10 de marzo de 2022
San Nicolás . Con el foco puesto en las innovaciones tecnológicas y en la digitalización, Juan Farinati, CEO para el Grupo Bayer en Cono Sur y director de la División Crop Science, sostiene que el agro argentino “tiene un rol muy importante a nivel mundial”.
En una entrevista con LA NACION, en Expoagro, el ejecutivo, además, cree que será clave en las próximas campañas agrícolas trabajar con “planificación y previsibilidad”, en referencia a la situación volátil del precio de los granos y la suba de costos de insumos, así como de su abastecimiento.
-¿Cuál es la visión que tienen de la situación del agro hoy como compañía? Por un lado, hay precios altos, pero hay aumentos de los costos, especialmente por los insumos. Y, además, está la invasión rusa a Ucrania que pone en riesgo la seguridad alimentaria mundial.
-Vemos un rol del agro como protagonista muy importante en la Argentina. A nivel mundial, la Argentina, en agro, es el número tres para Bayer. Se ve lo importante que es el agro en la Argentina y lo importante que es el país para Bayer.
Vemos una situación muy coyuntural, con precios de commodities muy encima de lo que cualquiera podía esperar. Hay un escenario de encarecimiento de algunos insumos, como algunos fitosanitarios y fertilizantes, y sobre todo de desafíos de disponibilidad. Habitualmente esto era que se tenía como algo dado. En los últimos años estamos viendo un tema de disponibilidad que hay que ver cómo se acentúa en este escenario tan terrible de la guerra que estamos viendo.
-Este problema de la disponibilidad, ¿les hace replantear la estrategia global? Hay países que no son garantía de que van a entregar un producto, como ocurrió en la pandemia.
-Durante la pandemia hubo un desafío logístico internacional que afectó a todas las industrias. Hubo una crisis logística que impactó en toda la cadena de suministros del agro. El hecho de traer materias primas de diferentes países tiene otros costos y menos previsibilidad. Segundo, hay un escenario de costos de insumos que ha ido cambiando. En fertilizantes hemos visto un incremento muy importante de precios y en los agroquímicos también los hubo. Como compañía tratamos de dar la mayor previsibilidad posible dentro de un contexto difícil.
Veo un escenario de commodities muy atractivo, un productor muy interesado en invertir en tecnología, lo que se viene dando en los últimos años, y veo que, debido al escenario que existe, de logística, aumento de costos y la situación por la que pasa Europa, va a haber que ser muy previsor y planificar en lo que tengo que usar en el campo como productor. Si no lo hago, si quiero ir a último momento a encontrar algo, seguramente no lo encuentre. Es la lógica de este año: la planificación y la previsión van a ser importantes. Vemos sí a un productor interesado en la tecnología.
-¿Cómo están trabajando con la agricultura digital? ¿Hay productores que todavía tienen que adoptarla?
-El productor estaba acostumbrado a utilizar tecnologías de producto que incorporó rápidamente, como la biotecnología o los fitosanitarios de alta tecnología, y ahora está transitando un viaje a la tecnología de datos, que es diferente.
En ese camino hay diferentes tipos de productores con distintos niveles de adopción. El 20% de la agricultura de la Argentina se está trabajando con Field View (herramienta de agricultura digital de Bayer), estamos con más de siete millones de hectáreas en el país. Y, dentro de esa superficie, hay productores que usan toda la capacidad de la herramienta y hay otros que están aprendiendo. Es como nos pasa a todos los que nos vamos familiarizando con una tecnología.
La Argentina, en el contexto de la adopción de la tecnología digital, está avanzando muy rápido. Es uno de los países en el que Field View más está creciendo a nivel mundial. Se ven los beneficios de tener toda la información en un mismo lugar, tomar mejores decisiones y a distancia, puede ver cómo se cosecha a 300 kilómetros y tener trazabilidad.
-Ustedes lanzaron un programa de secuestro de carbono, ¿cómo se está desarrollando?
-Comenzamos el año pasado con un programa que le permite al productor, en un período de tres a cinco años, incorporar nuevas rotaciones de cultivos, con recomendaciones, medir la evolución del secuestro de carbono y tener beneficios en seguros, créditos y, en el futro, venta de bonos de carbono. La evolución fue importante: fue un 30% superior a lo que teníamos planificado. Es algo que el productor está interesado.
En sustentabilidad, del lado de protección de cultivos, estamos con dos iniciativas: certificación en Buenas Prácticas Agrícolas (BPA) para productores, con normas IRAM. Somos la única compañía en el país que tiene el ciento por ciento de su producción de semillas certificadas con BPA y aplicaciones con normas IRAM. Y eso lo estamos ofreciendo a productores este año.
La otra es un cambio logístico de agroquímicos. Pasamos de bidones de 20 litros a tanques retornables de 1000 litros. El productor recibe ese tanque en el campo y cuando termina de utilizarlo lo devuelve y recibe uno nuevo. El año pasado redujimos el envío de 30 toneladas de plástico al campo. Este año esperamos reducirlo en 600 toneladas. También trabajamos con Campo Limpio (Fundación especializada al tratamiento de envases vacíos).
-¿Qué frontera tecnológica ven en el maíz? ¿Hay alguna limitante?
-Limitante no vemos. El maíz tiene muchísimo para crecer en la Argentina, viene creciendo en área y el productor está haciendo cada vez mejor maíz de la mano de la genética, la biotecnología y la digitalización. En el corto plazo estamos reconvirtiendo nuestro portfolio de biotecnología, lanzamos BT4 el año pasado.
En el mediano plazo estamos avanzando con el lanzamiento de lo que es maíz de baja estatura que se lanzó en México y Estados Unidos. Es un maíz que permite una mayor estabilidad ante situaciones climáticas en cosecha y al mismo tiempo, por un fenotipo de planta diferente, tiene una distribución espacial en el lote con una mayor densidad de plantas y por ende con un mayor potencial de rinde. Hay más individuos por lote y la relación planta-grano es mucho más balanceada que mide un 30% más, es más eficiente. Estamos avanzando con eso. En la Argentina va a estar en 2025/2026. Ya es comercial en México y será comercial dentro de un año en Estados Unidos. Es un cambio de modelo de cultivo.
-¿Pueden volver a la soja si cambia el marco legal?
-Tomamos la decisión de suspender el negocio de soja y enfocarlo en sustentabilidad y digitalización, que es la apuesta grande que estamos teniendo. En el corto-mediano plazo no estamos viendo un cambio. Como compañía sí vamos trabajar mucho con la Asociación de Semilleros Argentinos (ASA) para apoyar en todo lo que se refiere a las autógamas en la Argentina, porque es muy importante y vamos a estar activos en ese sentido. Nuestro foco es sustentabilidad, digitalización, hacer inversiones en las plantas y asegurar la provisión de semillas de maíz y valor local en agroquímicos.
Inversiones
En la entrevista, Farinati recordó que en 2021 anunciaron un plan de inversiones por US$150 millones de los cuales para el sector agro (Bayer tiene también la división salud) se destinarán US$100 millones en la ampliación de la capacidad de la planta de producción de semillas de maíz en María Eugenia, en el partido bonaerense de Rojas y en la ampliación de la planta de fitosanitarios en Zárate. Esto, dijo, “para agregar más valor local y tener más productos que antes se importaban”, entre los cuales había herbicidas de maíz y fungicidas.
Al mismo tiempo, destacó que por año invierten unos US$250 millones en la producción e investigación de semillas de maíz.