María Ayzaguer
Con apenas el 8,4% de la población argentina inmunizada con dos dosis de las vacunas contra el coronavirus y ante la dificultad de conseguir velozmente más unidades del segundo componente, especialmente de Sputnik V, –hay millones que ya están por superar los tres meses aconsejados entre las dos aplicaciones–, los infectólogos consultados por coinciden la nacion en que la estrategia eventual será combinar productos para proteger a las personas contra el Covid-19.
El escenario nacional señala que hasta ayer, 15.082.417 personas, es decir el 33,2%, recibió una dosis de inmunización contra el Covid-19 y apenas 3.787.691, el 8,4%, pudo completar el esquema ya que a la Argentina solo han llegado productos que implican dos aplicaciones.
Eduardo López, médico infectólogo y asesor presidencial, explicó que en España ya se estudió la combinación de la vacuna de Astrazeneca con la Pfizer –aún no disponible en nuestro país– con buenos resultados. “Esta asociación prácticamente ha demostrado que no hubo efectos adversos más allá de un poco más de dolor de cabeza o dolor muscular”, dice.
En cuanto a la eficacia, admite que está por verse, porque todavía faltan los datos de inmunogenicidad, que es la capacidad de una sustancia para generar respuestas inmunes.
López coincide con la estrategia de combinar vacunas de distintas procedencias, si no llega pronto el segundo componente de la vacuna Sputnik V: “La asociación más lógica desde mi punto de vista ofrece dos alternativas: combinar la Sputnik con Astrazeneca, o bien la Sputnik con la Cansino (la vacuna china que está negociando la Argentina), que tiene el mismo vector viral de adenovirus 5. Trataría en lo posible de combinar vacunas con los mismos vectores virales”.
Para el especialista, urge hacer estudios rápidos para poder verificar la respuesta inmunitaria que generan las vacunas combinadas y no perder de vista la peligrosidad de las nuevas variantes de coronavirus, para las que las segundas dosis de inmunizaciones resulten adecuadas. “Hay que vacunar con dos dosis a la mayor cantidad de gente posible, especialmente a los adultos mayores: hoy el 78% de las muertes están dadas por mayores de 60 años”, advierte.
Ricardo Tejeiro, médico infectólogo miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), también remarca la necesidad de hacer estudios de investigación para dar con las combinaciones más acertadas de vacunas. “Se deberían comparar pacientes vacunados con una sola línea versus personas que tienen combinaciones de vacunas”, explica.
Desde su punto de vista y ante las investigaciones que se están desarrollando entre España y Alemania y el Reino Unido, “no hay que descartar nada”. “Creo que ante la falta de dosis que no están llegando a nuestro país hay que empezar a recorrer esa línea de combinación de vacunas”, explica.
Robustecer la inmunidad
Para Elena Obieta, médica infectóloga y miembro de la SADI, parece una alternativa lógica y segura combinar vacunas con la información disponible hoy. “En un escenario de faltante de vacunas no me parece una mala idea, en tanto y cuanto necesitamos robustecer la respuesta inmunitaria, sobretodo con la aparición de nuevas variantes. Tenemos que asegurar una gran cobertura de arriba del 80% lo más rápido que se pueda con primeras dosis y luego acompañarlo de las segundas dosis para las vacunas que tienen esquema de dos aplicaciones, que por lo pronto son las tres que se aplican en el país (Aztrazeneca, Sputnik V y Sinopharm)”.
Desde su punto de vista, no estaría mal combinar la vacuna Cansino con la Sputnik V porque ambas comparten el mismo vector viral: “Si queremos completar el esquema de la vacuna rusa para agrandar el paraguas de protección, conviene utilizar una segunda dosis de una plataforma similar, es decir vectorizado por un adenovirus 5. Eso parece una idea adecuada”.
Por ejemplo, la canciller alemana Angela Merkel acaba de recibir un esquema mixto de vacunación: le fue aplicada una segunda dosis de Moderna tras una primera de Astrazeneca. En su país –como en otros estados europeos– se acotó el rango etario de quienes pueden recibir la vacuna Astrazeneca por casos muy raros de trombosis. Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la Agencia Europea de Medicamentos (EMA) la consideran una vacuna segura.