LONDRES Afp.– El primer ministro británico, Boris Johnson, se enfrentó nuevamente ayer al escrutinio de los diputados luego de que saliera a la luz otra foto relacionada al escándalo del “partygate”, las reuniones celebradas en Downing Street entre 2020 y 2021, en aparente violación de las restricciones por el Covid-19 entonces vigentes. En la misma sesión, el mandatario anunció que planea poner fin a todas las restricciones relacionadas a la pandemia, incluso la del aislamiento para personas contagiadas.
La imagen, publicada por el diario Daily Mirror, muestra al primer ministro con un par de personas más (una de ellas, con una guirnalda alrededor del cuello) frente a una botella abierta de champagne y bocaditos.
Se trata de un evento navideño organizado por el personal –en teoría como un “examen” remoto, con varios colaboradores conectados de manera virtual– el 15 de diciembre de 2020, cuando Gran Bretaña ya no estaba en confinamiento, pero en Inglaterra todavía estaban prohibidas las reuniones empresariales y todo encuentro social entre más de dos personas que no convivieran.
La publicación de la foto desató polémicas solicitudes de aclaración durante el turno de preguntas por parte de dos diputados de la oposición laborista, quienes instaron a Johnson a denunciar también este hecho a la policía, no incluido en la lista de supuestas “fiestas” investigadas por Scotland Yard.
El primer ministro había negado en ese momento que la reunión del 15 de diciembre pudiera clasificarse como fiesta, pero ayer aseguró que ese hecho fue objeto de investigación por parte de los investigadores.
En la sesión semanal de preguntas al primer ministro, Johnson aseguró que pretende volver al Parlamento el 21 de este mes, tras el receso de invierno, “para presentar la estrategia para vivir con el Covid”.
“Siempre que se mantengan las tendencias alentadoras actuales, espero que podamos levantar las restricciones nacionales restantes, incluido el requisito legal de aislarse si se da positivo, un mes antes”, añadió. Esta medida expiraba normalmente el 24 de marzo.
A mediados de enero, el líder conservador decidió levantar la mayoría de las restricciones impuestas en Gran Bretaña por la ola ómicron, como el teletrabajo y el uso de barbijos en lugares cerrados. También añadió entonces que no tenía intención de prolongar la ley que impone una cuarentena de 5 a 10 días a quienes dan positivo al coronavirus.
Gran Bretaña, uno de los países más castigados de Europa por la pandemia, con casi 159.000 muertes, registró la ola de ómicron a principios de año, con un récord de infecciones diarias que superaba las 200.000, pero los casos positivos han empezado a descender considerablemente y los ingresos hospitalarios también.