Fue el primero en completar el esquema. Hay preocupación en el sector ante una nueva ola porque sigue habiendo contagios.
Según la evidencia científica, dicen, su aplicación sería para personas con alguna inmunodeficiencia
Alejandro Horvat
Mientras las autoridades sanitarias empiezan en la Argentina a evaluar la eventual aplicación de una tercera dosis contra el coronavirus, especialistas consultados por señalan la nacion que la evidencia disponible respalda esa decisión solo para quienes tienen una inmunodeficiencia.
Jorge Geffner, miembro del Departamento de Microbiología, Parasitología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la UBA e investigador principal del Conicet, destaca tres aspectos importantes. En primer lugar, que la evidencia actual no muestra que haya que dar un refuerzo a la población general, excepto en aquellas personas con inmunodeficiencias. En segundo orden explica que, si bien el número de anticuerpos baja con el tiempo, también mejoran su “afinidad”, es decir que perfeccionan su capacidad de respuesta. Por último, asegura que, de todos modos, dar otra dosis no provocaría ningún daño al organismo.
“Sería indicado en aquellos que tengan comprometido el sistema inmunológico, pero en esos casos se recomienda porque directamente los pacientes no logran levantar el nivel de anticuerpos”, argumenta el especialista. Y agrega: “En contra de buena parte de la evidencia científica, se publicó un reporte del Ministerio de Salud de Israel con información sobre un estudio en el que analizaron si a los seis meses de ser vacunada la gente se infecta más que aquellos que se vacunaron hace dos meses. Lo que vieron es un leve aumento en las personas mayores de 60 años, y por eso allí se vacuna a ese grupo poblacional, independientemente de las comorbilidades. Pero lo cierto es que no se sabe si la tercera dosis, si bien sube los anticuerpos, tiene un impacto en la eficacia”.
Lo que señala Geffner va en línea con lo recomendado por Anthony Fauci, el principal asesor de Joe Biden en relación con el coronavirus. Fauci señaló: “Es extremadamente importante para nosotros avanzar para darles a esos individuos sus refuerzos y ahora estamos trabajando en eso. Especialmente para aquellas personas inmunodeprimidas”.
De esta manera, Estados Unidos no hizo caso a la recomendación de la OMS, que pidió postergar la aplicación de una tercera dosis por lo menos hasta septiembre, aunque esa indicación apunta a un reparto equitativo de las vacunas: hay países que aún están por debajo del 10% de inoculados con las dos dosis.
Elena Obieta, infectóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), sostiene que para la población general aún no es posible determinar si necesitarán una tercera.