Las profesiones que no existían a principio de siglo hoy tienen que ver con el metaverso, la cadena de bloques y el código fuente abierto

Débora Slotnisky

Si hace 20 años decíamos que en el futuro habría trabajos que todavía no se habían inventado, hoy esos empleos ya están entre nosotros.

Por ejemplo, desde julio la multinacional VMware cuenta un Chief Open Source Officer; es decir, un director de software de código fuente abierto, un tipo de aplicación cuya adopción viene creciendo en todo el mundo. “Empecé mi carrera como programador en una empresa de servicios profesionales, pero en simultáneo siempre me interesó el código abierto –cuenta Chip Childers, ejecutivo que ocupa este cargo–. La creación de esta posición surge del interés de VMWare de participar de forma sostenible en las comunidades de código abierto”. 

Por otra parte, hay varias posiciones que están surgiendo alrededor del concepto Web3 (o 3.0), una evolución de la Web tal como la conocemos, basada en tecnología blockchain. Frente a esta nueva etapa, Ripio, plataforma de activos digitales de la Argentina, está estrenando el puesto de jefe de ingeniería para los equipos de Web3

Según indica el aviso publicado, entre los requisitos para este puesto se encuentra que el candidato tenga sólidos conocimientos y experiencia en desarrollo de software; conocimientos sobre el lenguaje de programación Solidity y sobre blockchain. También se solicita que sepa sobre el ecosistema DeFi (finanzas descentralizadas), así como también un dominios integral de cuestiones tecnológicas vinculadas a infraestructura, seguridad y desarrollo.

“Desde Ripio creemos que la experiencia y las habilidades van más allá de un título universitario o terciario. Muchas veces son talentos autodidactas o que adquirieron conocimientos a través de cursos u otras herramientas. Es por eso que ninguna de nuestras posiciones requieren una titulación universitaria”, explican desde la compañía. 

Wanda Dahir, HR manager en la consultora Work Finder para la Argentina y España y directora de la carrera de Recursos Humanos de la Universidad de Morón, estima que próximamente habrá un boom de posiciones nuevas vinculadas con el metaverso. “Los perfiles que se van a necesitar para darle forma a este entorno tridimensional serán mayormente profesionales con conocimientos en diversas tecnologías como realidad virtual y aumentada, así como también en computación gráfica, que puedan programar todo lo que va a suceder en el mundo virtual; por ejemplo, las expresiones, cuestiones climáticas y acciones de marketing para fomentar el consumo”, ejemplifica. 

Demanda interna y externa

Joaquín Perino, que es desempeña como HR & Tech manager en High Flow, consultora de búsquedas ejecutivas, explica a LA NACION que se observa un aumento de posiciones nuevas tanto en volumen como en tipo. 

“En cuanto a la cantidad, está relacionada a la demanda de talento IT, tanto en el nivel local como de empresas del extranjero que buscan talento en la Argentina. Y en cuanto al tipo de posiciones, van surgiendo nuevas tecnologías que requieren nuevos puestos en las compañías. También se pueden ver posiciones que en otra época no estaban ligadas con la tecnología, y que hoy demandan tener ciertos conocimientos de IT”, explica.

Rasgos y requerimientos

En líneas generales, la decisión de crear estos puestos es tomada por quien encabeza el departamento de tecnología de la empresa. “Los perfiles suelen pensarse en relación con dos ejes: las habilidades técnicas y las socioemocionales –dice Perino, y se explaya:– Las primeras son esenciales para el trabajo específico en un área, y se refieren a utilización de sistemas o herramientas específicas, metodologías ágiles, conocimiento de nuevas tecnologías, y conocimiento de diversos lenguajes para desarrollar; mientras que las segundas están relacionadas con las competencias personales y el carácter de la persona”.

Luego entra en escena el área de Recursos Humanos. “El enfoque de esta disciplina consiste en diseñar una propuesta de captación de talento que esté pensada de la misma manera que cuando salimos a buscar un nuevo cliente. “Sin talento, no hay resultados”, observa Dahir. 

Por supuesto, de las nuevas posiciones que surjan algunas quedarán por años en el organigrama, pero otras tendrán una presencia efímera. “De todos modos, aquellos puestos que llegaron para quedarse se irán transformando”, concluye Perino.