy afectada, así como en la parte occidental y central de Java, los pacientes ingresan en masa a los hospitales.
Las autoridades pretendían tener vacunados a más de 180 millones de sus 270 millones de habitantes para principios del próximo año, pero hasta el momento ha inmunizado solamente a un 5% de la población.
Además, más de 350 médicos y trabajadores sanitarios se han contagiado de Covid-19 en Indonesia a pesar de estar vacunados con Sinovac, según las autoridades, mientras crece la preocupación por la eficacia de algunas vacunas contra las variantes más infecciosas del coronavirus.
La mayoría de los trabajadores contagiados eran asintomáticos y se estaban aislando en sus casas, dijo Badai Ismoyo, jefe de la oficina de salud del distrito de Kudus, en el centro de Java, pero docenas han sido hospitalizados con fiebres altas y caída de los niveles de saturación de oxígeno.
Una capital que retrocede
Por otra parte, Bangkok, la capital de Tailandia, que afronta un brusco aumento en los contagios por Covid-19, anunció ayer una prohibición a los servicios de restaurantes en interior y a las reuniones de más de 20 personas, así como el cierre de obras de construcción y el aislamiento de alojamientos para trabajadores en Bangkok y otras nueve provincias. El gobierno anunció que las medidas se mantendrán por 30 días.
Tailandia informó de 3995 casos confirmados y 42 muertes en las últimas 24 horas. Las cifras se han multiplicado por dos hace poco, un repunte que las autoridades sanitarias han atribuido a la falta de cooperación de trabajadores migrantes en la construcción y en las fábricas.
“Los campamentos se cerraron, pero los trabajadores se escabulleron a mercados y zonas residenciales, y expandieron la enfermedad”, dijo Apisamai Srirangson, vocero del Centro de la Administración de Situación del Covid-19. Las medidas de control demostraron tener éxito en 28 días para gestionar focos de contagio en la provincia de Samut Sakhon, al sur de Bangkok, pero no en la capital, afirmó la vocera.
La situación se ha vuelto crítica y empiezan a escasear las camas de hospital en la capital para pacientes graves de Covid-19, pese a la creación de varios hospitales de campo.
El primer ministro, Prayuth Chan-o-cha, dijo el viernes último que por el momento se había rechazado un toque de queda de siete días para Bangkok. Según las nuevas restricciones, los trabajadores de la construcción serán aislados en campos en Bangkok y cinco provincias vecinas, así como en las cuatro provincias más sureñas, todas con picos de infecciones.
Tailandia quiere comenzar cuanto antes la recuperación de su lucrativo sector turístico, devastado por la pandemia y las consecuentes restricciones a los viajes. El país ha administrado unos 8,66 millones de dosis de vacunas, y en torno al 9% de sus 69 millones de habitantes han recibido al menos una dosis.