Los compran personas de todas las edades. El que más sale es el descartable, que ronda los 50 pesos.

Florencia O’Keeffe 

Durante 2020 y 2021 el barbijo formó parte de la vida cotidiana. En algunos momentos se registraron faltantes (sobre todo cuando arrancó la pandemia), y en otros, la oferta fue enorme con calidades y precios para todas las necesidades.

En los últimos días, cuando los casos de Covid empezaron a subir, en las farmacias rosarinas empezó a notarse un incremento de la demanda. “Vienen clientes a buscar tapabocas, pero no son muchos. Las edades son variadas, no es que solamente los compran los adultos mayores. Este viernes advertimos un poco más de movimiento, probablemente por la exigencia de la Municipalidad de que el personal de salud lo utilice, pero no es una demanda explosiva, para nada”, dijo a La Capital una de las farmacéuticas que atiende en la farmacia Inglesa, en pleno centro de la ciudad.

Si bien para la mayoría de los ciudadanos no es obligatorio, como lo fue en otros tiempos del coronavirus, hay una fuerte recomendación por parte de la cartera sanitaria de la provincia de Santa Fe de que sea utilizado en espacios cerrados o muy concurridos y especialmente por personas con problemas de salud preexistentes.

En la última semana los hisopados positivos aumentaron el 300% en la ciudad y si bien los casos aún son pocos, hay cierta preocupación entre las autoridades de Salud, y también en personas de la comunidad que prefieren tomar medidas preventivas para no enfermarse.

La Municipalidad dio un paso más en lo que se refiere a cuidados para evitar los contagios y dispuso, por resolución (fechada el 14 de diciembre) que el personal que pertenece a la Secretaría de Salud utilice tapabocas.

Durante esta semana, sanatorios y clínicas también tomaron la decisión de exigir a sus agentes que trabajen con el barbijo colocado.

Desde el Colegio de Farmacéuticos de Rosario mencionaron a este diario que hay una mayor demanda, aunque todavía es leve si se la compara con los momentos más comprometidos del Covid.

Los precios de los tapabocas son, probablemente, los únicos que esquivaron la inflación. De hecho, algunas marcas cuestan ahora menos que durante las olas de coronavirus de 2020 y 2021. 

“Lo que más se piden son los barbijos quirúrgicos que son descartables y cuestan 50 pesos (aproximadamente). Los Atom Protect (desarrollados por Conicet que fueron furor en plena pandemia) no salen tanto y hoy tienen un valor de 600 pesos. Esos pueden usarse entre 5 y 6 veces. Lo mismo ocurre con los KN95 que rondan los 350 pesos y todavía no son tan demandados”, comentó la presidenta del colegio profesional, Claudia Varela, que de todos modos indicó que ya hay más gente que ingresa a las farmacias con el barbijo puesto.

En la calle, en el transporte público, en locales comerciales en general, reuniones o fiestas, los barbijos todavía se ven poco y nada.

En Santa Fe, por el momento, sigue siendo una fuerte recomendación el uso del tapabocas. Ya hay otras provincias, como Jujuy, Tucumán y Santiago del Estero que determinaron su obligatoriedad entre los trabajadores de la salud en ámbitos privados y públicos.

Nación lo recomienda en espacios cerrados y transporte público, pero no es obligatorio.

Desde diciembre de 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomendó el uso del barbijo. “Las mascarillas son esenciales para eliminar la transmisión y salvar vidas”, se indicó en un comunicado en el que además se recomendó utilizarlas “como parte de una estrategia integral de medidas” que incluyen el lavado frecuente de manos con agua y jabón o el uso de alcohol en gel si no hay agua segura disponible.

También se solicita que las personas completen los esquemas de vacunación, ya que las vacunas han permitido contener una mayor circulación del virus y han evitado complicaciones y muertes.