Elisabetta Piqué, Ap

ROMA.– Colas de horas en farmacias y demás laboratorios para hacer tests de hisopado; el sistema de rastreo colapsado; entre dos y tres millones de italianos aislados por ser positivos o contactos estrechos de contagiados; inminente parálisis de servicios esenciales justamente porque hay demasiados infectados en casa; psicosis. En un escenario dantesco debido al aumento exponencial de casos de la inefable variante ómicron del coronavirus –menos peligrosa, pero mucho más contagiosa–, Italia, que ayer registró un nuevo récord de casos (casi 80.000 en 24 horas), al igual que otros países europeos, analiza implementar nuevas reglas para la cuarentena, que se acortaría drásticamente.

Según las normas vigentes actualmente en Italia, si quien tuvo un contacto estrecho con una persona positiva está vacunado, debe aislarse siete días y luego someterse a un test; quien no está inmunizado debe aislarse 10 días y, por supuesto, volver a testearse.

El Comité Técnico Científico que asesora al gobierno se reunirá hoy para cambiar estas disposiciones, que amenazan con bloquear el país. La incubación de la variante ómicron es más breve que la de la variante delta, pero al mismo tiempo es mucho más contagiosa, tanto es así que en solo siete días los contagios crecieron 57% y urge actuar, ya que el sistema está colapsando.

Hay espera de días para poder realizar tests moleculares (PCR) y el rastreo de los contactos estrechos con positivos no está funcionando porque habría que rastrear a miles y miles de personas y no hay personal suficiente; en todo caso, el mecanismo se encuentra desbordado por el aumento de casos, que es cada vez mayor. Según el último boletín del Ministerio de Salud, en las últimas 24 horas se registraron 78.313 nuevos casos –pico absoluto desde el inicio de la pandemia, en 2020, también con récord de tests de hisopado (un millón)– y 202 muertos por coronavirus, una cifra que no se registraba desde el 18 de mayo. El total de muertos por Covid-19 es de 136.955.

Entre las diversas hipótesis en estudio, la más restrictiva prevé reducir la cuarentena de siete a cinco días solo para quien esté vacunado con tres dosis. Se trata, no obstante, de una opción considerada inútil para garantizar los servicios esenciales, y hay muchos gobernadores de regiones que reclaman que directamente se elimine la cuarentena para quienes han recibido tres dosis.

Algunos científicos rechazan que haya un relajamiento demasiado amplio y, por lo tanto, podría decidirse una revisión de los criterios para definir el “contacto estrecho”.

Inquietud

Lo cierto es que hay mucha preocupación porque los tests de hisopado antigénicos, es decir, rápidos, son poco confiables y el sistema de tests PCR no está dando abasto ante el aumento de casos. El 22, el 23 y el 24 de diciembre pasados se realizaron más de 900.000 hisopados por día, algo que pudo notarse al ver largas filas frente a farmacias, desbordadas de pedidos, así como filas de autos en los “drive-in”, con gente al borde de un ataque de nervios debido a la espera.

Lo cierto es que el riesgo de un bloqueo de servicios esenciales es más que verosímil. También preocupa la reapertura de las escuelas después de las vacaciones de invierno. El ministro de Educación, Patrizio Bianchi, aseguró que los colegios volverán a abrir sus puertas en forma presencial el 7 de enero, “salvo los institutos en los que hay muchos casos”. Matteo Bassetti, director de la Clínica de Enfermedades Infecciosas del Hospital San Martino de Génova, calculó que en breve Italia pasará a tener 100.000 contagios diarios y que en diez podría tener 10 millones de personas aisladas en cuarentena.

En Alemania también las autoridades están evaluando lo mismo, así como en España, donde mañana el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas debatirán en una reunión la reducción del aislamiento de los casos positivos de Covid, según adelantó El País. “Tenemos que ir adaptándonos a la nueva situación creada por la variante ómicron. La circulación del virus es muy elevada y los casos están creciendo exponencialmente, pero también es verdad que la gran mayoría son muy leves o asintomáticos en las personas vacunadas. Esto hace que empiece a perder sentido mantener un aislamiento tan largo que fue acordado para las variantes anteriores y que, además, tiene un enorme costo económico”, explicó un responsable sanitario de una comunidad.

La cuarentena ordenada a los pacientes con Covid en España es actualmente de 10 días, aunque otros países ya decidieron cambiar estos plazos. Gran Bretaña fijó el miércoles pasado un aislamiento de siete días siempre que el paciente dé negativo en dos tests de autodiagnóstico en los dos últimos días.

Estados Unidos fue más allá este lunes al fijar en cinco días la medida de prevención si la persona no tiene síntomas, aunque en su vuelta a la normalidad deberá utilizar barbijo en todos los entornos durante al menos cinco días más. Si tiene síntomas, debe quedarse en casa hasta sentirse bien.