Fernando Polack y Gonzalo Pérez Marc tuvieron a su cargo la dirección de los ensayos clínicos de la vacuna de Pfizer en el país

3 de diciembre de 2021

Los médicos Gonzalo Pérez Marc y Fernando Polack, en una de las oficinas del Hospital Militar Central de Buenos Aires

Los médicos argentinos Fernando Polack y Gonzalo Pérez Marc, en tridente con Romina Libster, tuvieron a su cargo la dirección de los ensayos clínicos más importantes del mundo en pandemia; por ejemplo, para la validación de la vacuna Comirnaty (de los laboratorios Pfizer-BioNTech). Se transformaron así en referencia por volumen e importancia y prometen más ensayos para nuevas drogas y vacunas. 

En una de las oficinas del Hospital Militar Central, en Buenos Aires, donde un enorme plantel de especialistas continúa con las pruebas, contaron a dúo para LA NACION que creen que la pandemia está cerca de dejar de ser un problema y que lo más probable es que haya mucha gripe durante 2022 (por la no generación de defensas durante las cuarentenas). Además, dieron detalles sobre el proyecto que ahora los entusiasma: una vacuna para adultos contra el virus sincicial respiratorio, habitualmente asociado a la bronquiolitis en chicos, pero que contagia y mata como una gripe a los adultos mayores (los voluntarios pueden inscribirse en www.vacuna60.com). 

“Incluso con la nuevas variantes hasta hoy todas las vacunas mostraron una eficacia altísima con dos dosis”, dijeron respecto de la situación del Covid.

—¿Cómo es el detalle de esta vacuna nueva?

Polack: Trabajamos en el virus sincicial respiratorio desde hace 30 años. La idea es buscar una vacuna que funcione contra la tercera enfermedad de la que se tiene que preocupar un adulto mayor, después del Covid y la gripe. Como ya hay vacuna contra las otras dos, es importante tener la que falta.

—En general, ese virus está asociado con los niños.

Polack: Claro, porque no suele detectarse en los mayores. En un momento, [los médicos] se dieron cuenta de que si se testeaba a ciertos pacientes adultos, daban negativo para gripe y positivo para sincicial. Y es un virus que tiene los mismos riesgos que la gripe.

Pérez Marc: A veces, sin llegar a la hospitalización, sucede que hay gente que se vacuna contra la gripe, tiene enfermedad con síntomas gripales y es eso el sincicial: predispone a la neumonía, agrava casos cardíacos y descompensa a diabéticos. Por eso se quiere vacunar a esta población de más de 60 años para evitarles complicaciones.

Polack: Un dato clave es que si te infectás con sincicial tenés 250% más de chance de tener infarto en los siete días posteriores, un número parecido a la gripe en mayores de 60 años; pero si estás vacunado a ese riesgo no lo tenés.

—¿Y qué tipo de ensayo hacen?

Pérez Marc: Estamos haciendo el ensayo en fase III, junto con Estados Unidos, Holanda, Sudáfrica, Japón y Finlandia. Estamos en proceso de enrolar voluntarios. Es una vacuna que en fases anteriores funcionó bien. Y que va avanzando hasta ahora. Esta vacuna, desarrollada también por Pfizer, es la primera que llega a la meta contra sincicial, y será sólo para adultos mayores de 60 años.

Males respiratorios y la variante ómicron

Polack: Otro tema importante en 2021 son los virus respiratorios no Covid, debido a que, como en los últimos dos años la población estuvo guardada, no pudo generar las defensas como se hace habitualmente. En Australia y Sudáfrica, hermanos de latitud, ya hay muchas enfermedades respiratorias, de modo que seguramente se repita acá. Es decir, habrá mucha gripe en 2022, incluso antes del invierno. El humano cambió hábitos y por ende los virus cambiaron de hábitos.

Pérez Marc: Ya este año tuvimos mucho sincicial en septiembre, octubre y noviembre. En los últimos seis meses, con el reinicio de clases hubo un montón de adenovirus, rotavirus, parvovirus, todos los virus respiratorios, cosas que no se dan habitualmente todas juntas.

Pérez Marc y Polack PATRICIO PIDAL/AFV

—Respecto del Covid y de la nueva variante ómicron, ¿creen que se vuelven a cometer errores y se exagera en las alarmas y las medidas de los gobiernos, sobre todo europeos, o es lo que hay que hacer?

Polack: A fecha de hoy [la entrevista fue el lunes], no hay datos para dar una opinión de la variante, se saben tres o cuatro cosas, todas en potencial. Tiene muchas mutaciones, pero en la proteína donde interesan las mutaciones se cuentan un total de 40 mutaciones en más de 1000 aminoácidos (que la conforman), no es que está todo distinto. Los sudafricanos dicen que da síntomas leves y no ha muerto nadie.

Pérez Marc: Es así, ómicron da síntomas leves y no sabemos nada más. En general, la respuesta de las vacunas a todas las variantes es de una eficacia altísima, y hay que pensar que las olas de contagio no se traducen en enfermedad y muerte. Entonces, el virus empieza a dejar de ser un problema, igual que la gripe y el sincicial; es decir, lo son, pero no de la magnitud que se le da ahora. Si el virus circula muchísimo, pero sólo da malestar un par de días y nada más, no es preocupante. Tiendo a pensar que igual que la variante delta, que se diseminó rápidamente, en los lugares con vacunación no generó aumento de la mortalidad y un daño terrible en el sistema de salud. Debería suceder algo similar ahora.

—¿Entonces se exagera con el cierre de fronteras, por ejemplo?

Pérez Marc: Es cierto que es difícil tomar medidas, tanto como no tomarlas; por ejemplo, si estás en Europa y ves cómo el resto de los países va cerrando, no vas a ir en contra de todas las agencias de tu continente.

Polack: Sería de mala práctica nuestra juzgar una medida que se hace con poca información. Y es verdad que no se puede relativizar por completo (la amenaza de nuevas variantes).

Pérez Marc: Hay que estar en el lugar. Son sitios de tomadores de decisión en pandemia, con las incertidumbres que eso implica. Se puede analizar críticamente lo que se hizo, pero no hacer un juicio moral severo. Además, la medicina no es una ciencia de resultados sino de procesos, de prevención según la evidencia disponible. La evidencia puede cambiar, entonces te volvés adaptar, porque la naturaleza es indeterminada. Había un sistema sanitario antes de la pandemia que evidentemente no estaba preparado en ningún lado para una situación así de extraordinaria.

Polack: Agrego algo de ómicron y otras posibles variantes. Se trató de generar en laboratorio una variante que esquive todos los anticuerpos y no se logró. No es tan fácil. Si no, todos los virus nos matarían.

—En ese contexto, ¿son imprescindibles las terceras dosis?

Pérez Marc: Las dos dosis te protegen de la enfermedad grave. Por eso es que cae del modo en que cae la morbi-mortalidad en todos los países del mundo que vacunan. La tercera dosis es para la inmunidad de rebaño, tener tantos anticuerpos que ni te enfermas levemente y no se transmite tanto. Es fundamental la tercera para los grupos de riesgo, como inmunocomprometidos, o para personal médico. Para el resto de la población, es más para el grupo que para el individuo, al restringir la circulación del virus.

Polack: Para ómicron no sabemos, pero para todas las otras variantes, dos dosis alcanzan para evitar en alto porcentaje la hospitalización y la muerte. Pero en definitiva estamos de acuerdo con la estrategia de vacunación. Aunque no creo que hagan falta vacunas anuales.

—Muchos expertos pensaban que la pandemia duraría dos años y que se terminaría entonces hacia marzo de 2022, pero siguen apareciendo variantes y alarmas. Entonces, ¿cuándo se va a terminar?

Polack: Se está acabando, se está acabando.

Pérez Marc: El problema grave sí se está terminando. Ahora bien, el virus seguirá en circulación.

Polack: El único virus erradicado hasta ahora en la historia fue el de la viruela; la polio casi, está en camino de, pero aún no. No hemos sacado ningún otro virus de circulación. Ese es un objetivo muy ambicioso.

Pérez Marc: Seguramente será como el sarampión, que no se termina del todo, pero casi no genera muerte como lo hacía antes.

Polack: En 2009, todo el mundo se alarmó por el virus de la gripe A, que ahora sigue estando, pero causa pocos problemas. Esta semana es un asterisco, un stand by, por ómicron, y en estos días se sabrá más y estará más claro el futuro. Lo cierto, por otro lado, es que la cantidad de variantes no es infinita.

Martín De Ambrosio