La nueva tendencia lleva a utilizar productos de origen biológico, como hongos y bacterias, para cumplir funciones fitosanitarias y de fertilización. Son parte del entorno y por lo tanto, amigables con el ambiente
Los microorganismos permiten aplicar a los cultivos productos que no contaminan el medio ambiente.
06:00 hs – Miércoles 14 de Abril de 2021
LA CAPITAL
La búsqueda de soluciones más amigables para el medio ambiente en el sector del agro comenzó hace mucho tiempo, pero se consolidó en los últimos años. La utilización de microorganismos para tratar cultivos es una de las tendencias que más creció, gracias a sus efectivos resultados y su sostenibilidad a largo plazo.
Al hablar de microorganismos se hace referencia a diversos grupos de organismos, pero las bacterias y los hongos son los que se suelen utilizar en la agricultura. Estos pueden usarse como fertilizantes o estimulantes, o bien cumpliendo una función fitosanitaria, como insecticidas. Además, son aptos tanto en agricultura convencional como en orgánica.
“Antes había mucha reticencia en el sector hacia los productos de origen biológico”, explicó Ariel Piana, fundador y gerente de Bioagro, una empresa dedicada a la producción y comercialización de fertilizantes, fungicidas e insecticidas biológicos, “hace casi 10 años que trabajo con biofertilizantes y pude ver cómo, con el paso del tiempo, la demanda fue creciendo. Por un lado, tomamos más conciencia de lo importante que es para la agricultura cuidar el suelo, su fuente de trabajo, a la vez que la efectividad de estos productos se fue demostrando científicamente en todo el mundo”.
Las micorrizas, por ejemplo, son hongos que tienen una asociación simbiótica con las raíces de la planta, facilitando a la misma nutrientes, pseudomonas fluorescentes, ácidos húmicos y fúlvicos, materia orgánica y micro y macro nutrientes.
El hongo trichoderma, por otro lado, inhibe el crecimiento de otros hongos que pueden ser patógenos para un cultivo, actuando como un fungicida. Estos son algunos ejemplos que ya se están utilizando en la agricultura.
“Los microorganismos permiten aplicar a los cultivos productos que no contaminan el medioambiente, no dañan ni dejan residuos, y no afectan a organismos benéficos, aves y otros insectos”, dijo Piana, “permanecen como parte integral del ecosistema y permiten reducir el uso de compuestos de origen químico”, indicó.