A partir de hoy, el uso de barbijo ya no será obligatorio en las escuelas de la provincia de Buenos Aires. Tampoco en los espacios laborales ni recreativos. El único ámbito en el que se mantendrá la exigencia de tapabocas será en el del transporte público. Así lo anunció ayer el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, quien fundamentó la flexibilización en la mejora de todos los indicadores epidemiológicos. De esta manera, la provincia se suma a medidas similares ya adoptadas en la ciudad.

La provincia de Buenos Aires anunció que desde hoy dejará de ser obligatorio el uso de tapabocas en escuelas, trabajos y espacios recreativos. En su cuenta de Twitter, el ministro de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak, anunció: “Continuamos recomendando la utilización del tapabocas, pero desde el jueves 7 será optativo su uso en espacios laborales, recreativos y educativos. En el transporte público seguirá siendo obligatorio”.

Explicó que la decisión se debe a que en la provincia llevan 10 semanas de descenso sostenido de contagios de Covid y a que el brote de influenza está controlado.

Como sucedió con el retorno a la presencialidad educativa, la provincia de Buenos Aires sigue una vez más a la ciudad de Buenos Aires en la decisión de liberar a los estudiantes del uso del tapabocas.

La ciudad de Buenos Aires decidió hace dos semanas y media habilitar el uso optativo del tapabocas para los estudiantes, no así para los docentes, para los que sigue siendo obligatorio. La primera provincia que había iniciado el camino hacia la normalidad dentro del aula había sido Mendoza, seguida por Tierra del Fuego.

“Con la llegada de los primeros fríos, la circulación de nuevas variantes, las clases presenciales y sin ningún aforo ni restricción, los casos no aumentan y estamos en una buena situación epidemiológica”, sostuvo Kreplak.

El ministro indicó que mantendrán el monitoreo de la situación epidemiológica y que seguirán “entregando barbijos en las escuelas, completando los esquemas de vacunación y realizando una vigilancia activa para que estas medidas las podamos sostener y nos acerquemos cada vez más a una plena normalidad”.

Cuando las primeras provincias habían avanzado en la eliminación de la obligatoriedad del tapabocas, casi en simultáneo el Consejo Federal de Salud (Cofesa) había acordado una medida contraria.

El 18 de marzo pasado, mientras la Ciudad avanzaba en la eliminación del barbijo a partir de cuatro grado del primario y de todo el secundario, en un comunicado el Cofesa recomendaba mantener el uso del barbijo dentro de las aulas.

“Se informa que, a partir de las reuniones de seguimiento de la situación epidemiológica y la revisión de las recomendaciones, tanto el comité de expertos que asesora al Ministerio de Salud de la Nación como la mesa de trabajo Salud y Educación, de la que participan la Organización Panamericana de la Salud, la Sociedad Argentina de Pediatría y Unicef, han recomendado: continuar con el uso obligatorio del barbijo incluyendo los ámbitos escolares dada la época del año y la posible circulación concomitante de distintos virus respiratorios”, indicaron en el Cofesa.

Recomendaciones

“En esta etapa de transición, ingresando en época invernal con circulación de otros virus respiratorios e incertidumbre acerca del comportamiento de SARS-CoV-2, se reforzó la necesidad de mantener las medidas de prevención que son transversales para todos los virus respiratorios: utilización de barbijos en espacios interiores, asegurar ventilación adecuada de ambientes, el lavado frecuente de manos, evitar acudir a actividades laborales, educativas o lugares públicos ante la presencia de síntomas”, habían planteado en el documento oficial del Cofesa.

Las provincias que habían avanzado en la flexibilización lo habían hecho con matices. En la ciudad de Buenos Aires no es obligatorio para los estudiantes desde el ciclo inicial hasta el último año del secundario, pero sí es obligatorio para los docentes. Desde el inicio del ciclo lectivo porteño, a fines de febrero pasado, ya era optativo el uso de tapabocas para alumnos de jardín de infantes y hasta tercer grado del nivel primario. Con esa flexibilización porteña, solo los docentes y los estudiantes y profesores de los niveles universitario y terciario mantienen aún la obligatoriedad del uso del tapabocas en los espacios cerrados de las instituciones educativas.