Isabel Coles Traducción de Jaime Arrambide

LONDRES.– Londres. Mientras las autoridades de salud de todo el mundo se enteraban del surgimiento de una nueva cepa de coronavirus, los virólogos enfrentaban su propio dilema: qué nombre ponerle.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) viene usando letras griegas para referirse a las variantes más difundidas del coronavirus, que de lo contrario llevan indescifrables nombres científicos. Y cuando fue detectada una nueva variante cuya nomenclatura era B.1.1.529, ya habían usado 12 letras del alfabeto griego.

Pero las siguientes dos letras del alfabeto griego, nu y xi, eran problemáticas.

La OMS dijo haberlas salteado porque nu suena muy parecido a new (nuevo/a, en inglés), y porque Xi es un apellido muy común. El organismo explicó que las buenas prácticas para la denominación de enfermedades piden evitar ofender a cualquier grupo cultural, social, nacional, regional, profesional o étnico. Xi es un apellido sumamente extendido en China, compartido, sin ir más lejos, por el actual presidente Xi Jinping (en chino, el apellido va adelante).

Hasta mayo, cuando se adoptó la práctica de nombrar las variantes con letras griegas, la forma más común de referirse a las nuevas cepas era por el gentilicio del país donde había sido detectada por primera vez.

El nuevo sistema se aplicó para evitar la estigmatización de países que descubrían nuevas variantes del patógeno. Así, la conocida como variante británica se convirtió en la variante alfa, la descubierta en Sudáfrica fue nombrada como variante beta y la que parece haberse originado en Brasil recibió el nombre de gamma. La delta, mientras tanto, es la variante detectada por primera vez en la India.

La ómicron fue detectada a principios de noviembre por científicos en Sudáfrica, donde es responsable de un repunte de casos, aunque partiendo de un número bajo. Los virólogos no saben si la variante se originó allí o simplemente fue el primer país en detectarla.

Expansión

Durante el fin de semana, Gran Bretaña, Italia y Australia informaron haber encontrado casos de la variante en viajeros llegados del sur africano. La variante también fue identificada en Botswana, Israel y Hong Kong.

El verdadero riesgo que entraña ómicron sigue siendo una incógnita. Los científicos dicen que su combinación de 50 mutaciones podría hacerla más contagiosa, reducir la efectividad de la vacuna o elevar el riesgo de recontagio de los recuperados. También podría causar un Covid más grave.

A los virólogos y expertos en infectocontagiosas les llevará tiempo estudiar la propagación de la variante y su potencial impacto sobre la efectividad de la vacuna y los tratamientos.

Marcha atrás

Su aparición amenaza con trastocar una situación de por sí inestable en los países que estaban aprendiendo a convivir con el virus en su forma prevalente: la variante delta.

El sábado pasado, tras confirmar dos casos de ómicron, el gobierno de Gran Bretaña endureció las restricciones, reimpuso el uso obligatorio de barbijo y exigirá hisopado a los viajeros que lleguen al país. El gobierno británico también anunció el lanzamiento de una campaña de vacunación de refuerzo.

Casi todos los días surgen nuevas variantes del Covid-19, pero solo las mutaciones que implican una mayor amenaza para el ser humanos son clasificadas ya sea como “variantes bajo monitoreo”, “variante de interés” o “variante de preocupación”.

La ómicron viene a sumarse a las otras cuatro variantes “de preocupación” designadas por la OMS, incluida delta, responsable del 99,9% de los casos secuenciados de Covid-19 en los Estados Unidos al 20 de noviembre.

La OMS informó que la evidencia preliminar sugiere que ómicron plantea un mayor riesgo de reinfección que las otras, y pidió a los países que aumenten los controles y la secuenciación de muestras al tiempo que informen de cualquier caso que surja del nuevo subtipo.

Hay dos variantes de interés, llamadas lambda y nu, y también varias otras, como la kappa, la eta y la iota, que fueron desclasificadas cuando dejaron de circular.

En el alfabeto griego quedan nueve letras disponibles.

Casi todos los días surgen nuevas variantes, pero solo las mutaciones que implican una mayor amenaza para la vida son clasificadas ya sea como “variantes bajo monitoreo”, “de interés” o “variante de preocupación”