LISBOA.– Portugal, que ya se vio muy afectado por la variante alfa del coronavirus a principios de año, se encuentra bajo la amenaza de la variante delta, que podría provocar una cuarta ola de contagios y restricciones.
Con un aumento del 54% en el número de nuevos casos diarios durante la última semana en comparación con los siete días anteriores, Portugal es el país de la Unión Europea (UE) en el que la epidemia avanza con mayor virulencia, con un promedio de 108,35 casos por millón de habitantes en los últimos siete días, según los datos de Our world in Data. En el continente solo lo supera Gran Bretaña, con 141,28.
En la media de los últimos siete días, los nuevos casos diarios superaron los 1100 en Portugal, frente a los poco más de 300 de hace seis semanas. Casi la mitad de los casi diez millones de portugueses han recibido una dosis de la vacuna contra el Covid-19 y algo más de una cuarta parte ya está totalmente vacunada.
Una docena de municipios, entre ellos Lisboa, no han aplicado la última fase de desconfinamiento que entró en vigor hace diez días y este fin de semana se prohibieron los viajes entre la región de Lisboa y el resto del país para evitar que la pandemia se extienda.
La variante delta, antes conocida como variante india y considerada más contagiosa que la alfa detectada en Gran Bretaña, ya se ha convertido en predominante en la capital portuguesa y sus suburbios, donde representa más del 60% de los nuevos casos detectados, informó el domingo el Instituto Nacional de Salud (INSA).
“Estamos intentando retrasar su llegada a otras partes del país para que la gente pueda protegerse más mediante la vacunación”, reaccionó anteayer la ministra de Sanidad portuguesa, Marta temido, admitiendo que “puede ser necesario” aplicar más restricciones.
“tenemos que evaluar sobre la marcha y pedimos el apoyo de todos para, en lo posible, evitar medidas con consecuencias económicas y sociales muy graves”, añadió, mientras la mayoría de los países europeos siguen suavizando las restricciones contra el Covid-19.
La presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, consideró que solo es “una cuestión de tiempo” hasta que la variante delta se convierta en la dominante en el continente. ”Es importante continuar vacunando lo más rápidamente posible”, añadió.
Los países de la UE se pusieron de acuerdo para coordinar sus medidas y facilitar los viajes dentro del bloque comunitario durante el verano boreal, con la adopción de un certificado sanitario, pero prevén la posibilidad de reimponer restricciones en caso de emergencia.