Al igual que en el resto del país, en la provincia resulta cada vez más difícil cubrir los puestos de la especialidad; buscan alternativas

José E. Bordón

SANTA FE.– La falta de pediatras es un problema que comenzó hace una década y hoy coloca a la salud pública en una crisis altamente compleja. La demanda desborda al personal existente para la atención de niños. En esta provincia, desde el Ministerio de Salud se buscan alternativas para enfrentar este delicado panorama, desde la reducción de las horas de guardia en los efectores públicos hasta la implementación de un trabajo multisectorial.

El abrazo simbólico que concretaron ayer los trabajadores de la salud de Santa Fe apunta a resaltar la necesidad de buscar soluciones. No será fácil: por lo menos así lo señalan los que tienen la responsabilidad de hacerlo. Para Jorge Prieto, secretario de Salud provincial, “la problemática la vamos a tener de acá a cuatro y cinco años con los que se forman en pediatría. Este déficit viene ocurriendo desde hace una década. Estamos teniendo un 30% de pediatras que ya no quieren hacer guardias, cubrir reemplazos, porque han optado por otras especialidades que tienen otro rédito económico, como son las variantes dentro de la pediatría, como la neonatología, los cuidados intensivos, la cirugía, la gastroenterología. Las vacancias que se dieron en el nivel de residencia no solo son en pediatría, sino en las cuatro especialidades básicas: clínica médica, medicina general y de familia, y tocoginecología”, señaló.

Según el funcionario, el déficit actual se verifica en la cobertura de las licencias y las guardias, particularmente en centros médicos del centro-norte santafesino, algo que no ocurre en el sur de la provincia. Para ejemplificar esta disparidad geográfica, Prieto explicó que “de los 571 puestos que se ofrecían a nivel provincial, el 75% fue cubierto. En el sur, pediatría se cubrió con el segundo llamado al 100%, y en el centro-norte no se cubrió el 50%; después del segundo llamado en octubre se logró acceder a dos profesionales en pediatría para el Hospital de Niños, llamado que se hizo a nivel nacional”.

Valeria Vassia es jefa de Internación Pediátrica del nuevo Hospital Iturraspe de esta capital. Lo primero que dice es el pensamiento de casi todos los profesionales de la salud local: “Esto explota hoy, pero viene hace mucho tiempo. Y no pasa solo acá, sino en todo el país. Nosotros no tuvimos residentes ingresantes y el [Hospital de Niños Dr. Orlando] Alassia cubrió la mitad de los cargos. Además, fue un invierno de los cuadros virales, con centenares de consultas diarias. Se trata de una situación muy complicada. Como no hay pediatras, somos los mismos los que vamos y venimos por la ciudad atendiendo chicos. Este es un momento crítico”, subrayó.

En tanto, una medida que podría adoptarse es que los efectores públicos reduzcan las guardias de 24 a 12 horas, mientras se organiza un trabajo multisectorial para atender la demanda.

Si bien ya pasó el invierno, cuando estacionalmente hay aumentos en la demanda de atención de los problemas respiratorios en los chicos, ahora preocupa la cantidad de casos de niños con picaduras de alacranes. Desde la última semana de octubre, cuando se denunciaron tres por día, los profesionales estiman que las elevadas temperaturas, sumadas a la sequía imperante en la región, influirán en la elevación del número de casos. La advertencia tiene una razón: la escasez de suero antialacrán.

Por su parte, desde el Sindicato de Profesionales Universitarios de la Sanidad (Siprus) y la Asociación de Médicos de la República Argentina (Amra), los gremios que convocaron a los actos de ayer, señalaron que se trata de una jornada de lucha con retención de tareas y abrazo simbólico en los hospitales Iturraspe y Alassia.

“Los y las profesionales de la salud convocamos a trabajadores y a la población a realizar estos abrazos simbólicos en defensa de la salud pública y las condiciones de quienes cuidan a santafesinos y santafesinas. Los motivos tienen que ver con una crisis del sistema de salud: el desencadenante es la precarización de las guardias de pediatría, con renuncia de pediatras, la falta de profesionales para cubrir reemplazos, monotributistas que cobran poco, tarde y atienden centenares de consultas; con falta de otorgamiento de licencias. Todas estas situaciones están provocando una crisis sanitaria sin precedentes”, indicaron desde ese gremio.

Medidas posibles

La Dirección de Docencia e Investigación del Hospital Alassia realizó un diagnóstico de la situación y presentó propuestas de corto, mediano y largo plazo, incluido el plazo de formación en la carrera de medicina. Allí se señaló que la preocupación trasciende la provincia y ya se instaló a nivel nacional, a partir de los reportes que confirman la falta de cobertura de vacantes para las residencias en pediatría.

El informe enumeró algunas posibles causas del fenómeno, entre las cuales destacó las condiciones laborales. La alta carga horaria, la cantidad de años que demanda la especialización y el pluriempleo aparecen como algunas razones por las que pediatría no figura como prioridad entre quienes estudian medicina.

El trabajo citó un dato que no pasó inadvertido entre los especialistas: “En octubre de 2022 ingresaron a la residencia de Pediatría del Hospital Alassia seis residentes, que cubrieron el 50% de las vacantes existentes”.

Para Prieto, “hay que generar articulaciones con las universidades, sociedades de especialistas en pediatría, con los mismos hospitales, y rever cuál es el tratamiento desde el punto de vista formativo que se le da al residente, así como que no reemplace una mano de obra, sino que tenga una carrera formativa”.