El buque cerealero Ina-Lotte que llegó al río Paraná desde Europa permanece anclado en el Complejo Portuario de San Lorenzo, Santa Fe, al norte de Rosario, luego de reportarse un caso compatible con síntomas de la viruela del mono. Tras ello, el Ministerio de Salud activó un protocolo de emergencia y dispuso la revisión médica del resto de la tripulación a bordo.

“El Ministerio de Salud de la Nación comunica que hoy [por ayer] el agente marítimo que representa al barco Ina-Lotte proveniente de la ciudad de Santos, Brasil, con bandera de Liberia, informó a las autoridades de Sanidad de Fronteras que uno de sus tripulantes presenta lesiones cutáneas de aspecto vesiculares predominantemente en tronco y cara, compatibles con síntomas de viruela símica, por lo cual fue aislado del resto de la tripulación”, detallaron a través de un comunicado desde la cartera que conduce Mario Russo.

“De este modo, se activó el protocolo de emergencia de salud pública de interés internacional (Espii), se solicitó control médico a bordo de toda la tripulación y personal de prácticos, y se tomarán muestras de las lesiones acorde a la indicación de vigilancia epidemiológica”, completó la autoridad sanitaria.

Desde este momento, el buque –que tiene bandera de Liberia, un país de África Occidental– ya no posee lo que se conoce como “libre plática”, que refiere al procedimiento para que se reciba a un buque oficialmente y se lo acepte en un puerto sin cuarentena. Solo puede subir el personal sanitario y nadie puede bajar hasta que se determine la situación. En caso de que los síntomas sean compatibles con la viruela símica, se enviarán muestras para realizar un diagnóstico.

Según confirmaron a la nacion desde la Liga Naval Argentina, el barco llegó desde oriente con el objetivo de recoger soja. “Viene de varios días de navegación y vacío”, comentó su presidente, Fernando Morales. Aunque se desconoce el itinerario total que efectuó el buque, se sabe que hubo un tripulante que experimentó síntomas de la enfermedad y que descendió de la nave en San Nicolás para ser atendido en un centro de salud. Desde entonces, se encuentra internado en esa ciudad. El barco luego navegó entre diez y doce horas hasta que lo detuvieron. Hasta que no se defina el estado sanitario, no le será concedida la libre plática.

Después de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) catalogó los brotes de viruela símica (mpox) en la República Democrática del Congo y otras regiones de África como una emergencia sanitaria global, el Ministerio de Salud nacional decidió elevar las medidas de vigilancia, detección y prevención, enviando información sobre la enfermedad a las autoridades encargadas de ejercer los controles en los puntos de ingreso al país, ya sean aeropuertos o pasos fronterizos.

“Al elevar el nivel de alerta en los ingresos al país, a través de la Dirección de Sanidad de Frontera se les baja la información referida a la enfermedad a los inspectores para que tengan en cuenta en el momento de realizar las tareas de control”, explicaron desde la cartera sanitaria nacional a la nacion.

Si bien esto no implica que se están ejerciendo controles específicos para buscar casos sospechosos, sí se evalúan con especial atención los vuelos y los barcos provenientes de África.

“En nuestro país no se han registrado aún casos con la nueva variante de viruela símica Clado Ib proveniente de África, la cual fue declarada evento de salud pública de importancia internacional por la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, el Ministerio de Salud de la Nación sigue priorizando las acciones de vigilancia epidemiológica para la detección, diagnóstico precoz, atención adecuada e implementación de medidas de aislamiento y rastreo de contactos de posibles casos”, destacaron ayer desde Salud.

En la Argentina, según el Boletín Epidemiológico Nacional, en lo que va del año –hasta el 11 de este mes– se detectaron ocho casos de viruela del mono, ninguno de los cuales fue mortal. Esto representa un aumento del 60% en relación con lo consignado en el anterior informe oficial, que entregó las cifras disponibles hasta el 4 de agosto.

La cronología de la viruela símica en el país comenzó en mayo de 2022. En la semana del 23 al 29 de mayo se registró el primer caso. Desde entonces, se confirmaron en total 1157 casos, con dos fallecidos. Los infectados se distribuyeron de la siguiente manera: 1025 en 2022, 124 en 2023 y ocho en lo que va de este año.

El primer caso confirmado de 2024 se informó en la semana del 1º al 7 de julio. El promedio de edad entre los infectados es de 34 años, con un mínimo de 23 años y un máximo de 44 años.

Distribución de los casos locales

Los pacientes registrados este año tienen residencia en la ciudad de Buenos Aires (3) y las provincias de Buenos Aires (2), Corrientes (1), Santa Fe (1) y Río Negro (1). Cuatro tenían antecedentes de viaje o contacto con viajeros, un caso no presentó estos antecedentes, mientras que los restantes se encuentran en investigación epidemiológica. Los casos se caracterizaron principalmente por la presencia de exantemas vesiculares en diferentes localizaciones (incluyendo genitales, perianales, manos y torso), fiebre y mialgias.

Según el Ministerio de Salud de la Nación, toda persona que presente exantema característico (erupción cutánea) sin etiología definida, de aparición reciente y que se localiza en cualquier parte del cuerpo (incluyendo lesiones genitales, perianales, orales o en cualquier otra localización) aisladas o múltiples; o que presente proctitis sin etiología definida debe ser indagado como caso sospechoso. En esos casos es necesario saber si la persona tiene antecedentes epidemiológicos dentro de los 21 días anteriores al inicio de los síntomas, como contacto físico directo, incluido el sexual, con un caso sospechoso o confirmado, o contacto con materiales contaminados –como ropa o ropa de cama– por un caso sospechoso o confirmado, o contacto estrecho sin protección respiratoria con un caso sospechoso o confirmado.

A la vez, si luego de cinco a 21 días desde contacto de riesgo presenta fiebre mayor a 38 grados, cefaleas, astenia (debilidad muscular) o linfoadenopatía (agrandamiento de los ganglios linfáticos) será otra señal que indican que el paciente posiblemente esté atravesando un caso de viruela de mono.

“Se recomienda el aislamiento de todo caso sospechoso hasta la obtención del resultado de laboratorio. En caso de ser un caso positivo, debe continuar el aislamiento hasta que todas las costras de las lesiones se hayan caído y haya formado una nueva capa de piel”, indicó la autoridad sanitaria.