En el Día Mundial del Corazón los especialistas piden a la población que mejoren sus hábitos alimentarios, que hagan actividad física y dejen el cigarrillo, entre otras medidas eficaces para vivir más y mejor
Sin distinción de género. El corazón puede enfermarse y producir problemas serios
Hacer actividad física en forma regular, tener una dieta adecuada, evitar enfermedades como la diabetes y la hipertensión, no fumar y bajar los niveles de estrés se anotan entre las medidas más eficaces para minimizar el riesgo de sufrir una muerte precoz por una enfermedad cardiovascular.
Según un estudio que realizó la Sociedad Rosarina de Cardiología, en nuestra ciudad el promedio de edad de las personas que sufren un infarto es de 51 años entre los que se atienden en el sector público (con menores recursos socioeconómicos) y 60 años en el sector privado, y esto incluye tanto a hombres como a mujeres.
Unas 18 millones de personas, muchas de ellas en edad productiva y siendo todavía jóvenes, fallecen por problemas cardiovasculares (“un tercio de la población mundial”).
“En este Día Mundial del Corazón, lo que se busca es que la gente recuerde que la primera causa de muerte en el mundo son las enfermedades cardiovasculares, especialmente la cardiopatía isquémica (que puede derivar en un infarto)”, dijo a La Capital la cardióloga Haydeé Stroppi, directora médica del Instituto Cardiovascular de Rosario (ICR), de Grupo Oroño, un centro de referencia en la región y el país.
La especialista agregó que “la buena noticia es que tenemos estrategias de prevención que podemos poner cada uno de nosotros en marcha para evitar un problema serio y eso implica modificar malos hábitos y tener una vida más saludable”.
La Unesco, la OMS y la Federación Mundial del Corazón se unieron para determinar al 29 de septiembre como una jornada importante de información, educación y reflexión, pero además, estas entidades tienen un gran objetivo -según explicó Stroppi- “buscan reducir un 25% la muerte prematura por enfermedad cardiovascular para 2025”, una meta ambiciosa aunque no imposible.
Además de la prevención, que es fundamental, incluyen al control y al tratamiento como pilares en la salud cardiovascular.
Niveles prepandemia
En cuanto a la atención en los consultorios y a las prácticas habituales para mejorar o revertir dolencias cardiovasculares, la médica señaló que ya se alcanzaron los niveles prepandemia e incluso se superaron.
Vale recordar que durante 2020 y 2021 a causa de las restricciones por el Covid, y porque la prioridad estaba puesta en la pandemia, las consultas en los consultorios cardiológicos cayeron de manera significativa.
Gracias a un trabajo de concientización y difusión de las sociedades de cardiología y de los especialistas, la gente volvió a realizarse controles anuales, que es lo que se recomienda. Y también la consulta rápida cuando hay síntomas.
Señales preocupantes
“La cardiopatía isquémica, que se produce por enfermedad de las arterias coronarias, representa la mayoría de los casos que atendemos. Está relacionada con los factores de riesgo como el tabaquismo, hipertensión, sedentarismo, diabetes, obesidad, estrés”, destacó Stroppi.
“Cada uno, en interacción con su cardiólogo, y globalmente trabajando juntos, podemos mejorar la prevención y disminuir la enfermedad”, enfatizó la médica, que tiene a su cargo a más de 400 agentes de salud en ICR.
“Lo más complicado es cambiar hábitos porque el paciente en general quiere tomar una pastilla o varias y que eso resuelva el problema, es lo que les resulta más sencillo, pero no hay pastilla que pueda contra una vida de destrato a nuestro organismo”, reflexionó.
Cuando hay más factores de riesgo la enfermedad de las arterias se produce más rápido: “Es un proceso silencioso que no nos avisa. Cuando hay síntomas es porque las lesiones ya son significativas”.
¿Las señales más preocupantes que requieren atención de emergencia? “Dolor en el pecho, falta de aire durante el esfuerzo (que cede en reposo). Eso puede estar indicando que alguna de las placas de colesterol que está en las arterias se fisuró y puede tapar total o parcialmente esa arteria provocando un infarto. Si hay dolor en el pecho, sudoración, estamos hablando de una emergencia”, remarcó Stroppi.
“El eje, en este día, es difundir masivamente cuáles son los factores de riesgo y cómo cuidarnos para reducir la mortalidad por causas evitables”, señaló la especialista.