Así lo argumentaron los especialistas consultados por la nacion; los expertos sostuvieron que la aplicación del refuerzo dependerá de la duración de la inmunidad y de las mutaciones del nuevo coronavirus  Alejandro Horvat

Está claro que el único modo de controlar la pandemia es vacunar a buena parte de la población con el esquema completo. Pero qué sucederá después con la situación epidemiológica. Es probable, tal como dijo ayer la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, que todos tengan que vacunarse con una frecuencia que aún no es posible determinar, en primer lugar porque no está claro cuánto dura la inmunidad y, además, esos refuerzos estarán sujetos a las mutaciones del virus, tal como sucede con el de la gripe. El debate se da en el contexto en que la Argentina tiene solo al 8,2% de la población vacunada con las dos dosis.

Elena Obieta, infectóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), afirmó que aún no se sabe cuál será el escenario con el coronavirus en el futuro, pero estima que, tal como lo viene haciendo, el virus tendrá mutaciones que harán que las personas necesiten otra dosis de la misma vacuna o de una vacuna modificada para defenderse de la nueva variante.

“Si planteamos un escenario hipotético en donde el 100% de la población estuviera vacunada, dejaría de haber circulación comunitaria del virus, pero eso está lejos de ser así y los virus respiratorios te corren el arco todo el tiempo. Mientras le permitamos al virus estar entre nosotros, tendrá una tendencia natural a mutar. A mayor circulación viral, más posibilidad de mutar tendrá. Las vacunas actuales son eficaces, tal vez haya que dar otra dosis más para reforzar la protección, pero si hubiera unamodificaciónimportantehabría que readaptarlas y volver a vacunar, a diferencia de lo que pasa con otras enfermedades, como por ejemplo la hepatitis A, que es siempre el mismo virus”, detalló Obieta.

En el mundo, la posibilidad de seguir vacunando más allá de las dos dosis ya es casi una realidad. El presidente ruso, Vladimir Putin, advirtió anteayer que la situación epidemiológica de algunas regiones del país está empeorando, por lo que las autoridades de salud comenzaron a promocionar la idea de aplicar refuerzos a los vacunados seis meses después de la última dosis para tratar de controlar el rebrote de casos. Mientras que en el Reino Unido, por la presencia de las variantes delta y beta, ya se hacen pruebas con tres dosis de Astrazeneca para reforzar la inmunidad.

El infectólogo y epidemiólogo Hugo Pizzi explicó que la gripe H1N1 se transformó en un virus endémico y esperan que con el coronavirus suceda lo mismo. Cree que este va a disminuir su poder, pero seguirá existiendo. “Es probable que la vacuna contra el coronavirus se agregue a la de la gripe. El tema de las terceras dosis son evaluaciones que se hacen según la estrategia que se requiera. Por ejemplo, la vacuna de Pfizer contra la cepa sudafricana baja considerablemente el nivel de la respuesta inmune, por eso habría que decidir si dar otra vacuna más, es decir, una tercera dosis, o si modificamos la vacuna”.

Respecto de la combinación de vacunas, Pizzi dijo estar sorprendido por el cambio de conducta de algunas personas que, en un principio, desconfiaban de las vacunas y ahora están dispuestas no solo a aplicárselas, sino que piensan en viajar para combinar vacunas. “Yo para combinar vacunas soy clásico, mezclaría las que compartan la misma plataforma, es decir, una de vector viral con otra igual, y no con una de ARNM. Pero esa es mi opinión, sé que hay estudios que muestran que mezclar Pfizer con Astrazeneca, que son dos vacunas con plataformas distintas, dio muy buenos resultados”.

Ricardo Teijeiro, infectólogo miembro de la SADI, señaló que aún no se sabe si el coronavirus se comportará como el patógeno de la gripe solo por ser un virus respiratorio. “El virus de la gripe circula porque es muy contagioso y cambia permanentemente de cepa y no todos se vacunan contra la gripe. En países donde la vacunación contra el coronavirus está muy avanzada se demostró que se logra frenar la circulación comunitaria de la enfermedad”.

El especialista destacó que, en el caso del coronavirus, no se sabe aún cuánto tiempo durará la inmunidad contra las cepas circulantes, pero no descarta la posibilidad de que haya que dar un refuerzo para prolongar esa protección. “Eso se va a ir controlando epidemiológicamente. Si vemos que el virus disminuye su circulación quiere decir que vamos bien, si hay un rebrote habrá que rever las vacunas. Pero en el caso de estas vacunas solo habría que modificar el material genético, no sería como volver a empezar. Seguramente también se podrán mezclar vacunas, eso es algo que aún está en estudio”.