Los gobiernos del bloque piden a la población que se aplique dosis para evitar una cuarta ola; Portugal reinstaló un toque de queda
Luisa Corradini
PARÍS – Frente a una variante delta del coronavirus que podría dominar en Europa antes de fines de agosto, solo un tercio de su población está totalmente vacunada. Conscientes de que es muy poco para escapar a una cuarta ola de la pandemia, los gobiernos de la región no cesan de incitar a sus ciudadanos a hacerse vacunar, algunos estudian incluso la posibilidad de establecer la obligación de hacerlo. Otros, como Portugal, toman nuevas medidas, como el regreso al toque de queda o la suspensión de las medidas de distensión.
Y cuando la Unión Europea (UE) acaba de lanzar su “pasaporte sanitario europeo”, con la esperanza de reactivar el turismo en el bloque, incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió sobre el riesgo de una nueva ola de la pandemia provocada por la variante delta.
Después de aparecer en la India en mayo, la variante delta ha llegado a Europa en forma avasallante. En Francia ya representa el “20% de los nuevos casos”, según el ministro de Salud Pública, Olivier Véran. Es decir, el doble de la semana precedente. No obstante, “progresa en porcentaje, pero no en valores absolutos, pues el número de casos en la mayoría de los países de la Unión Europea (UE) disminuye”, explicó Véran.
El problema es que la variante delta es mucho más contagiosa (cerca de 60% más que la cepa inglesa alfa) y se está convirtiendo en la variante dominante de la pandemia. Según el Centro Europeo de Prevención y Control de Enfermedades, “a fines de agosto representará el 90% de los casos de Covid-19” en el bloque.
Para frenarla, los gobiernos apuestan más que nunca por la vacunación. Pero la vacuna es eficaz “cuando se recibieron las dos dosis. No lo es cuando solo se recibió una”, advierte el profesor francés Jeanfrançois Delfraissy.
Ahí reside precisamente el problema. Porque la UE experimenta un severo atraso en el número de personas totalmente vacunadas. No por falta de dosis, sino porque mucha gente ha decidido no hacerse vacunar.
Ante esa situación y la multiplicación de nuevos casos en un continente que ya se encuentra en plenas vacaciones estivales, los gobiernos toman medidas.
El 30 de junio, Portugal registró 2000 nuevos casos en 24 horas: el mayor nivel desde mediados de febrero, cuando ese país de diez millones de habitantes se hallaba sometido a un confinamiento general. Por esa razón, las autoridades decidieron restablecer el toque de queda a partir de ayer en 45 comunas, incluida Lisboa. También prolongó y extendió a otras ciudades la reducción de horarios de apertura de cafés y restaurantes.
Como en otros países europeos, en España el uso del barbijo dejó de ser obligatorio en exterior desde el 26 de junio. Pero un viaje de estudiantes a las islas Baleares provocó un clúster gigante de varios centenares de casos de Covid-19, que se diseminaron por todo el país. Como consecuencia, varios miles de jóvenes se encuentran en cuarentena en siete regiones españolas.
En Francia, la variante delta representa 20% de los nuevos casos, pero la presión en los hospitales disminuye. Ayer había 8044 pacientes hospitalizados, contra 8232 el día anterior. Hubo 2683 nuevos casos en 24 horas, solo 118 personas entraron a un nosocomio víctimas de Covid y se registraron 24 decesos, llevando el número total de muertos a 84.662.
Enfrentado al estancamiento de la vacunación y para evitar una eventual cuarta ola de la pandemia, el gobierno francés estudia la posibilidad de imponer al personal sanitario la “obligación de vacunarse”. Una medida que no debería ser extendida a toda población, dijo el ministro Véran.
Según el Instituto Robert Koch (RKI) de Alemania, la variante delta representa actualmente el 35% de los nuevos casos registrados en ese país, donde la epidemia parece, sin embargo, bajo control. Para alentar a los refractarios a vacunarse, las autoridades anuncian que eventuales futuras medidas de confinamiento anti-covid no deberían afectar a aquellas personas que ya recibieron ambas dosis.
El nuevo ministro de Salud Pública británico, Sajid Savid, mantuvo el objetivo de levantar las medidas de restricción en Inglaterra el 19 de julio a pesar del aumento de las contaminaciones: 27.125 nuevos casos en 24 horas (11.315 más que el viernes pasado).
El país europeo que cuenta con el mayor número de muertos (128.000), Gran Bretaña sale progresivamente del tercer confinamiento desde marzo, aunque ciertas restricciones continúan vigentes, por ejemplo, el cierre de discotecas.
Pero el epicentro del avance de la pandemia en el Viejo Continente se encuentra en Rusia, que, con los hospitales desbordados por nuevos casos, anunció el regreso del teletrabajo obligatorio. El país registró 679 muertos de Covid en las últimas 24 horas, un récord por cuarto día consecutivo. El viernes se detectaron 23.218 nuevas contaminaciones, lo que significa la cifra más alta desde mediados de enero, cuando los rusos salían de una trágica segunda ola.