Alejandro Horvat

Las autoridades sanitarias argentinas anticiparon ayer que estiman que la curva de contagios de Covid-19, que la semana pasada mostró tres días con más de 100.000 casos informados cada 24 horas, empezará a decrecer en las próximas dos semanas. La apreciación es compartida por los infectólogos, aunque con matices.

“Quizá nosotros estemos esta semana con aumento de casos, y entre la semana que viene y la otra ya empiecena disminuir, teniendo en cuenta cómo evolucionó la curva en otros lugares”, evaluó ayer Sandra Tirado, secretaria de Acceso ala Salud del Ministerio de Salud de la Nación.

Tirado hizo referencia a lo ocurrido en la provincia de Córdoba para ejemplificar: “Es el primer lugar del país donde ómicron empezó a circular en manera comunitaria y predominante y, de hecho, está empezando ya a disminuir”. Y agregó: “Tenemos el caso de Sudáfrica y el Reino Unido, donde las curvas tienen también una forma similar. Viendo lo que pasa en otros países, suele tener más o menos unas cuatro semanas en lo que hace el pico y empieza a bajar”.

En sintonía se expresó la ministra de Salud, Carla Vizzotti. “Es alentador ver que en la Argentina está empezando a pasar lo que vemos en otros países, que no tenemos in ter naciones y muertes, que allí donde [ómicron] empezó primero se está estabilizando, y con la expectativa de que el descenso sea rápido por las características de esta variante”, destacó.

Las declaraciones se suman a las efectuadas el sábado pasado por Fernán Quirós, ministro de Salud porteño, sobre el comportamiento de esta cepa: “Por un lado, diciembre ha sido un mes de muchísima interacción social y enero siempre tiene menos. Entonces, hay un factor a favor de que la curva haga cierto quiebre en enero”, sostuvo. No obstante, preocupan las postales de aglomeraciones en la costa atlántica. “Por otra parte, la variante ómicron, que circula en la actualidad, tiene una curva que suele ser menos ancha, dado que sus ciclos de replicación son más cortos. Ambos factores indican que esta curva debiera ser menos ancha que las que hemos visto. Veremos si [el quiebre] se da en enero, o entre enero y febrero”, añadió Quirós.

¿Por qué la curva de ómicron se comporta de ese modo? La respuesta sencilla, según los especialistas consultados por la nacion, es que el virus avanza tan rápido que se va quedando sin población a la cual infectar.

Elena Obieta, infectóloga y miembro de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), explica que el índice de contagiosidad de esta variante es más alto que el de la varicela. “No solo crece la cantidad de casos positivos, sino que el tiempo de incubación del virus en este caso es mucho menor. Esta combinación hace que la curva crezca velozmente. Por suerte, los cuadros suelen ser leves porque esta variante, en pos de replicarse más, perdió su avidez por el pulmón”, señala.

Ricardo Teijeiro, también miembro de la SADI, califica el avance de ómicron como “explosivo”, pero indica que luego esa intensidad no se suele mantener en el tiempo. “Contagia tan rápido que el virus se queda sin población a la cual contagiar. Nosotros no tenemos 100.000 casos por día, tenemos muchos más. Al menos debemos tener 400.000 cada 24 horas”, dice Teijeiro. “Es cierto que las pandemias se agotan en algún momento porque ya no hay susceptibles”, agrega Obieta.

Jorge Geffner, miembro del Departamento de Microbiología, Parasitología e Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires e investigador principal del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet), señala que para analizar la evolución de la curva hay dos escenarios posibles. Uno es el que acontece en Sudáfrica, donde los casos bajan pronunciadamente, y el otro es el del Reino Unido, donde la curva se resiste a caer.

“El nivel de contagiosidad de ómicron es tremendo. Esta ola en el mundo triplica el número de casos en comparación con cualquier otro momento previo de la pandemia. Dicho esto, hay dos escenarios posibles. Uno es el de Sudáfrica, donde rápidamente subió y bajó la curva. En Córdoba, que fue donde picó primero esta ola en la Argentina, ya se acható la curva de contagios, eso es alentador, pero el mapa de Córdoba tiene una distorsión porque la foto que tenemos es parcial; necesitaríamos testear más para tener una foto real. Sin embargo, en Europa todavía no comenzó el descenso y hay un número significativo de fallecidos. Veremos cuál de estas dos tendencias se termina replicando en la Argentina”, describe Geffner.

Obieta también advierte que, si bien en Sudáfrica los casos empezaron a bajar con cierta velocidad, no sucede lo mismo en el Reino Unido, donde la caída en el número de infecciones no es tan marcada. Una de las hipótesis para explicar esa diferencia, considera la especialista, es que en el Reino Unido hay una gran presencia de la variante delta, aunque la médica resalta que todavía no es posible dar una respuesta precisa sobre lo que sucede allí.