16 de diciembre de 2021

Mauricio Giambartolomei

La administración de una cuarta dosis en mayores de 50 años que recibieron Sinopharm y mayores de 3 años inmunodeprimidos es una realidad que ya se plantea el Ministerio de Salud de la Nación

El fin de año llega con una escalada en la cantidad de contagios por Covid-19 que nadie sabe cuándo se detendrá. Se esperaba que, por el predominio de la variante delta y el fin de las restricciones en todas las actividades, los casos aumenten como viene ocurriendo desde octubre cuando se llegó al piso de nuevos enfermos diarios. En este escenario, sumado a la aparición de la nueva variante ómicron, la vacunación de la población se vuelva cada vez más importante.

En los últimos dos días se superó la barrera de los 4000 casos, números que no se registraban desde septiembre pasado en pleno descenso de la curva de contagios, aunque con un promedio semanal de fallecidos que sigue plano y sin un aumento marcado de las internaciones en las salas de terapia intensiva. Todo esto ocurre mientras avanza la aplicación de los refuerzos y con una estrategia que apunta a inocular con una cuarta dosis a determinados grupos de personas, según pudo saber LA NACION.

En noviembre la aplicación de las dosis adicionales comenzó en los mayores de 50 años con el esquema completo de Sinopharm y los mayores de 3 años inmunocomprometidos. Según fuentes del Ministerio de Salud de la Nación, cinco meses después de recibirla estos dos grupos de personas tendrán una cuarta dosis, un nuevo booster, como se lo denomina en el mundo científico, para levantar la protección que se pudo haber perdido con el esquema inicial.

Hasta el momento, de acuerdo a los números oficiales, son al menos 2.000.000 de personas las que están en condiciones de recibir una cuarta aplicación, es decir, que ya recibieron una tercera dosis, aunque el número se incrementará en los próximos días a medida que más personas vayan completando los esquemas.

Cuando en octubre se anunció el cambio en la estrategia de vacunación, se diferenció entre terceras dosis y refuerzos. Desde la cartera sanitaria nacional explicaron que la dosis adicional se administra “luego de un esquema primario con el beneficio demostrado de una dosis extra (situación en adultos mayores con vacunas de virus inactivado)”. Mientras que una dosis de refuerzo “se aplica luego de un esquema primario con respuesta inmunológica inicial suficiente, ya que es probable que la respuesta disminuya con el tiempo”. Es decir, la tercera dosis complementa el esquema primario para ampliar la protección y el refuerzo, después de haber recibido el esquema primario recomendado, amplía la inmunidad en forma periódica; en este último caso se encuentran los grupos que recibirán la cuarta dosis.

La vacunación en el país

Cada jurisdicción está avanzando en la aplicación de las terceras dosis de acuerdo a cada plan provincial y al cumplimiento de los seis meses después de haber recibido la segunda dosis, período en el cual se comprobó que disminuye la protección de las vacunas. Personal de salud, docentes y adultos mayores son algunos de los grupos que ya están recibiendo la tercera aplicación. Según los últimos datos oficiales hasta el momento, 31.512.824 personas (el 69,45% de la población) completaron el esquema de dos dosis y 37.483.922 habitantes (82,61%) tienen al menos una dosis.

Esquemas

“A partir de diciembre se empezará con el refuerzo. Vamos a comenzar por el personal de salud y a avanzar escalonadamente como fuimos avanzando con nuestra campaña de vacunación. El año de los refuerzos en la Argentina será 2022″, había dicho la ministra de Salud, Carla Vizzotti, al anunciar la aplicación de la dosis de refuerzo.

La cartera sanitaria tomó la decisión en base a la evidencia disponible sobre la disminución de la efectividad de las vacunas y la respuesta inmunológica en las personas con inmunodeficiencia, cambios inmunológicos asociados con el envejecimiento (inmunosenescencia), impacto de la mortalidad por Covid-19 en los mayores de 50 y avance de la variante delta en la transmisión comunitaria.

En ese momento, en un documento elaborado por la Dirección de Control de Enfermedades Inmunoprevenibles, se recomendó priorizar, para los mayores de 50 años, “una dosis adicional heteróloga, el uso de una vacuna de virus no replicativo [AstraZeneca, Sputnik V y Cansino comparten esa plataforma] según disponibilidad, condiciones que faciliten la rápida descentralización y acceso, para lograr cubrir con esquema ampliado a toda esta población en el menor tiempo posible”.

En las personas inmunocomprometidas de entre 3 y 11 se indicó completar el esquema de Sinopharm con una tercera dosis de la misma marca, y en los menores de entre los 12 y 17, el esquema de dos dosis de ARNm completar con otra dosis de la misma plataforma. Los mayores de 18 con un esquema completo de Sputnik, AstraZeneca y Sinopharm o la combinación de Sputnik con AstraZeneca o una dosis de una vacuna de ARNm (Pfizer o Moderna), podrán recibir ahora el primer componente de Sputnik V o una dosis de AstraZeneca si tienen entre 18 y 39 años o solamente de AstraZeneca si superan los 40 años.

Mauricio Giambartolomei