También a nivel mundial dichas enfermedades provocan la mayoría de los decesos. Tabaquismo, hipertensión y obesidad aumentan los riesgos.
28 de septiembre 2022 · 22:23hs
Las enfermedades cardiovasculares representan el 28% de las muertes en el país, donde una de cada tres personas que sufrió un problema cardiovascular tuvo un segundo episodio por no controlar sus factores de riesgo, por lo que los especialistas instan a tomar conciencia sobre la salud cardíaca en el Día Mundial del Corazón que se conmemora cada 29 de septiembre.
Según el último informe del portal de datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en Argentina las ENT (enfermedades no transmisibles) representan el 77% de las muertes en nuestro país, y el 28% de ellas están representadas por las enfermedades cardiovasculares (ECV).
El informe indicó que las ECV son la causa de mayor cantidad de muertes a nivel mundial, ya que, anualmente se cobran 17,3 millones de vidas.
Entre los factores de riesgo más elevados en Argentina se encuentran la obesidad, hipertensión, la inactividad física, el consumo de tabaco y alcohol.
Un sondeo realizado durante este mes por el Colegio Argentino de Cardioangiólogos Intervencionistas (CACI) denominado ‘Encuesta sobre Conciencia de Prevención Cardiovascular’ indicó que esta falta de control en los factores de riesgo propició que uno de cada tres pacientes (29%) vuelva a tener un segundo evento cardiovascular que requirió internación.
El trabajo sobre 120 pacientes (89 hombres y 31 mujeres) que padecieron un episodio cardiovascular como infarto coronario, angina de pecho o accidente cerebro vascular (ACV) mostró que antes de sufrir un episodio dos de cada tres individuos (71%) no se ocupaba de mantener conductas saludables y de controlar sus factores de riesgo.
Esa cifra cambió favorablemente a partir del hecho, donde el 93,3% de los pacientes se controlaban total o parcialmente.
Sin embargo, luego de varios años, la mitad (52%) no tenía un buen control de los factores como la hipertensión, el colesterol elevado, sobrepeso, obesidad, sedentarismo, tabaquismo y diabetes.
Entre los motivos mencionados por los no cumplidores, figuran “porque se sentían bien” (34%), “falta de regularidad” (16%) o simplemente porque “las tareas habituales se lo impedían” (6%).
“Este relevamiento nos muestra la realidad que todos los médicos vemos a diario en nuestros consultorios, que es el desafío de lograr que las personas tomen conciencia y modifiquen sus conductas”, dijo Martín Cisneros, presidente del CACI.
“El hábito de fumar es la principal causa de enfermedad y muerte prematura prevenible en nuestro país y el mundo. Estudios observacionales han demostrado que el fumador activo tiene un 80% más de probabilidad de tener un infarto de miocardio o accidente cerebro vascular (ACV) en relación al no fumador”, detalló a Télam Mario Boskis, cardiólogo y miembro titular de la Sociedad Argentina de Cardiología (SAC).
En tanto, reconoció que si se deja de fumar, preferentemente, antes de los 40 años, “la mortalidad del fumador cae en forma impresionante, casi un 90%”.
En cuanto a la alimentación, Boskis mencionó que una dieta balanceada que incluya frutas, verduras, legumbres, frutos secos, cereales integrales y poca grasa saturada ha demostrado que, junto a un incremento en el consumo de pescado y grasas saludables como el aceite de oliva, es capaz de reducir los eventos coronarios en forma significativa.
En esta misma línea, Paola Courtade, especialista en cardiología y miembro de la Federación Argentina de Cardiología (FAC), describió que se estima que dejar de fumar y realizar actividad física pueden reducir el número de muertes por enfermedad coronaria en un 20 y un 18%, respectivamente, y el control de la hipertensión puede reducir el número de muertes por enfermedad cerebrovascular entre un 20 y 25%.
Además, precisó que la actividad física mejora la función endotelial, que a su vez potencia la vasodilatación de nuestras arterias, contribuye a perder peso, al control glucémico, así como a la mejora de la presión arterial, de los lípidos y de la sensibilidad a la insulina.
A los factores de riesgo modificables en lo que respecta a la salud, la Federación Mundial del Corazón (WHF de sus siglas en inglés) suma la falta de acceso al sistema de salud, contaminación y el factor psicosocial, bajo el lema “Usa el corazón para cada corazón”, para concientizar sobre las mejores maneras de usar el corazón para la humanidad, naturaleza y uno mismo.
Con respecto al primer pilar, la Federación mencionó que más del 75 % de las muertes por ECV ocurren en países de ingresos bajos a medianos, pero el acceso puede ser un problema en cualquier lugar.
En segundo lugar, la contaminación del aire es responsable del 25% de todas las muertes por ECV.
“Hay un gran número de estudios científicos que evidencian que los contaminantes en el aire se asocian con la posibilidad de generar enfermedad cardiovascular”, explicó Boskis.
“Estos compuestos, ya sea en forma de gas o pequeñas partículas microscópicas son inhalados hacia los pulmones y de allí pueden penetrar en la circulación sanguínea haciéndola más susceptible a generar coágulos”, agregó.
Así, señaló que a nivel cardíaco pueden producir trastornos del ritmo del corazón y en las arterias endurecimiento y estrechamiento de las mismas, por eso “debemos, desde los organismos de salud, alertar a los gobiernos a que implementen políticas más agresivas de cuidado del medio ambiente”.
Uno de cada tres adultos sufre de hipertensión
En Argentina, al menos una de cada tres personas adultas tiene hipertensión. Todas ellas deben tomar medicación (además de cumplir con hábitos saludables) para mantener su presión arterial por debajo de 14/9.
La hipertensión es el factor de riesgo más importante para el desarrollo de enfermedades y eventos cardiovasculares -entre ellos infarto de miocardio y accidente cerebrovascular (ACV)- principales causas de muerte en Argentina y el mundo.
La presión por encima de 140/90 mmHg (o, más fácil, 14/9) también se asocia a insuficiencia cardíaca, insuficiencia renal, ceguera y hasta deterioro cognitivo.
Hay medidas efectivas que ayudan a prevenirla y controlarla. Se aconseja llevar adelante una alimentación saludable baja en sodio, hacer ejercicio en forma regular, no fumar y manejar el estrés. Cuando ya hay diagnóstico de hipertensión, a esas indicaciones los médicos le suman la prescripción de fármacos.
El dato negativo: en el país, alrededor de la mitad de las personas con hipertensión desconoce que tiene sus valores de presión arterial elevados y, entre quienes sí lo saben, la mitad no está bien controlada.
En síntesis: unas 6 de cada 10 personas con presión arterial elevada no están bien tratadas, estiman desde la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (Saha), que cada año lleva adelante la campaña Conoce y Controla.
Un amplio estudio presentado en el Congreso Europeo de Cardiología investigó si existe un mejor momento para tomar los fármacos antihipertensivos, si por la mañana o por la noche.
El estudio Time, realizado en el Reino Unido con 21 mil participantes seguidos durante 5 años, arrojó con cierta sorpresa que no había habido diferencias entre ambos grupos.