Mauricio Giambartolomei

Hace tres semanas el descenso de casos de Covid-19 que se registraba sostenidamente desde junio –aquellos días más dramáticos– se detuvo. Desde ese momento hubo un crecimiento lento, pero progresivo, con una mayor presencia de la variante delta y una curva que tiende a ubicarse en una meseta. El panorama es incierto y los contrastes marcan la realidad actual, porque al mismo tiempo que suben los contagios baja la cantidad de fallecidos y de internados en terapia intensiva, en rigor, las variables más graves de la pandemia.

Todos los datos se ajustan al ritmo que va marcando el virus en estos tiempos, con una campaña de vacunación que, sin llegar a los números óptimos para contenerlo definitivamente, está muy avanzada. Era esperable que la incontenible variante delta comenzara a circular en forma predominante, aunque difícil de predecir la temporalidad por la circulación de otras cepas que tenían mayor prevalencia, como gamma (Manaos). La apertura total de las actividades masivas (fútbol, espectáculos, reuniones sociales) pudieron haber influido aún más en la diseminación, aunque no parece haber influido en los efectos de una propagación más preocupante.

En los números, se ve que el 12 de octubre último el promedio semanal de casos diarios en todo el país era de 772 y anteayer ese mismo número fue de 1194, un 55% más en términos porcentuales. Entre el 1° de junio –con una media de 32.915 contagios– y anteayer, la reducción fue del 96%. El descenso más prolongado, dentro de ese período, fue de 20 semanas consecutivas.

Entre el 15 de mayo y el 3 de junio pasados, se registraron las cifras más elevadas con días de entre 22.000 y 41.000 nuevos infectados. El récord de contagios en un mismo día fue el 27 de mayo, con 41.080 casos positivos y una media semanal de 30.882. El promedio semanal más alto de toda la pandemia se dio el 23 de mayo, con 33.171 casos, con un nuevo salto el 2 de junio después de varias jornadas en baja, cuando la media fue de 32.860 y los casos, 35.017.

“Es esperable que tengamos un aumento del número de casos”, explicó la ministra de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, la semana pasada. “Recién ahora estamos teniendo el aumento de la variante delta y hay un incremento muy importante de la movilidad de las personas. Lo que no esperamos es que eso se traduzca en un aumento de muertes o internaciones. El objetivo de la vacunación no es interrumpir que haya casos, sino que no se tense el sistema de salud y prevenir las hospitalizaciones y muertes”, agregó.

El promedio semanal de fallecidos diarios se encuentra en los niveles más bajos de la pandemia, similares a las cifras de junio del año pasado cuando le tendencia comenzaba a subir. En los últimos siete días la media en todo el país es de 20 decesos, una merma superior al 25% con respecto a la semana anterior, cuando fue de 23%. En junio último, en el pico de la pandemia, se registró un promedio máximo de 602 muertes, lo que indica que con los números actuales la reducción fue del 97%.

Muertes y hospitalizaciones: lo que el Gobierno nacional pretende evitar. Con respecto de la segunda variable, según del Ministerio de Salud de la Nación, hasta anteayer había 596 internados en salas de terapia intensiva con cuadros graves (pacientes mayores de 18 años), lo que marca un 35,4% de ocupación en los hospitales de todo el país y un 39,8% en el área metropolitana de Buenos Aires (AMBA).

En la ciudad de Buenos Aires los números son aún más bajos: la ocupación en el sector público ronda el 2% (11 camas ocupadas de 600 disponibles) y en el privado, el 9% (112 sobre 1222). El panorama porteño es alentador de acuerdo con el último estudio de seroprevalencia presentado la semana pasada, que concluyó que ocho de cada diez habitantes tienen anticuerpos contra el Covid-19 y que la proyección para fines de noviembre es que se alcanzará el 89% (entre vacunados y personas que cursaron la enfermedad). La Capital ya cuenta con el 72% de los porteños con esquema completo de vacunación.

Opiniones

“Delta se está expresando tal cual lo estábamos esperando. Ya no hay competencia con Manaos, como sucedía hasta hace un tiempo. Ya es dominante y en poco tiempo el 100% de los casos será de delta”, anticipó Luis Camera, secretario de la Sociedad Argentina de Medicina. “Están subiendo los casos aunque en la última semana se amesetó, por lo que ya está impactando el buen número de gente vacunada”, dijo.

Según los últimos datos del Monitor Público de Vacunación, en todo el país hay 26.069.145 personas con el esquema completo (57,45%) y 34.418.987 con al menos una dosis (75,85%). Esta semana comenzó la campaña para aplicar terceras dosis a personas inmunodeprimidas desde los 3 años y a mayores de 50 vacunados con Sinopharm.

“Lo deseable es que nos vacunemos todos, sobre todo a los niños de más de tres años, porque la ola está viniendo. Si se amplía la vacunación, será pequeña, de menos de 5000 a 10.000 casos diarios en diciembre y enero, para ir esperando un lento descenso. Si no se vacunan los niños, la ola tendrá más volumen a lo largo de los tres primeros meses del año”, pronosticó Camera. “El virus ya se está portando como endémico porque es poco letal y no se puede eliminar, aunque habrá que esperar seis meses o un año para afirmarlo”, agregó.

El infectólogo de la Universidad Nacional de Córdoba Hugo Pizzi coincide en que la diseminación de la variante delta seguirá ampliándose en todo el país como está ocurriendo desde hace algunas semanas. “La suba no es tan llamativa, pero sube, y epidemiológicamente muestra que es constante. Mientras se abra más, más se notará, por eso lo prioritario son las dos dosis de la vacuna. Esa será la clave”, explicó el especialista.

“Los que están vacunados están protegidos, porque ya el virus no irrumpe en el organismo de forma imprevisible como lo hacía antes; era implacable. Ahora sabemos que la vacunación es efectiva, el éxito de no tener casos graves ni muertos es la vacuna”, sentenció Pizzi.

El 12 de octubre el promedio de casos diarios era de 772; anteayer, de 1194

En la última semana la media de muertes es de 20, un 25% menos que la anterior

Las terapias intensivas tienen una ocupación promedio del 35,4%