El Gobierno sabía que era inevitable la llegada de ómicron a la Argentina. Pero, mientras monitorea la situación epidemiológica ante el primer caso en el país de esta variante del coronavirus, la decisión es demorar las decisiones que puedan afectar la economía.

En la Casa Rosada no quieren saber nada con la posibilidad de tomar medidas que alteren la incipiente recuperación que muestran algunos sectores. Lo mismo ocurre con el turismo, área en la que el Gobierno anticipa una temporada veraniega récord.

La estrategia oficial se centra en reforzar la vacunación y, para ello, apuesta al establecimiento de pases sanitarios, como el que ayer anunció el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof (ver página 20).

“Lo que hablamos en el Consejo Federal de Salud (Cofesa) es que era el momento del pase sanitario por dos situaciones: estimular la vacunación y acelerarla en quienes, por algún motivo, la postergaron. Hay un porcentaje importante de personas que recibieron la primera dosis y que no se acercaron a recibir la segunda. Vemos una mayor demanda de la vacunación en función de la percepción de riesgo”, planteó ayer la ministra de Salud, Carla Vizzotti, en declaraciones a la radio Futuröck.

Con más de 30 millones de personas con dos dosis (más del 67% de la población), el objetivo es sumar en los próximos meses a otros siete millones.

Otra pata es la de las restricciones migratorias. Si bien las normas generales de ingreso al país no cambiaron, por ómicron el Gobierno dispuso la suspensión temporal de los vuelos directos desde África; lo mismo sucede con los buques de pasajeros que provengan o hayan estado en los últimos 14 días en ese continente.

Además, recordaron desde Migraciones, las personas que hayan estado en los últimos 14 días en África deben informarlo en la declaración jurada de ingreso y tienen que hacerse un test al llegar a Ezeiza, cumplir con aislamiento de 14 días y realizarse una prueba de PCR diez días después de la primera muestra que se tomó en el país de origen antes de abordar el avión.

Para los demás viajeros, los requisitos para ingresar a la Argentina son los siguientes: los argentinos o residentes que presenten esquema de vacunación completo 14 días antes del ingreso y un PCR negativo con 72 horas previas al embarque, serán exceptuados de realizar el aislamiento; quienes no presenten esquema de vacunación completo, deberán hacer cuarentena y realizarse un PCR al séptimo día de ingreso, que, de dar negativo, daría por finalizado el aislamiento. Las personas extranjeras no residentes que ingresen por motivos turísticos deberán presentar esquema de vacunación completo, PCR negativo 72 horas previas al embarque y un seguro de salud de Covid-19, y quedan eximidos de realizar cuarentena.

El presidente Alberto Fernández (que ayer se aplicó un refuerzo de la vacuna Sputnik V) y sus asesores apuestan a apuntalar la reactivación. Muestran como argumento el estimador mensual de la actividad económica, que informó que el país tuvo en septiembre una variación positiva de 11,6% respecto del mismo mes de 2020. Se suma la expectativa por la temporada. Se espera un movimiento de unos $375.000 millones.