Una investigación del Instituto de Política Energética de la Universidad de Chicago (EPIC) que mide el “Indice de Vida por la Calidad de Aire” (AQLI, en inglés), revela que la contaminación del aire por partículas sólidas microscópicas (Materia Particulada o PM de 2,5 micras, que son milésimas de milímetro) es “la mayor amenaza para la salud mundial” y advirtió que en la actualidad las personas pierden en promedio hasta 2,2 años de esperanza de vida por estar expuestas a altos niveles de polución del aire en relación con los estándares que establece la OMS. Mucho más que otros factores contaminantes, como el agua de mala calidad, por ejemplo que solo resta 7 meses de esperanza de vida en promedio.

En algunas de las regiones más contaminadas del mundo los residentes perderán cinco años de vida en promedio si persisten los altos niveles de contaminación. Aunque el smog parece un problema difícil de abordar, algunos países han demostrado que es posible limpiar el aire. “Aunque a China le queda un largo camino por recorrer en su lucha contra la contaminación y sus residentes podrían ganar 2,6 años de esperanza de vida de media si el país cumpliera la directriz de la OMS, el país ha reducido drásticamente su contaminación desde que impuso una ’guerra contra la contaminación’ en 2013”, reseña EPIC. “La contaminación se redujo en casi 40% entre 2013 y 2020, añadiendo unos 2 años a la esperanza de vida media”. 

Pero el norte de China registraba este viernes 90.92 µg/m3 (microgramos por metro cúbico de aire) en lo referido al óxido de nitrógeno (NO2) y 28 µg/m3 en PM 2,5, según el mapa interactivo del sitio web especializado Windy.com.

Según remarca EPIC, el número de personas afectadas representa al 97,3% de la población mundial. En términos de esperanza de vida, son un total combinado de 17 mil millones de años de vida menos para los 7.400 millones de habitantes del mundo que respiran PM2.5 o gases como ozono, dióxido de nitrógeno (NO2), dióxido de azufre y monóxido de carbono, entre otros. Todos elementos que están en el aire y representan diverso grado de toxicidad. Estos gases surgen de la combustión de los motores de vehículos o de la generación eléctrica.

Pablo Orellano, doctor en Epidemiologia de Campo e investigador del Conicet, explicó a la agencia Télam que el PM 2,5 está compuesto por “partículas que se encuentran en suspensión, partículas sólidas que por el tamaño que tienen pueden estar suspendidas en el aire durante mucho tiempo y, por esa razón, nosotros podemos respirarlas”. Estas partículas pueden desprenderse de material como carbón, sílice, sales u otros compuestos orgánicos o minerales: “Su presencia en una zona determinada dependerá de qué tipo de fuente se encuentre cercana para emitir esa sustancia; por ejemplo, cerca de la costa marina va a haber más partículas, que van a ser sales”, aclaró.

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Las partículas sólidas en suspensión PM 2,5, tienen un diámetro de 2,5 micras (signo: µ) —que es la milésima parte de un milímetro— y por su tamaño tienen la potencialidad de penetrar el sistema respiratorio a fondo, hasta los alvéolos de los pulmones: pueden “ingresar a los pulmones, luego a los alvéolos y por esa vía llegar al sistema circulatorio, con lo cual, podría tener más afectación en la salud por entrar más profundamente”, remarcó Orellano.

Orellano, que participó de un proyecto de investigación para la Organización Mundial de la Salud (OMS), describió que la contaminación del aire puede tener distintos orígenes. “En algunos casos puede ser por causas naturales, como incendios forestales o erupciones volcánicas. En otros, de origen antrópico, es decir, generadas por el ser humano, como industrias, transporte, energía” o contaminación por agroquímicos. Debe agregarse que ciertas actividades agrícolas, como la roturación de la tierra para preparar la siembra, producen gran cantidad de polvo, y por tanto de particulado, independientemente de si se usan o no agroquímicos. Santiago del Estero puede ser un ejemplo de alto nivel de PM 2,5 sin tener ni grandes ciudades ni un importante desarrollo industrial. Provincias en zonas semiáridas o áridas también muestran alto nivel de PM 2,5, como Catamarca y La Rioja.

Asimismo, desde la OMS explicaron que las actividades económicas que expulsan una mayor cantidad de partículas contaminantes al aire son: el desarrollo urbano, la generación de electricidad y la manera en la que las ciudades gestionan los desechos municipales y agrícolas. El creciente calentamiento global agrava todos estos problemas.

El organismo elaboró una serie de soluciones que podrían cambiar el escenario actual y dar una mayor calidad de vida a futuro: tecnologías limpias que reduzcan las emisiones de las chimeneas industriales; acceso a soluciones asequibles de energía doméstica; vehículos y combustibles de bajas emisiones, combustibles con bajo contenido de azufre; energía renovable y estrategias de reducción, separación y reciclado de residuos.

Para graficar el delicado escenario de vulnerabilidad, el informe del AQLI comparó estos valores con algunas de las causas que más fallecimientos generan en las personas: “El consumo de alcohol reduce la esperanza de vida en 8 meses; el agua insalubre y falta de saneamiento, 7 meses; el VIH, 4 meses; paludismo, 3 meses; y actividades relacionadas al terrorismo, solo 9 días”, mientras que la polución del aire lo hace en 2,2 años.

Además, advirtió que “si bien es posible dejar de fumar o tomar precauciones contra las enfermedades, todos deben respirar aire. Por lo tanto, la contaminación del aire afecta a muchas más personas que cualquiera de estas otras condiciones”. En Argentina mueren cada año 15 mil personas por enfermedades iniciadas por el alto nivel de polución y que derivan en cáncer de pulmón, cardiopatías, asma y otras patologías respiratorias.

Esto llevó a que la OMS, que establece directrices de referencia para medir los niveles de contaminación aérea, dedicara cinco años de investigación para modificar el índice mínimo de su norma mundial de calidad de aire, disminuyéndola de 10 microgramos de materia particulada de 2,5 micras por metro cúbico en el último acuerdo de 2005 a cinco microgramos (5µg/m3) como nuevo valor límite.

Curiosamente, Rosario presentaba este valor límite ayer a la tarde (ver más abajo). Esta reducción de los umbrales de seguridad de los “contaminantes criterio” implica que “con menores concentraciones ya existe un riesgo o una afectación a la salud”, advirtió Orellano, que participó de un grupo de investigación para la OMS y remarcó que esto se debe a que “durante los últimos años hubo mayor evidencia científica que comprobó que aun con niveles de contaminantes muy bajos, el daño a la salud es el mismo”. 

En Rosario, valores al límite

En Rosario, según el sitio Windy.com, las PM 2,5 llegaban este viernes a las 15 a 5 migrogramos (µg)/m3. El microgramo es una millonésima de gramo. Es un valor “aceptable”el límite que establece la OMS, pero al norte de la ciudad subía a 18. Y a las 21, en la ciudad, había aumentado a un elevado 36 µg)/m3. En cuanto al NO2, todas las ciudades grandes argentinas tienen su “nube” de este gas y Rosario no es la excepción. Medía este viernes a las 15 horas 3,58 µg/m3, en una nube que iba desde la ciudad de Santa Fe a San Pedro. El valor del NO2 salta a un valor aún más alto en la zona de la ciudad de Buenos Aires y cubre el río de la Plata: llegaba allí a 28.1 µg/m3. Todos estos valores fueron tomados el 29/7/22 a las 15 en Windy.com. También puede consultarse el sitio especializado en calidad del aire aquí.

Para consultar las unidades de medida aquí utilizadas hacer click aquí.