La semana última, investigadores del Proyecto Argentino Interinstitucional de Genómica de SARS-CoV-2 (PAIS) anunciaron que habían detectado un marcador de la variante de coronavirus identificada en Río de Janeiro (la mutación S_E484K) en una muestra proveniente del Gran Buenos Aires tomada entre el 18 y el 26 de diciembre. Aunque el hallazgo era interesante, explicaron, sería necesario secuenciar el genoma completo para determinar si el virus encontrado compartía un origen común con la variante de Río de Janeiro.

Es lo que ahora hicieron científicos del Instituto Anlis-Malbrán, que acaban de confirmarlo. “De los últimos genomas que secuenciamos entre noviembre y diciembre, encontramos uno en el que pudimos identificar las seis mutaciones correspondientes a la variante de Río de Janeiro”, le dijo a Télam Josefina Campos, coordinadora de la Plataforma de Genómica y Bioinformática del instituto.

Según explica Claudia Perandones, directora científico-técnica del Malbrán, cuando se reportaron las nuevas variantes del coronavirus en el Reino Unido, los investigadores secuenciaron 135 genomas. “Hasta el 20 de diciembre no las encontramos -relata Perandones-. Esta semana hicimos 40 más, que terminamos ayer a la tarde y entre los cuales había incluidas cinco muestras de viajeros internacionales que habían regresado de Europa. En esas no encontramos ninguna de las variantes, pero entre 34 muestras de la provincia de Buenos Aires y de la ciudad encontramos una correspondiente a una persona que no tenía antecedente de viaje con las seis mutaciones que configuran la variante de Río de Janeiro”.

La relevancia

Aunque es importante monitorearla, todavía no se sabe mucho del impacto clínico que puede tener esta variante. “La cautela es circunstancial y es significativamente menor que la que inspiran los datos que tenemos del Reino Unido y de Sudáfrica. El preprint que se presentó sobre este hallazgo de Brasil fue muy poco discutido y no tuvo seguimiento hasta ahora -destaca Humberto Debat, virólogo del INTA e integrante de la colaboración PAIS-. Está basado en la secuenciación de 180 genomas de SARS-CoV-2. Apareció en octubre o noviembre, y de pronto empezó a conformar un porcentaje importante de los genomas secuenciados, pero el número total es muy reducido. En el caso del Reino Unido estamos hablando de miles y miles de datos que dan sustento a una mayor transmisibilidad. Lo mismo pasó en Sudáfrica. Eso en los datos de Brasil no está, por lo que hay que ser muchísimo más cuidadoso en cómo se comunica la llegada de esta variante. En general, uno asume que todas tienen el mismo comportamiento que el virus canónico, a menos que se pruebe lo contrario. El aumento de la transmisibilidad de la británica fue algo fuera de serie, fue una gran sorpresa. Los datos que tenemos de Brasil son mucho peores”.

Para Mariana Viegas, líder del proyecto PAIS, había grandes posibilidades de que ese linaje ingresara en el país. “Esa variante tiene una mutación que se asocia con disminución en la neutralización con anticuerpos monoclonales y con sueros de convalecientes, y por eso llama la atención, pero eso no tiene implicancia en cuanto a transmisibilidad, efectividad, gravedad del cuadro. -comenta-. Simplemente, hay que prestarle atención porque más mutaciones asociadas con esto podrían tener un correlato en el escape del virus a los anticuerpos. Pero hasta ahora no implica nada acerca de la respuesta a la vacuna”.

“En Brasil, es la que tiene mayor circulación, hay que hacer estudios epidemiológicos para ver si se asocia con ciertos comportamientos del virus”, agrega Elsa Baumeister, jefa del Servicio de Virosis Respiratorias del Malbrán. Y aclara Josefina Campos: “Es normal que haya variantes de los virus, y hay diversas asociadas con el turismo internacional. Todavía no se puede decir que está circulando en el país, tenemos que seguir analizando para ver si la encontramos en mayor número de muestras”.

Para conocer más sobre su comportamiento, Perandones mantuvo ayer una conversación con el epidemiólogo de la Universidad de Río de Janeiro, Amilcar Tanuri. “Me comentó que están realizando estudios para determinar si tiene una mayor transmisibilidad -cuenta-. Hay dos publicaciones que plantean, a partir de un modelo teórico, que esta mutación podría condicionarle al virus la posibilidad de evadir la respuesta neutralizante [del sistema inmune], pero esto todavía no fue corroborado ni en vitro ni en vivo”. Según detalló Tanuri, ya constituiría el 40% de las muestras secuenciadas en Rio de Janeiro y fue detectada en personas de entre 2 y 80 años. Sin embargo, cabe preguntarse si esto es representativo de lo que sucede en Río o si hay algún sesgo por el número relativamente reducido de muestras.

Por: Nora Bär