El número de contagios de coronavirus que se informan a diario representa los casos que se están detectando por testeo y apenas una pequeña proporción de las confirmaciones por criterio clínico-epidemiológico desde que, en diciembre pasado, cambió el modo en que se diagnostican los nuevos positivos. Entonces, ¿cuán cercana a la realidad termina siendo esa información que se transmite a diario a la población sobre el avance de la pandemia?

Funcionarios de salud pública y asesores del Gobierno ya venían afirmando que, en esta etapa, ese número perdió importancia y que el impacto de esta tercera ola se mide por la ocupación de camas de terapia intensiva, el uso de asistencia respiratoria y los fallecimientos, que son los mismos indicadores que se vienen evaluando desde el inicio de la pandemia.

Es que la cifra de nuevos casos, según relevó la nacion con los registros oficiales, es una proporción de las nuevas infecciones que todavía no refleja las confirmaciones de los contactos estrechos o a quienes reúnen los criterios de sospecha al momento de la consulta, un cambio en la estrategia de detección de casos que las autoridades sanitarias adoptaron en diciembre pasado.

Filas interminables en los puntos de testeo, falta de insumos y agotamiento del personal agravado con un aumento del ausentismo por contagios en la comunidad o cuarentenas apuraron esa decisión, que incluyó la autorización de la venta de los autotests en farmacias. “La confirmación de casos de Covid-19 por clínica y por nexo epidemiológico es una estrategia que se utiliza en distintas situaciones epidemiológicas y cuando la alta circulación de un microorganismo es casi exclusiva”, dijo a finales de diciembre pasado la ministra de Salud, Carla Vizzotti, cuando con sus pares provinciales consensuaron reducir los plazos de aislamiento.

A mediados del mes pasado, un sanatorio porteño con plan de cobertura propio y que atiende por obras sociales comunicó internamente: “No hay tests diagnósticos ni capacidad de seguir a los pacientes Covid, los cuales además tienen en su inmensa mayoría cuadros banales”. Y las directivas de la dirección médica fueron: “Se desalienta el hisopado en toda la población”, excepto cuando se indique la internación, mientras que los pacientes que reúnan los criterios de caso sospechoso se considerarían “positivos”, sin seguimiento. Este control clínico quedaría solo para los grupos de riesgo (mayores de 60 años, personas con enfermedad respiratoria, diabetes, obesidad mórbida y cáncer, inmunosuprimidos y embarazadas).

Pero, más allá de los indicadores que se utilizan para gestionar la pandemia, ¿cuántos casos está dejando esta tercera ola? Por lo pronto, epidemiólogos e infectólogos coincidieron en las últimas semanas en que no es la cifra que detallan los reportes diarios del Ministerio de Salud de la Nación. La estiman entre tres y cuatro veces lo testeado. En los ministerios de Salud provinciales prefieren no opinar sobre esa estadística ni estimar de cuánto sería el subregistro.

Lo que se difunde, como se puede ver en el monitor de la cartera sanitaria nacional, son los positivos de los testeos, que en la práctica se siguen haciendo en laboratorios privados, el sector público y las internaciones, de acuerdo también con las decisiones de cada distrito.

Los contactos estrechos “positivos” sin una prueba, en cambio, no son tan visibles en la estadística, según dijo a la nacion uno de los funcionarios que supervisan los datos que se cargan diariamente en los hospitales y los centros privados de su provincia para las estadísticas locales. “Menos aún las proyecciones de transmisiones dentro del núcleo familiar de esa persona”, indicó, con reserva del nombre.

Ante esto, LN Data tomó todos los registros de casos evaluados por sospecha de Covid-19 desde enero de 2020, cuando arrancó la vigilancia epidemiológica de esta pandemia, y que la cartera sanitaria nacional actualiza cada noche. Todos los positivos se organizaron de acuerdo con una variable que se registra con cada caso: si el diagnóstico fue por laboratorio o criterio clínico epidemiológico. Así, se obtuvo la proporción diaria para ambas vías de definir un positivo y se graficó.

Solo la cantidad de casos informados es tres veces mayor en esta ola que en la segunda, pero las confirmaciones por clínica/nexo epidemiológico no alcanzaron al 5% de los casos diarios en diciembre. Recién el jueves pasado crecieron al 8% de los positivos reportados ese día. Más del 91% siguen siendo casos detectados por testeo.

Desde el Ministerio de Salud de la Nación explicaron que “los casos que se informan en el monitor incluyen los positivos detectados por laboratorio [PCR y test de antígenos] y los casos confirmados por criterio clínico-epidemiológico por el sistema de salud y los que provienen del autorreporte en la aplicación Cuidar como casos sintomáticos con contacto estrecho con un caso de Covid, es decir, los casos autorreportados como confirmados por criterio clínico-epidemiológico”. No hay una estimación de qué proporción se reporta con respecto a los efectivamente detectados por todos los criterios de confirmación.

Para Adolfo Rubinstein, epidemiólogo y exministro de Salud, el Gobierno resignó el control epidemiológico de la pandemia con las nuevas disposiciones de a quién hisopar o no. “Y esto es por el colapso de los centros de testeo. Cuando decimos que tenemos 120.000 nuevos casos en las últimas 24 horas con un 70% de positividad, tenemos 400.000 o 500.000. Esto sería más efectivo si se hubiesen autorizado en tiempo y forma los autotests. Lo que se está reportando es una proporción mucho menor que los contagios reales. Se tomó una decisión política porque no se consiguen los tests”, señaló.

El exfuncionario confirmó que, a los fines del registro epidemiológico, las infecciones declaradas sin un hisopado también deberían reportarse, a la vez que reconoció las dificultades en este contexto. “El registro estadístico va a tener menos valor. Cada vez explica menos la realidad –evaluó–. No sabemos cómo viene la circulación del virus en el país. Hay una vigilancia epidemiológica pobre por el cambio de definición de qué se considera caso positivo, lo que sin duda afecta la calidad del registro, y una muy pobre vigilancia genómica. Esta combinación de bajo reporte de casos y dificultades para

seguir la trayectoria de la pandemia suele provocar serios problemas de brújula”. Si ya se estaba detectando uno de cada cuatro casos, con el cambio de criterios consideró que el subregistro estadístico “es muchísimo mayor”.

Ante este escenario, Rubinstein se refirió a otros dos indicadores: “Los reportes de muertes y de ocupación de camas de terapia intensiva, que son los que permiten conocer la saturación del sistema, no deberían alterarse”.

Por el momento, en la cartera sanitaria nacional juzgan que el cambio de criterio agilizó la respuesta a la demanda de servicios. “Se realizan semanalmente reuniones federales con las autoridades en epidemiología de las jurisdicciones en las que se evalúan la situación epidemiológica y las estrategias de vigilancia –indicaron–. En esas reuniones, referentes de jurisdicciones que han adoptado la confirmación por criterio clínico-epidemiológico sin necesidad de testeo en poblaciones definidas han manifestado, en primer lugar, la necesidad de esta posibilidad para mejorar el acceso a los servicios de personas con signos de alarma y factores de riesgo y, una vez adoptada la medida, reconocieron un flujo más dinámico en las consultas, disminuyendo la demanda de testeo y aumentando las consultas telefónicas y otras formas de acceso a los servicios”.

Dispar

En las provincias, el reconocimiento de la representatividad estadística es dispar. “Tenemos la misma cantidad de positivos por testeos y de contactos estrechos que enviamos a sus hogares sin ser testeados, pero con un certificado, muchos de ellos para presentar en el trabajo. Por ahora, seguimos con esta forma de carga, pero no descartamos modificarla”, explicaron desde el Ministerio de Salud de Mendoza. “En cuanto al resto de la población potencialmente enferma, por la alta contagiosidad, ya es imposible saber el número real. Centramos los testeos en las poblaciones mayores y más vulnerables”, añadieron ante la consulta formal. La carga de positivos por contacto estrecho también es “muy baja”, según continuaron.

En tanto, una fuente provincial que evalúa la calidad de los datos epidemiológicos y solicitó reserva de su nombre opinó: “Hoy se puede decir que casi todos hemos estado en contacto con ómicron. Y los positivos cargados por laboratorios son como la punta del iceberg, ya que muchos desde la segunda ola directamente no se hisopan, se dan por enfermos”.

En cuanto a los positivos por nexo epidemiológico, el profesional técnico explicó que por cada positivo que se está detectando por laboratorio hay cuatro allegados que presentaron síntomas, de los que se cargan la mitad o menos al Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino, de donde surgen las cifras diarias de la pandemia. “Por otro lado –continuó–, están los negativos por test rápido que se cargan como nexo epidemiológico porque tienen síntomas. Entonces, hay problemas con la confiabilidad del dato. Para un lado o para el otro, ya todo es muy complicado. Hay laboratorios que nunca cargaron sus positivos. Y también hay positivos que nunca fueron detectados por una prueba; enfermos sin una prueba”.

A modo de ejemplo, se eligieron al azar los datos de Mendoza de un día de la semana pasada: en esa jornada, se habían procesado 5625 determinaciones, de las que 2439 fueron negativas y 3186 nuevos positivos (positividad del 60%). Ante la consulta, desde la cartera sanitaria local estimaron que ese día hubo por lo menos 5000 personas diagnosticadas por nexo epidemiológico, una cifra que no se difundió públicamente.

Miguel Ferre Contreras, secretario ejecutivo médico del Sistema Provincial de Salud de Tucumán, explicó que localmente informan tanto los casos confirmados por testeo (PCR y antígenos) como por criterio clínico-epidemiológico. “Más allá de que el cambio de criterio [para el diagnóstico] muestre una disminución de los casos por testear, vemos que este descenso también está acompañado por el porcentaje de positividad, las internaciones de pacientes críticos y el uso de asistencia respiratoria”, señaló.

Como en otros distritos, también advierten que la cifra diaria de casos que detectan está siendo menor que la que podrían registrar. “Al saber que por clínica o porque fueron contacto estrecho los van a considerar positivo, si tienen pocos síntomas directamente se aíslan y no consultan”, dijo el funcionario.

Tras coincidir en que los casos diarios informados no son el 100% de los casos detectados, ya que no incluyen todos los positivos identificados sin testear, desde el Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires señalaron que los confirmados son los informados [ayer, al momento de la consulta, eran 19.763] “sea el método que sea”. Con o sin testeo, la cantidad de nuevas infecciones “es un dato sesgado” para esta etapa de la pandemia, según consideran.