El Reino Unido se convirtió ayer en el primer país del mundo en aprobar una píldora contra el Covid.
LONDRES (AFP).– El Reino Unido se convirtió ayer en el primer país del mundo en aprobar una píldora oral contra el Covid-19, fabricada en conjunto por los laboratorios estadounidenses Merck Sharp & Dohme (MSD) y Ridgeback Biotherapeutics.
La píldora fue autorizada para adultos de 18 años o más que hayan dado positivo al testeo del coronavirus y tengan al menos un factor de riesgo para desarrollar una enfermedad grave, como obesidad o enfermedad cardíaca.
La Agencia Reguladora de Medicamentos y Productos Sanitarios (MHRA, por sus siglas en inglés) recomendó que el medicamento, molnupiravir, se tome lo antes posible después del resultado positivo y dentro de los cinco días posteriores al inicio de los síntomas.
Los pacientes con coronavirus leve a moderado tomarían cuatro píldoras del medicamento, dos veces al día durante cinco días.
El gobierno y el Servicio Nacional de Salud (NHS, por sus siglas en inglés) confirmarán más detalles sobre cómo se implementará ese tratamiento Covid-19 en los pacientes a su debido tiempo.
Por separado, MSD dijo que esperaba producir 10 millones de cursos del tratamiento para fines de este año, y por lo menos 20 millones en 2022.
“Hoy es un día histórico para nuestro país, porque el Reino Unido es ahora el primer país del mundo en aprobar un antiviral contra el Covid-19 que puede tomarse en casa”, dijo el ministro de Salud, Sajid Javid.
“Esto cambiará la situación para los más vulnerables y los inmunodeprimidos, que pronto podrán recibir el revolucionario tratamiento”, agregó.
Estudios
A principios de octubre, los estudios preliminares que miden el uso de la píldora arrojaron que el molnupiravir redujo en alrededor de un 50% la posibilidad de hospitalización o muerte de los pacientes con riesgo de enfermedad grave.
El análisis intermedio realizado en 775 pacientes encontró que el 7,3% de los que recibieron la píldora fueron hospitalizados o habían muerto 29 días después del tratamiento, en comparación con el 14,1% de los participantes que recibieron placebo. Luego de ese período, en el primer grupo no se reportaron muertes, mientras que en el segundo se registraron ocho fallecimientos.