Un grupo de expertos ha analizado cómo la Covid-19 ha cambiado la perspectiva mundial contra las zoonosis e instan a mejorar la lucha contra estas enfermedades mediante el enfoque ‘One Health’Redacción – 07-07-2021 – 09:52 H
Un grupo de oficiales técnicos expertos de la Organización Tripartita formada por la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), han debatido sobre las enfermedades zoonósicas y cómo ayudar a los países mediante estrategias de prevención y control de enfermedades.
En concreto, los expertos de la alianza tripartita que han debatido sobre las zoonosis son, Sean Shadomy, epidemiólogo veterinario de la FAO; Tianna Brand, asesora de la Dirección científica y de normas internacionales de la OIE; Mariana Marrana, directora de programas del Departamento de preparación y resiliencia de la OIE; y Stephane de La Rocque, líder del equipo para la interfaz animal-humano del Departamento de Preparación para la Seguridad Sanitaria, Programa de Emergencias de la OMS.
Respecto a los factores que pueden aumentar la aparición y propagación de zoonosis, Tianna Brand señala que las oportunidades para que surjan patógenos zoonósicos están aumentando. “El crecimiento de la población humana y sus hábitos de consumo son los factores subyacentes, o las causas fundamentales, de la aparición y propagación de enfermedades”, afirma.
“Una población humana más grande impulsa niveles más altos de producción animal intensiva y, además, impulsa la expansión de tierras de cultivo, asentamientos humanos y ciudades. Todos estos factores contribuyen a la alteración de los ecosistemas naturales y al aumento de la invasión de seres humanos a áreas que antes eran salvajes. Históricamente, la aparición de nuevas enfermedades humanas de origen animal, como la peste o el ébola, se ha asociado con importantes cambios sociales”, detalla la experta.
Mariana Marrana, apunta que si bien, en la mayoría de los casos, las enfermedades de reciente aparición a menudo solo resultan en transmisión local antes de desaparecer, las actividades humanas proporcionan la vía para que los eventos de enfermedades locales se vuelvan regionales o globales. “Por lo tanto, un brote de enfermedad que podría ser intrascendente desde una perspectiva global puede tomar proporciones pandémicas en cuestión de semanas, como vimos al comienzo de la pandemia de Covid-19”, explica.
En cuanto a por qué es importante prevenir las enfermedades zoonósicas para la seguridad alimentaria, Sean Shadomy recuerda que los sistemas de producción y distribución de alimentos son muy complejos y multisectoriales, y es difícil determinar el impacto total de las enfermedades zoonósicas en la producción y la seguridad alimentaria, así como los costos sociales y para la salud humana y el impacto económico en los productores.
“Algunas enfermedades zoonósicas, como la brucelosis, pueden propagarse en los mataderos y las instalaciones de envasado de carne, provocando enfermedades debilitantes e impidiendo su trabajo, lo que repercute en la producción”, destaca.
Sobre las lecciones que ha aprendido la sociedad de la crisis del Covid-19 y cómo cambiará eso el enfoque de la preparación para las enfermedades zoonósicas, Stephane de La Rocque indica que la pandemia demostró los impactos que las enfermedades zoonósicas pueden tener en todos los aspectos de la sociedad.
“Todos sabemos que los patógenos se comparten entre animales y humanos, pero este es a menudo un aspecto descuidado de la salud pública, especialmente en los países avanzados donde la bioseguridad, la prevención y las opciones curativas nos mantienen a salvo de muchas de estas enfermedades. Parecía que algunas de las capacidades que pensamos que eran sólidas debían consolidarse aún más. Esto incluye capacidades de coordinación entre sectores, a través de un enfoque ‘One Health’”, asegura.
“Con la Covid-19, nos dimos cuenta más que nunca de que los países necesitaban poder acceder e implementar principios clave y mejores prácticas para el manejo de enfermedades zoonósicas en medio de una respuesta activa a los brotes”, apunta.
Asimismo, de La Rocque recuerda las herramientas que se han creado para que los sectores de salud humana y veterinaria discutan conjuntamente sus respectivas capacidades para la seguridad sanitaria y acuerden actividades concretas para mejorar su coordinación multisectorial, a través de un enfoque de ‘Una sola salud’.
En cuanto a la Guía Tripartita para abordar las zoonosis, Mariana Marrana destaca que es un reflejo del enfoque ‘One Health’ y de las formas de hacerlo operativo a nivel nacional.
Por último, respecto a cómo se puede mejorar aún más la respuesta a las enfermedades zoonósicas, Tianna Brand subraya que “trabajar de forma aislada para abordar parámetros complejos y en constante evolución, en realidad solo proporciona una o una visión limitada de un problema o problemas mucho más grandes, dinámicos e interconectados, lo que podría empeorar el problema”.
Por ello, concluye que “mejorar la aplicación del enfoque ‘One Health’ requiere identificar los vínculos entre disciplinas, organizaciones, datos, recursos y partes interesadas, para unir conocimientos y acciones y así prevenir, mitigar o adaptarse a los riesgos para la salud”.